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Villa Ballester, Argentina: renovación del compromiso misionero - charla del P Mario Guillermo Cassone Villa Ballester, Argentina, renewal of the coordinators' commitment - talk given by Fr. Mario Guillermo Cassone Villa Ballester, Argentinien: Erneuerung der Missionarischen Verpflichtung - Vortrag von P. Guillermo Mario Cassone |
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La sala repleta, frío espantoso.... y todos llenos de alegría: Es la Campaña! The hall packed, chilly cold ... and all excited: That's the Campaign Der Saal rappelvoll, eisig kalt…und alle begeistert: Das ist die Kampagne |
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Entrega de las imagenes en el Santuario The Pilgrim MTA pictures are entrusted to their missionaries for another year Für ein Jahr übernehmen die Missionare wieder ihre Bilder der Pilgernden Gottesmutter |
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La noche anterior, estuvieron todas las Peregrinas en el Santuario The night before, all the Pilgrim MTA's were in the Shrine In der Nacht davor waren alle Bilder der Pilgernden Gottesmutter im Heiligtum Fotos: Bracci © 2004 |
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ARGENTINA, Nora Bracci/Susana Primatesta. "Dios nos ha regalado en Don Joao, un guía espiritual que camina delante de nosotros con la imagen peregrina al hombro, nos abre el camino y nos impulsa diciendo ¡adelante!... "la Madre ya lo arregló"... "siempre se puede un poquito más"..." – ésta es la convicción probada de misioneros y dirigentes de la Campaña del Rosario, como se experimentó el 9 y 10 de julio en Villa Ballester cuando, en medio de la lluvia y el frío, se preparaban para la renovación del compromiso misionero en el centenario de Don Joao.
Con gran ilusión prepararon las responsables todo lo necesario para recibir las imágenes que los misioneros comenzaron a entregar para que permanecieran una noche en el Santuario. Justamente ese 9 de julio, fecha patria, amaneció muy frío y a la tarde comenzó a lloviznar. "Trasladamos las imágenes al Santuario cubriéndolas como a bebés para que no se mojen", cuenta Nora Bracci. "Al terminar de trasladarlas, mirando el cuadro de la Mater, le hicimos notar que gracias a Ella y a su Hijo habían llegado muchas imágenes y que sus misioneros vendrían al día siguiente a renovar su compromiso para continuar misionándola, con la certeza de que al volver a la fuente de gracias de la cual salieron cobrarían nuevas fuerzas y obtendrían muchas gracias para regalar a todos los misionados".
El anhelo de la familia creciente de Villa Ballester: una casa para todos
Pero se les presentaba un serio problema. El saloncito con que cuentan para las reuniones ya les queda chico, y el tiempo se presentaba muy feo. Gracias a los esfuerzos de todos, y a la ayuda de la Mater, conquistando muchos corazones, la familia ha crecido, y si bien muchos se reúnen cuando el tiempo es bueno en el parque y con mal tiempo o en los días fríos de invierno en casas de familia, lo que anhelan todos es poder reunirse a la sombra del Santuario, bajo la atenta mirada de la Mater. Como no cuentan con recursos, decidieron, como lo hacía el Padre cuando tenía alguna necesidad material, pedirle a San José, unidos en una misma oración, especialmente el miércoles, día dedicado a él. Él sabe como cuidar una familia, ya que siempre estuvo atento a las necesidades de la Sagrada Familia que Dios le confió. "Nos encomendamos a su intercesión para que si está en el plan de Dios, nosotros también podamos ofrecerle a nuestra familia las comodidades que es justo que tengan. También confiamos plenamente en nuestra Madre y sabemos que Ella está muy atenta a nuestros pedidos! Podemos comprobarlo a diario, pero esta vez fue muy evidente, ya que el sábado 10, el día tan esperado, amaneció sin lluvia pero muy muy frío, y poco a poco, tímidamente fue saliendo el sol para recibir tibiamente a los misioneros que con alegría venían a darle su SÍ a la Mater. Ella hizo llegar la cantidad justa que nuestro salón podía albergar, aunque algunos tuvieron que permanecer de pie. Seguramente nuestra Reina les compensará tanta fidelidad".
Con las narices y los pies fríos....
Susana Primatesta, misionera, perteneciente al 10° curso de Federación de Madres, comparte en su testimonio lo vivido en esa fría tarde del sábado 10 de julio en el Santuario de Villa Ballester:
"Habíamos sido convocados a llevar durante la semana las imágenes peregrinas para que permanecieran una noche en el Santuario, y así la Mater y Dios Trino las refortalecieran con sus gracias para volver a salir a encender el mundo. Con nostalgia los misioneros dejaban un pedacito del corazón, pero seguros de reencenderse en la misión al volver a consagrarse durante la Santa Misa al día siguiente. ¡Ella es la gran misionera, Ella obrará milagros!
¡"En comunión forjemos la patria nueva" así vivimos y compartimos el lema del año, con las narices y los pies fríos, pero el corazón muy calentito compartimos esa tarde como Familia del Padre.
¡Que hermoso el reencuentro con tantas viejas caras conocidas! Mamá del cielo nos había convocado a su casa, y fuimos a pesar del intenso frío. Todos los que nos encontrábamos, con abrazos y besos de hermanos, venidos desde lejos a celebrar una fiesta en familia habíamos pensado lo mismo: ¡Menos mal que no fue ayer, porque la lluvia hubiese empeorado las cosas!. Desde el Rincón de oración con el Padre Fundador, la imagen sonriente de nuestro querido Padre nos decía con complicidad: "Otra vez, simplemente, le pedí a María. Necesitan un día de sol para poder usar el patio... porque el salón no alcanza para cobijar bajo techo a tantos hijos misioneros". Y fue así, el sol salió a pesar de todos los pronósticos y el saloncito estaba repleto de sillas. Ya no entraba ni una más y se dificultaba el ir y venir de manos unidas para recibir el cuerpo del Señor durante la Santa Misa que celebró el Padre Guillermo Mario Cassone.
Mucha gente parada con el mismo sentimiento: la casa es chica pero el Corazón Inmaculado de María es tan inmenso que puede cobijar a tantos hijos...
Querido San José, renuevo nuestro pedido de que nos ayudes a tus hijos de Villa Ballester a construir un hogar más grande. Somos Santuario de Nazaret y te imploramos que nos ayudes como lo hiciste con tu Sagrada Familia a tener un techo más grande!".
Una alianza de amor vivida y probada con constancia heroica
"La charla del Padre Guillermo Mario fue hermosa. Nos recordó tantas anécdotas de nuestro querido Don Joao. Si él no se hacía problemas al descansar en la hierba de los campos, para poder llegar a tiempo a entregar la Gran Peregrina a los necesitados, nosotros no debemos reparar en detalles sin importancia ¡Cuánta constancia la del "pequeño alumnito del Padre"! Una alianza de amor vivida y probada con constancia heroica. "Héroe hoy, no mañana". También, con nostalgia, recordamos a nuestro guía incansable, al querido Padre Esteban Uriburu ¡Qué estarán haciendo juntos en el cielo! Con tantos modelos de santidad, ¿a quién se le puede ocurrir parar el paso o que lo invada el desánimo, sobre todo ante tanta necesidad de nuestro pueblo en estos tiempos difíciles que nos tocan vivir? Cada convocatoria de nuestra Madre tres veces Admirable es un reanimar el fuego de la misión, a través de sus causas segundas.
El Espíritu Santo sopló también a través de las lecturas de la Santa Misa: "El Señor, tu Dios te dará abundante prosperidad en todas tus empresas"... (Deut 30,4) "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu espíritu y a tu prójimo como a ti mismo" (Lc 10,27). ¿No es acaso lo que hacemos al llevar, como "burritos", la imagen peregrina a nuestros hermanos necesitados?.
Coronitas, flores, cintas...
Después de la Santa Misa, un té calentito nos esperaba en el patio, bajo la Santa Rita, mientras esperábamos nuestro turno para entrar al Santuario ordenadamente a recibir el reenvío con nuestra imagen. Todos renovamos durante la Misa el compromiso misionero por un año más.
De a grupos de 10 misioneros, íbamos entrando al Santuario para recibir de nuevo las imágenes. ¡Cuántos besos recibió ese día la Mater! El Padre Guillermo Mario besaba con ternura cada imagen al entregarla a los misioneros diciéndoles "¡Ella es la gran misionera!" Y con los ojos húmedos y las manos anhelantes por el reencuentro, con otro beso, estos respondían "¡Ella obrará milagros!"
Si pudiéramos imaginar en un libro - que no hay duda que estará escribiendo nuestro Padre Fundador en el cielo - que contara todos los milagros que ha hecho y seguirá haciendo la Mater a través de tantas imágenes peregrinas suyas; que contara también los milagros de transformación interior y las comprobaciones de las gracias del Santuario recibidas a través de ellas, con los rostros de alegría de tantos hijos suyos, cuando el misionero coloca la imagen en sus manos. Coronitas, flores, cintas, para engalanar el retrato de nuestra mamá en común. "Es dando como se recibe"... Es el cuenco de harina que nunca se vacía... Es fuente que recibe gracias de alegría viva.
Llenando las tinajas para el Santuario en Roma
Es en el caminar con María como se realiza la Nueva Evangelización a la que nos llama el Santo Padre en estos tiempos difíciles. ¡Por eso acudimos a pesar del frío día, en torno al calor del hogar! Porque el fuego del amor de Dios nos convoca, porque en el Santuario y a través del llamado de mamá hemos encontrado enterrada la perla preciosa que buscábamos y por ella hemos vendido todo lo que teníamos para comprarla.
Llevamos a casa capitalarios y compromiso de trabajo: Las tinajas para el Santuario de Roma, el empeño de regalarle a Don Joao un nuevo misionero en el centenario de su nacimiento y para ganar espiritualmente la nueva piedrita para la corona de las Auxiliares que pondremos solemnemente en la Misa de la Inmaculada el 8 de diciembre, así como también lo hacía Don Joao. En fin, mucho trabajo por delante, pero de la mano de María todo se puede.
Cierro este testimonio con las palabras del Padre colocadas en el souvenir que nos regaló el Secretariado del Padre de Villa Ballester: "Para conservar nuestra alegría tenemos que asemejarnos a Ella, cuanto más la contemple más me pareceré a Ella, seré una "aparición" de María. De esa forma aparecerá María en mí y a través de mí en el mundo ¡Qué bendición sería si cada uno de nosotros se convirtiera en una aparición de María! Quien me encuentre que encuentre a María, así todos encontrarán a María a través de mi", P. José Kentenich.