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 published: 2004-08-17

Crónica del amor que crece

Chile recuerda los 40 años de la pascua de Mario Hiriart

Presentación de la biografía sobre Mario Hiriart: P. Joaquín Alliende, en la Aula Magna de la Universidad Católica, Santiago de Chile

Presentation of the biography on Mario Hiriart: Fr Joaquín Alliende in the Aula Magna of the Catholic University of Santiago de Chile

Vorstellung der wissenschaftlichen Biographie über Mario Hiriart: P. Joaquín Alliende in der Aula Magna der Katholischen Universität von Santiago de Chile

 
 

La historiadora Isabel M. González Morandé, su esposo e hijas

The historian Isabel M. González Morandé, her husband and daughters

Die Historikerin Isabel M. González Morandé mit Ehemann und Töchtern

 
 

Paula Christensen y miembros del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt

Paula Christensen and members of the Institute Our Lady of Schoenstatt

Paula Christensen mit Mitgliedern des Instituts der Frauen von Schönstatt

 
 

El P. Carlos Cox (der.) en una animada conversación, junto al rector de la Universidad Catolica, Pedro P. Rosso

Fr. Carlos Cox (r.) in discussion, together with the rector of the Catholic University, Pedro P. Rosso

P. Carlos Cox in angeregter Unterhaltung, zusammen mit Pedro P. Rosso, dem Rektor der Katholischen Universität

 

Isabel M. Gonzalez Morandé con Pedro P. Rosso

Isabel M. Gonzalez Morandé with Pedro P. Rosso

Isabel M. Gonzalez Morandé mit  Pedro P. Rosso

 
 

Entre el publico presente, el P. Joaquín Alliende y Isabel M. Gonzalez Morandé

In the audience: Fr. Joaquín Alliende and Isabel M. Gonzalez Morandé

Im Publikum:  P. Joaquín Alliende und Isabel M. Gonzalez Morandé

Fotos: Galarce/Vinculo © 2004

 

 

 

CHILE, Amelia Peirone. Con un triduo del 15 al 17 de julio, la Familia de Schoenstatt chilena recordó el cuadragésimo aniversario del fallecimiento de Mario Hiriart. En estos 40 años se ha manifestado mucha vida nueva. Es que la vida en Dios se parece a un alud: crece a medida que va rodando por el mundo.

La Familia chilena desea compartir el triduo con el que celebró la entrada de Mario en el cielo, hace cuarenta años.

Arco de entrada

El triduo de Mario se abrió con un "arco de entrada": así fue nombrada la ocasión en que el vice postulador de la causa, P. Carlos Cox, lanzó el llamado a sumarse a la campaña "Un regalo de Mario para la Virgen". Con muchos voluntarios, que consiguieron esforzadamente hilos, cuentas, crucecitas, etc, muchos enfermos y ancianos están confeccionando 50.000 rosarios para regalárselos a la Inmaculada el próximo 8 de diciembre. Es el sesquicentenario de la proclamación del dogma de la Inmaculada y en esta fiesta de la Virgen se agradecerá especialmente el cierre del proceso diocesano de canonización del Siervo de Dios en Chile. Mario siempre se preguntaba cómo podría pagar los inmensos regalos recibidos de manos de María. Hoy toda la Familia se compromete a ayudarle a hacer ese regalo a la Virgen, con las manos y con el amor por Ella.

Día de su Pascua

El 15 amaneció como un soleado y hermoso día de invierno en Chile. Temprano, un joven con un abrigo como para ir a la montaña, atravesó los senderos de Bellavista, frente al Santuario, con su mochila escolar a la espalda y una rosa roja en sus manos. Llevaba su presente a Mario antes de comenzar sus tareas, y respondía a nuestro llamado de ir a saludarlo durante todo el día, como a él le gustaba hacerlo con su Madrecita, portando una rosa. De hecho, en torno a la tumba hubo muchas ese día.

A la tarde, a las 19.30 horas, en el Aula Magna de la Universidad Católica, donde Mario fue alumno de ingeniería y luego profesor, se presentó su biografía escrita por la historiadora Isabel M. González-Morandé. Es un libro hermoso y grande, como la vida de Mario. Los editores estaban asombrados al ver tanto público. De hecho, a este tipo de actos en Chile suelen asistir con mucha suerte entre 40 y 60 personas. En este caso eran cerca de 400. La sala se veía bellísima, enteramente azul. Adelante se extendía un enorme pendón con la imagen del sonriente rostro de Mario. En un rincón con luz precisa, el báculo de madera con la réplica de la cruz de su tumba, el mismo que ya recorrió cientos de kilómetros en peregrinaciones, acompañando a los jóvenes que unen Santuarios atravesando a pie la cordillera de los Andes. Y un magnífico arreglo floral compuesto de 40 rosas rojas, que regaló alguna persona de corazón agradecido. Esa tarde, muchos asistentes consideraron que fue un alto momento de espiritualidad. Estaban presentes muchos jóvenes. Todo se inició con un "datashow" de 4 minutos que puso el clima de la presencia de Mario, este ingeniero que quiso hacer de la vida diaria y de la profesión el altar de su ofrenda.

Comentó el libro el Rector de la Universidad, Pedro P. Rosso, muy feliz por haber sido invitado. Siendo un profundo conocedor de Mario, hizo un análisis exhaustivo y rico. Luego, el P. Joaquín Alliende se emocionó al recordar que exactamente a esa misma hora y en ese mismo día, 40 años atrás, había atendido un llamado telefónico que le anunciaba la muerte de Mario en Milwaukee. Entregó recuerdos vívidos y de una riqueza sorprendente. Le siguió el breve y sentido agradecimiento de la autora del libro. Es una joven historiadora madre de 7 niños, y ese trabajo lo fue desarrollando entre cada nacimiento. Y mientras cuidaba a sus hijitos recién nacidos, iba a investigar y trabajar en el archivo documental de Mario. Todos gozábamos ayudando a atender a los bebés, algunos de los cuales estaban presentes, orgullosos de su mamá. Se la veía feliz, con toda justicia, ya que su trabajo fue escondido, como quien siembra en un surco, y hoy daba su mejor fruto, resplandecía como una espiga alta y dorada. Esta fecundidad es un regalo para Mario, pero este reconocimiento es el regalo de Mario a ella, fiel amiga.

En la Casa de la Reina y Patrona de Chile

El día 16 es la fiesta de la Virgen del Carmen, Patrona de Chile, a quien Mario profesaba un cariño especial. La Familia de Schoenstatt quiso ir a su templo recién restaurado. En la Plaza de Armas, centro de la ciudad de Santiago, está la primera parroquia histórica de todo Chile. Pero debido a que éste es un país donde se producen frecuentes terremotos, la capilla había sufrido fuertes embates y estaba cerrada desde hacía muchos años. En esta ocasión fue abierta de nuevo con la entronización de la imagen de Nuestra Señora del Carmen en su primera casa. El templo lucía hermoso, en todo su esplendor, en homenaje a la Madre de todos. Un grupo de schoenstattianos quiso ser el primero en ir a ofrecer los exigentes trabajos del proceso de canonización hecho en Chile. Al mediodía, después de la solemne Sta. Misa presidida por el Señor Cardenal Errázuriz, se acercaron en silencio para hacer la ofrenda. Había allí un Vicario Episcopal a quien le comentaron el gesto que harían. Él los acompañó y explicó a las personas que se quedaron en oración quién era Mario Hiriart y el sentido de esa ofrenda. El P. Carlos Cox leyó el siguiente texto extraído del diario de Mario:

"En el día de la Virgen del Carmen fue fundado nuestro Instituto (de los Hermanos de María) ¡Qué fecha, Madrecita, para dar nacimiento a una obra! Y qué sugestivo que fuese fundado en el día en que tú, como Virgen del Carmelo, eres aclamada como la Reina de nuestra patria.

También en este día comienzo mi noviciado, el día de la Virgen del Carmen, Patrona de Chile. La sangre que Cristo ha derramado sobre mí – su cáliz vivo – me conduce en torrente incontenible hacia esa realización del Instituto: cada vez siento más fuerte en mí la vocación, sé más claramente que tú me escogiste para esta misión, y me diste una responsabilidad inmensa. Todo esto emerge del 16 de julio hacia una vida nueva.

¡Tendría tantas cosas que decirte en este Santuario, Madrecita! Tan sólo hablarte de la sangre de tu Hijo que hace latir mi corazón, llenaría horas enteras... Pero tal vez lo mejor sea estar ante ti, simplemente en silencio, para alimentarme con tu mirada y tu presencia, que me hablan de tu Hijo y me conducen a él. Ayúdame a ser digno de la sangre de Cristo que él renueva en mí cada mañana.

Hoy, en tu día, Madrecita mía, bajo la invocación de Nuestra Señora del Carmen, Patrona de Chile, quisiera simplemente hacer un acto de gratitud. Gracias, por esa festiva Eucaristía con el texto nuevo en la festividad de la Virgen del Carmen dado especialmente para Chile, en el cual la lectura de Judith te canta: ‘Tú, honra de nuestra nación...’ y el evangelio de tu visitación a Isabel termina con el Magníficat."

Cuenta uno de los participantes: "Pues, hicimos justamente eso, rezamos juntos el Magníficat. Y al levantar la mirada ¡el templo estaba lleno, con muchas personas de pie en el fondo! ¡Todos escuchando la explicación y participando de la oración! La santidad oculta de Mario se va haciendo clara epifanía para muchos".

Memoria, Misa y Mesa

Ya en la tarde del sábado 17, junto al Santuario de Bellavista, cuna espiritual de Mario, se reunieron para proyectar los pasos futuros. Hacer memoria es agradecer el camino vivido y afianzar las raíces para el crecimiento que vendrá. Unas 100 personas se dieron cita allí y con ayuda de una presentación en PowerPoint hicieron memoria visual y gráfica de estos nueve años transcurridos entre los primeros pasos del proceso y esta culminación. Cuando pasaron a la Iglesia del Espíritu Santo para celebrar la Eucaristía, llegaron trece sacerdotes para concelebrarla, muchos de los cuales compartieron momentos de su vida con Mario. Sin duda, él estaría gozoso de esta amistad nutrida en el tiempo fiel, y de encontrarse hoy en torno al Cáliz. Todo culminó peregrinando a su tumba, donde su grupo de vida "Caballeros del Santo Graal" regaló a Mario y a todos un gesto conmovedor. La bandera del grupo había sido enterrada con Mario, envolviendo su ataúd hace 39 años, cuando volvió de Milwaukee a Chile. Así, el mástil que la portaba siempre ingresaba solo en las procesiones con banderas. Un mástil erguido, austero, que sin embargo era siempre un grito de la presencia de Mario. En este día los Caballeros ofrecieron una nueva y reluciente bandera, idéntica a la original. Todo el día 15 había permanecido sobre el altar del Santuario, custodiada por la oración de algunas personas. Ahora era bendecida por el P. Patricio González, miembro de aquel grupo amado. Ya de noche, cuando se siente caer el intenso rocío, compartieron la alegría de una fiesta familiar con torta de festejos, como corresponde a todo cumpleaños... ¡y éste de Mario ocurre en el cielo y en la tierra!



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Last Update: 17.08.2004 Mail: Editor /Webmaster
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