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 published: 2004-03-12

"Es de ustedes: pueden construir un Santuario, una escuela, un hospital, un consultorio..."

Nace Schoenstatt en la diócesis de Butembo, Congo

Reunión de la familia de Schoenstatt de Butembo, Congo

Meeting of the Schoenstatt family of Butembo, Congo

Treffen der Schönstattfamilie von Butembo, Kongo

 
 

Charlotte y Prosperina, miembros del Instituto Secular Nuestra Señora de Schoenstatt

Charlotte and Prosperine, members of the Institute Our Lady of Schoenstatt

Charlotte und Prosperine, Mitglieder des Säkularinstituts der Frauen von Schönstatt

 
 

P. Claudio Jeria, de Bujumbura, Burundi, chileno

Fr. Claudio Jeria, from Bujumbura, Burundi (Chile)

P. Cláudio Jeria aus Bujumbura, Burundi, Chilene

 
 

Mons. Melquisedec, obispo de Butembo

Bishop Melquisedec of Butembo

Bischof Melquisedec von Butembo

 

Catedral de Butembo

Cathedral of Butembo

Dom von Butembo

 
 

Encuentro en una ermita de la región

Meeting by a wayside shrine of the region

Treffen bei einem Bildstock im Stil der Region

 
 

La familia de Schoenstatt construirá una ermita semejante en verano

The Schoenstatt family will build a similar wayside shrine in summer

Im Sommer soll im ähnlichen Stil ein Schönstatt-Bildstock entstehen

 
 

Bendición de imágenes peregrinas

Blessing of Pilgrim MTA's

Bilder der Pilgernden Gottesmutter werden gesegnet

 
 

Una hermana de Chile en Butembo

A Sister from Chile works in Butembo

Eine Ordensschwester aus Chile mitten im Kongo, in Butembo

 
 

Que Schoenstatt crece...

May Schoenstatt grow..

Dass Schönstatt hier wachse…

Fotos: Jeria © 2004

 

 

 

CONGO, P. Claudio Jería. En Butembo, Congo, nació el Movimiento de Schoenstatt gracias a la entrega de dos miembros del Instituto Ntra. Sra. de Schoenstatt: Charlotte y Prosperina. Son dos congoleñas muy activas y entregadas, y hacen todo lo posible para que Schoenstatt pueda echar raíces en estas tierras.

Movieron cielo y tierra para que llegara alguien de la Central del Movimiento en Burundi - el P. Claudio Jería - a visitarlas en febrero de 2004. Butembo está a 1.900 mts. de altura. Es una gran ciudad con 500.000 habitantes. No tiene ni una sola calle pavimentada. La guerra, la mala administración centralizada de Mobutu (1967-1997) han hecho que esta región no tenga los elementos necesarios para el progreso. Y sin embargo, ¡Butembo tiene una universidad con 700 estudiantes!

La situación en el Congo y en el África central

Viajar por esta región no es fácil pues toda la zona está fuertemente marcada por la inseguridad. Cuando el P. Claudio volvía del Congo hubo una rebelión en Bukavu que fue - gracias a Dios - sofocada. Sin embargo, se vive siempre con el alma pendiente de un hilo, anhelando que las cosas cambien,... ¡para mejor!

El origen de todas estas guerras son las ambiciones económicas, pues el Congo es un país muy grande y muy rico en recursos de todo tipo. Y muchas veces no son los países invasores los que hacen ganancia con estas guerras, sino individuos (enquistados en estructuras del poder, o amigos de éstas) que provocan la guerra para hacer sus negocios privados, sin importarle las víctimas ni la dignidad del país afectado.

Hace poco, los obispos del Congo publicaron una carta abierta donde piden ayuda para que estas cosas cambien. L'Osservatore Romano en italiano y la Radio Vaticana (26/2/04) denunciaron la masacre de civiles en la región de Katanga (al menos 100 civiles desarmados fueron masacrados según la noticia confirmada por la MONUC [Misión de observadores de las Naciones Unidas para el Congo]) y citan un memorándum reciente de los obispos del Congo dirigido al Secretario General de la ONU, Kofi Annan, donde dicen: «Cinco años de conflicto en la región de los Grandes Lagos del Africa, tres millones de muertos: "¡Basta"! » «Ha llegado el momento de realizar una conferencia internacional sobre la Región de los Grandes Lagos bajo la dirección de las Naciones Unidas y de la Unión Africana». En ese memorándum los obispos proponen una serie de medidas para pacificar la región. Los obispos denuncian la continuación de los combates en la zona oriental del Congo a pesar de los acuerdos entre los gobiernos y los beligerantes.

Los "países agresores", denuncian los obispos, son manipulados por las potencias extranjeras que aportan su apoyo político, financiero y militar. Así favorecen la circulación de una "cantidad de armas impresionante" que alimentan el conflicto y son una "fuente permanente de inseguridad".

Los obispos piden que la ONU lleve a los beligerantes a firmar una declaración solemne de paz que conlleve un compromiso de desmovilización de los grupos armados aún en acción, previendo al mismo tiempo sanciones para aquellos que recomiencen las hostilidades y poner fuera de la ley a los responsables de la violación de los acuerdos, llegando incluso a la posibilidad de hacerlos comparecer delante de la corte penal internacional.

Preocupados de la situación de la población, los obispos desean una conferencia cumbre de la ONU para poner fin a la dilapidación de los recursos económicos congoleños. Proponen al mismo tiempo la creación de un fondo internacional de solidaridad para reconstruir hospitales, casas, e infraestructuras destruidas por la guerra. Finalmente recomiendan los obispos la creación, siempre bajo la égida de la comunidad internacional, de una instancia de consulta regular entre los jefes de Estado de Ruanda, Burundi, Uganda y de la República Democrática del Congo.

Un Movimiento naciente y muy empeñoso

Cuando desciende del avión, en Butembo, el P. Claudio se encuentra a boca de jarro con ¡el obispo del lugar!, Monseñor Melquisedec, que, junto con Charlotte, ha ido en persona a buscarlo para que todos los trámites se efectúen con rapidez. Así es como en pocos minutos se instalan en su auto, y parten rumbo al obispado. El P. Claudio es su huésped de honor. En verdad, no esperaba tanto.

Charlotte y Prosperina habían preparado todo un programa. Por las mañanas, reuniones para hablar de cuestiones metodológicas y pedagógicas. Las tardes estaban dedicadas a los miembros del Movimiento: unas 30 personas (de todas las ramas: poquitos, pero bien decididos) que seguían con mucha atención todas las charlas.

Los encuentros con el Movimiento (fueron cuatro) comenzaban siempre con media hora de adoración. Después se cantaba el Himno del Movimiento, una charla de una hora (precedida de algunos cantos acompañados con guitarra para animar los corazones), preguntas diversas, y rezo del rosario.

Los temas tratados fueron: 1. La historia del Movimiento de Schoenstatt 2. La organización (ramas) del Movimiento 3. João Pozzobon y la Virgen Peregrina 4. La espiritualidad de la Alianza de Amor 5. El tiempo como sacramental y la celebración del 18.

La jornada del domingo fue más larga. Hubo adoración (1 hora), y una pequeña charla del Padre Lorenzo (él se preocupa sacerdotalmente del Movimiento, encargado por el obispo) sobre la Alianza en la Biblia, y una charla del P. Claudio sobre la espiritualidad de la Alianza en Schoenstatt. Después se celebró la Sta. Misa (con bendición de imágenes de la Virgen Peregrina), y finalmente una sencilla reunión donde servían algo parecido a las "berlinesas" y otras cosas como "empanadas fritas" (zambuzas). Había además bebidas gaseosas (Fanta, Coca-Cola).

El lunes en la mañana, conversaciones personales con todos los que querían, y el intercambio diversos sacerdotes y hermanas de la diócesis, encuentros con Charlotte y Prosperina, conocer sus casas y sus familias, todo esto ayudó a entender más la misión de Schoenstatt en Congo.

Butembo es una diócesis que promete

Butembo es una diócesis con 80 % de católicos, de 45 mil km2 (Burundi tiene 27.816 km2, Suiza tiene 41.285 km2) con dos millones de habitantes, 33 parroquias y 160 sacerdotes diocesanos. Hay también un número no conocido por el P. Claudio de religiosos y religiosas, pero en todo caso, sólo una comunidad de religiosas que estaban en el obispado: las pequeñas Hermanas de la Presentación de la Virgen son 350, repartidas en mil tareas de la diócesis. El seminario mayor (filosofía y teología) suma más de 150 seminaristas (hay una pequeña parte que pertenece a otras diócesis).

Butembo es grande, pero no tiene energía eléctrica (aún). Sí, hay que agregar aún, pues ya llegó a algunas calles y a algunas casas. Puede ser que de aquí a un año o dos (todo depende del desarrollo de los acontecimientos políticos y de la guerra) llegue la tan ansiada electricidad, y con ella, un elemento importante del progreso.

La gente de esta región es natural de las montañas, es gente de esfuerzo; pero sin apoyo externo y el mejoramiento de las condiciones externas no podrán progresar. El Padre que trabaja con la juventud decía que uno de los problemas graves de la juventud de la diócesis es el desempleo, y también la readaptación de los niños que han luchado en las guerrillas (los niños-soldados), que ahora vuelven a sus casas.

Un terreno para el Santuario

El obispo de Butembo es muy mariano, y estima mucho a Schoenstatt. Ha estado en Schoenstatt, y le agrada el Movimiento. Incluso, hace muy poco, acaba de regalar un terreno para construir el Santuario. "Es de Uds.", dijo, "ahí pueden construir un Santuario, una escuela, un hospital, un consultorio, etc. lo que quieran. Es de Uds.". Se trata de una colina muy linda y grande, donde se podrían construir varios edificios. Es muy posible, por lo tanto, que con el apoyo del Instituto Ntra. Sra. de Schoenstatt, pueda nacer el primer Santuario en el Congo...

De: La Estrella Misionera, Carta del P. Claudio Jería, Burundi. También en francés y en alemán.



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Last Update: 12.03.2004 Mail: Editor /Webmaster
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