 |
 |
Bendición del Santuario de Schoenstatt en Frederico Westphalen, Brasil: Puerta del Cielo Blessing of the Schoenstatt Shrine in Frederico Westphalen, Brazil: Portal of Heaven Einweihung des Schönstatt-Heiligtums in Frederico Westphalen, Brasilien: Pforte des Himmels |
|
 |
|
Procesión de entrada con la MTA Entrance procesión with the MTA picture Einzug der MTA |
|
 |
|
Mons. Zeno Hastenteufel, obispo de Frederico Westphalen Bishop Zeno Hastenteufel von Frederico Westphalen Bischof Zeno Hastenteufel von Frederico Westphalen |
|
 |
|
Se abre la puerta del cielo... The portal to heaven is open... Das Tor zum Himmel ist offen… |
|
 |
|
Un angelito llevando una azucena A little angel bringing a lily Ein Engelchen bringt eine Lilie für Maria |
|
 |
|
El obispo, con los sacerdotes, en el Santuario The bishop, with the priests, in the Shrine Der Bischof und die Priester im Heiligtum |
|
 |
|
Con entusiasmo, la gente saluda a la Mater en el nuevo Santuario With enthusiasm, the people are greeting the MTA in the new Shrine Mit ausgestreckten Armen grüßen die Menschen die Mutter und Königin im Heiligtum. Fotos: Ir. Nanci Meister © 200
|
|
|
Brasilia, Hermana Mathilde Mang. El 5 de octubre de 2003, el obispo Zeno Hastenteufel bendijo en la ciudad de Frederico Westphalen / RS el vigésimo Santuario de Schoenstatt en Brasil. Participaron muchos peregrinos de la propia diócesis, de las diócesis vecinas así como también de estados más alejados de Río Grande do Sul. Llegó gente de Porto Alegre, de Santa Cruz do Sul y de Santa María, como también de otros estados: Santa Catarina, Paraná y São Paulo.
Considerando la gran extensión territorial de Brasil, muchos peregrinos tuvieron que hacer un largo viaje en ómnibus. Hubo algunos que viajaron 15 horas para llegar al nuevo Santuario. Muchos sacerdotes peregrinaron con sus parroquias, incluso hubo varios sacerdotes de Schoenstatt, representantes del gobierno del estado y de la municipalidad.
Concurso de vitrinas con la imagen de la Mater.
La Familia de Schoenstatt de la diócesis de Frederico Westphalen preparó la bendición del Santuario con mucho afán, sacrificios y capital de gracias. En toda la ciudad se fijaron carteles anunciando la bendición varias semanas antes. Fue muy original el llamado a concurso de vitrinas; "¿Quién tiene la vitrina más bonita con la Mater?" Esto generó un ambiente armónico y religioso en la ciudad. Cada negocio, incluso los más chicos, se esmeraron en participar. En todas las vitrinas se podía descubrir la imagen de la Mater muy bien adornada con flores, corazones, telas de colores, etc. El primer premio lo obtuvo un negocio chico, donde una niña de la juventud de Schoenstatt que trabaja ahí como vendedora, adornó el cuadro de la Mater en un trono muy lindo. En la ciudad se pusieron muchos letreros para que los visitantes encontraran fácilmente el camino hacia el Santuario. En la preparación se temió también por el clima. Hubo algunos días de copiosa lluvia y el pronóstico no presentaba las mejores perspectivas.
Y llovía y llovía.
Las festividades de la inauguración empezaron en la víspera, el 4 de octubre, con un recital de canto del P. Antonio María Borges. Este acontecimiento se realizó en un gran auditorio de un colegio en la ciudad. El día de la bendición, el 5 de octubre, comenzó a llover a la mañana temprano. La Familia de Schoenstatt repartió el trabajo de preparación y de la fiesta misma, a los grupos y a las ramas. Así a la mañana llegó el último arreglo de flores y también se levantó el estrado para la Santa Misa... y seguía lloviendo. El camino de acceso al Santuario se transformó en un río de barro rojizo. Con gran confianza se hicieron las peticiones al cielo.
En la ciudad había muchos miembros de los grupos de Schoenstatt dirigiendo a los peregrinos que iban llegando. Indicaban el camino a los ómnibus hacia la catedral y estaban dispuestos a dar informaciones en las calles. Como distintivo llevaban un delantal azul y una tarjeta identificadora con su nombre. Al mediodía cesó la llovizna. El cielo permanecía cubierto. No hacía ni frío ni calor. Un viento suave ayudó a que el barro se secara un poco, para que los vehículos pudieran llegar hasta la mitad del camino hacia el Santuario. Muchos peregrinos hicieron el largo camino a pie.
Una puerta de azucenas - una puerta al cielo.
Ahora la Diócesis tiene un Santuario
El matrimonio pionero que hace muchos años comenzó con Schoenstatt en esta diócesis, llevó la imagen de la Mater acompañada por dos niños vestidos de angelitos. El obispo dijo en la introducción: "la Diócesis tiene ahora un Santuario y las alturas máximas están más cerca de la Virgen". Se refería a que este es el Santuario Diocesano que está construido en un monte alto para esta región. Al final se le dio al obispo la llave del Santuario y él lo abrió. Antes de las Lecturas fue llevada la Biblia con una coreografía ejecutada por dos angelitos.
Aquí se reza el Rosario y se renueva la Iglesia por dentro.
Antes de que el obispo Zeno Hasenteufel comenzara la prédica, leyó un mensaje del Santo Padre. En su homilía dijo: "La bendición de este Santuario al final del año de las vocaciones es un signo de lo que se vivió este año en la diócesis. La bendición del Santuario en el año en que el Santo Padre proclamó el año del Rosario y en el mismo mes de sus 25 años de su pontificado es un símbolo de que aquí se reza mucho el Rosario y que se rezará en el futuro. Aquí se peregrina para rezar. La bendición del Santuario contribuirá a la renovación de cada capilla en la parroquia. El Movimiento de Schoenstatt puede ayudar a cada comunidad, especialmente con la Pastoral de las parroquias"
Se abre la puerta al cielo.
A continuación se realizó la consagración del Santuario. Se colocaron, a la derecha y a la izquierda, sendas cruces de piedras semipreciosas: amatistas. Simbolizan a los doce apóstoles y también el sudor del trabajo del pueblo de esta región. Para las ofrendas unos niños vestidos como angelitos presentaron un Rosario como símbolo de los aportes al capital de gracias que se hicieron en el tiempo de preparación, con la petición que aquí fluya eternamente el capital de gracias. Después de la Santa Comunión se procedió a bendecir el Tabernáculo. Allí se reservó el Santísimo. El cuadro de la Mater fue llevado al altar y se bendijo. Poco después sonó por primera vez la campanita. Hubo un gran aplauso. Se elevaron globos azules y blancos. Después de la bendición final se anunció que se abriría la puerta al cielo y que todos estaban invitados a visitar el Santuario. El Movimiento organizó muy bien la visita al Santuario para que la gran cantidad de peregrinos lo pudiera ver con calma.
Al servicio de la Iglesia Local.
Hubo una señal de amor muy especial del cielo: durante la ceremonia, a la tarde, no llovió. La construcción del Santuario "Tabor Porta Coeli" está terminada y la consagración es la señal de que la Familia de Schoenstatt está al servicio de la Diócesis y a disposición de toda la Iglesia.
Traducción: Gabriela Kyling, Valdivia, Chile