Del 8 de diciembre de 2003 al 8 de septiembre de 2004: Todo por la Madre de la Iglesia, todo por la Madre Iglesia From December 8, 2003, to September 8, 2004: All for the Mother of the Church, all for the Mother Church. Vom 8. Dezember 2003 zum 8. September 2004: Alles für die Mutter der Kirche, alles für die Mutter Kirche. Foto: Avarena © 2003
El terreno de Belmonte The land at Belmonte Das Gelände in Belmonte
Ya un lugar de gracias Already now a place of grace Schon jetzt ein Gnadenort Fotos: Bühler © 2003
Llenar las tinajas Filling the jars Die Krüge füllen Foto: Avarena © 2003
"He aquí nuestra agua, necesitamos tu Vino!" "Here is our water, we need your wine!" "Hier ist unser Wasser, wir brauchen deinen Wein!" Foto: Macro © 2003

ROMA, P. Alberto Eronti. Colocada la piedra fundamental del Santuario Matri Ecclesiae en Roma, la mirada ya va a la bendición el 8 de septiembre de 2004. Con las primeras ideas para los festejos en Roma los días 7, 8 y 9 de septiembre, crece también la construcción espiritual del futuro Santuario: llenemos las tinajas con el agua de nuestro amor a María y a la Iglesia.

Belmonte, un mes después. Ayer, 8 de enero de 2004, peregriné a Belmonte, mi intención era revivir el acontecimiento del 8 de diciembre y ver las novedades que se habían dado en el lugar. Apenas llegado tuve una sorpresa: todo estaba igual que hace un mes. Es decir, no se veía nada que indicara que ya se habían iniciado las obras del Santuario y de la casa que se construirá en la primera etapa. Enseguida me percaté de dos cosas: primero, que recién ayer terminaron las vacaciones propias de las fiestas de la Navidad, año nuevo y Epifanía; segundo, que sí se había avanzado en el proyecto. Esto último se refiere a la construcción espiritual del Santuario Matri Ecclesiae y a las primeras definiciones de lo que será la gran fiesta en torno al 8 de septiembre.

María, garantía del espíritu del Concilio

En la reunión que se realizó el 31 de diciembre en Schoenstatt (Alemania), y en la que participaron representantes de nuestra Familia, se dieron pasos importantes en lo que toca al espíritu y la organización de los días 7, 8 y 9 del próximo septiembre. En lo que hace al espíritu de la celebración se avanzó en la búsqueda de un lema, que aún no se definió, pero que tiene este contenido: "Todo por la Madre de la Iglesia, todo por la Madre Iglesia". Sin duda que esta expresión contiene el sentir del Padre de la Familia y que él expresara de diversas maneras a su regreso de Milwaukee. Recuerdo que cuando le preguntamos al Padre por su visión del Concilio Vaticano II, él nos dijo que su confianza era mucha porque "los padres conciliares había aceptado la propuesta del Papa Pablo VI, de honrar y nombrar a María con el título de Madre de la Iglesia". En el sentir y pensar de nuestro Padre, la garantía del espíritu del Concilio era María, la Madre de la Iglesia. En este contexto la frase que formularon los miembros de la Familia el 31 de diciembre, responde a esta visión del Fundador. Por eso la consigna es la del origen de Schoenstatt: "…Sería una obra sublime, digna del esfuerzo y la actividad de los mejores, si…lográsemos…un ardiente amor a María, y una inmensa aspiración a la virtud…, como no la hubo jamás…" (Acta de Fundación, nº 3). ¡Amor a María! Pero, por eso mismo, ¡amor a la Iglesia! El amor dado a María ha de ser cada día más un amor dado a la Iglesia. María y la Iglesia son inseparables, desde lo alto de la Cruz, Trono del Rey, Jesús ató a su Madre a la Iglesia y a la Iglesia a su Madre en una alianza de amor inalterable. (Juan. 19,26-27)

El símbolo de la conquista: las tinajas

Este amor, dado a María, es nuestro Capital de Gracias. Por ello el símbolo, que ya se usara el 8 de diciembre, será también el del 8 de septiembre: las tinajas. En el Evangelio de San Juan leemos: "Había allí seis tinajas de piedra…Jesús dijo: llenad las tinajas de agua…" (Juan. 2,6-7) ¡He aquí lo que pretendemos!, llenar las tinajas con el agua de nuestro amor a María y a la Iglesia. Sólo Jesús puede transformar el agua de nuestro amor en el vino de su amor sin medida. Por eso queremos ser obedientes a Jesús y con María y la Iglesia decirle a El: "He aquí nuestra agua, necesitamos tu Vino".

Será esta nuestra manera de responder a nuestra Madre tres veces Admirable, quien nos vuelve a decir: "No se preocupen por la realización de su deseo. Amo a los que me aman. Pruébenme por hechos que me aman…Ahora tienen para ello la mejor oportunidad". Será nuestra manera de asemejarnos al Padre que quiso como epitafio una afirmación que nos compromete: ¡Amó a la Iglesia! Por eso: "¡Todo por la Madre de la Iglesia, todo por la Madre Iglesia!".

Vigilia, Bendición, Audiencia en Castelgandolfo

En lo que hace al programa de esos días, hay algunas ideas coincidentes que ya se están intentando implementar. Los tres eventos fundamentales serían los siguientes: Al atardecer del día martes 7 de setiembre: una vigilia junto a la tumba de San Pedro, posiblemente en los jardines vaticanos. Recordemos que el Padre Fundador habló de "construir un Santuario en la ciudad de los Papas". El día 8 por la tarde será la bendición del Santuario Mater Ecclesiae, en Belmonte. Esperamos la asistencia de autoridades de la Iglesia y de dirigentes y miembros de Movimientos eclesiales y Comunidades Nuevas. Luego tendría lugar la cena y fiesta familiar. El día 9 por la mañana sería la peregrinación a Castelgandolfo para la audiencia privada de la Familia con el Santo Padre, y luego la Misa final en un lugar cercano. Esta Misa de envío, a la que no asistiría el Santo Padre, tendrá el sentido de renovar nuestro compromiso con la Iglesia y partir "hacia los confines del mundo" para hacer realidad en cada Iglesia local el espíritu de lo vivido.

El equipo organizador de la peregrinación alemana a Roma, está viendo la posibilidad de ofrecer los servicios de la sucursal Roma de la Agencia para grupos que vengan de otros países, sea de Europa u otro continente. De poder lograrlo se informará lo antes posible, ya que eso significa alojamiento y transporte asegurados.

"Danos tus ojos de Madre, ojos de misericordia, para que nuestro amor a Cristo, a la Iglesia y al mundo sea semejante a tu amor inmaculado y fiel"

Ayer, en la primera audiencia general del 2004, el Santo Padre habló sobre la maternidad divina de María. Tras los bellos pensamientos que regaló a más de 4.000 peregrinos, el Papa manifestó sus augurios para el nuevo año de esta manera:

"Este es mi deseo para todos vosotros…, apoyados y confortados por la protección materna de María, podremos contemplar con nuevos ojos el rostro de Cristo y caminar decididamente por las sendas del bien…"

Nosotros, comprometidos en la "acción apostólica más grande", la construcción del Santuario en Belmonte, deseamos "ser alumnos en la escuela de María" y a Ella le pedimos: "Madre danos contemplar con nuevos ojos a Cristo, a la Iglesia y al mundo. Danos tus ojos de Madre, ojos de misericordia, para que nuestro amor a Cristo, a la Iglesia y al mundo sea semejante a tu amor inmaculado y fiel".