Una experiencia de Santuario.La Familia de Hungría visita el Santuario de Viena |
AUSTRIA/HUNGARÍA, imk. La Familia de Schoenstatt en Hungría está en camino de conquistar su primer Santuario, por lo que sintió la necesidad siempre creciente de conocer "in situ" un "auténtico" centro Schoenstattiano. Así fue como se multiplicaron los participantes de la peregrinación al Santuario de Viena. El sábado 20 de septiembre de 2003 llegaron al Santuario situado en Kahlenberg unas doscientas personas - de ellas cien eran niños - en dos ómnibus y muchos autos particulares. La idea de realizar esta peregrinación fue de Erika Varga. Ella y su esposo asumieron la responsabilidad por la conquista espiritual del Santuario de Schoenstatt en Hungría. El motivo de la peregrinación al Santuario de Viena era pedir por una buena preparación en la conquista de su primer Santuario. Ellos dijeron: "Nuestra meta era rezar en el Santuario y pedirle a nuestra querida Madre que se ocupe Ella de prepararnos para la conquista del primer Santuario en Hungría. Quisimos que aquellos que no conocían un Santuario de Schoenstatt, tuvieran un encuentro con él y percibieran la fuerza espiritual que hay allí". Un cálido recibimiento.Es habitual que cuando hay grandes e importantes acontecimientos en el Santuario de Kahlenberg, haya viento, lluvia y tormenta, pero ésta vez el lugar se vistió con sus mejores galas otoñales, con el brillo de un cálido sol. A las 11.30 de la mañana, Rita y Roberto Godany, los responsables del Movimiento de Schoenstatt en Hungría, ya estaban preparados para recibir a los peregrinos. Un poco después de las 12.00 entraron los ómnibus, y la campana del Santuario repicó saludando a los peregrinos. Como es costumbre en Hungría, hubo que tomarse tiempo para saludar y hacer las presentaciones correspondientes de los matrimonios austríacos que llegaron para vivir en común este gran día con los "amigos húngaros". "Todos nos han saludado muy amablemente a pesar de que nadie nos conoce", dice una señora muy impresionada por el cariñoso recibimiento. Una gran sorpresa fue encontrar al P. Beller, a quien se suponía en Alemania. Un regalo valiosoLos peregrinos se acercaron al Santuario con su bandera. Los niños llevaban banderines con los colores nacionales: rojo, blanco y verde. A la Mater le llevan un regalo, podría decirse que pequeño, pero sin embargo lleno de significado: una maqueta del Santuario en la que adhirieron pequeñas piedras que representan los sacrificios hechos por el anhelado Santuario en Hungría. Durante la Sta. Misa renovaron su consagración. En ella le entregaron a la Madre tres Veces Admirable las necesidades de su patria: los matrimonios y las familias separadas, la juventud sin meta, la pérdida de valores en el trabajo, el entorno pagano, las actuales corrientes que dificultan la búsqueda de la verdad. Con fe y confianza siguen rezando: "Creemos que si la Divina Providencia permite esta desintegración, de las ruinas surgirá nueva vida. Edúcanos y fórmanos como instrumentos aptos en tu mano. Te lo pedimos: si está en tus planes, regálanos hogar en un Santuario en Hungría" "No te olvides de los pobres de Hungría"Concelebraron la Eucaristía el P. Gellert OSB de Tihany, quien participa generalmente con sus cohermanos en la Sta. Misa en Óbudavár, el P. Lászlo, quien está muy unido a la Familia de Schoenstatt en Sopron, y el P. Beller. Antes de la bendición final el P. Beller dirigió algunas palabras a los peregrinos – parte en alemán, parte en húngaro - para gran alegría de las familias. Invitó a los matrimonios a que en la pausa del almuerzo fueran como pareja al Santuario para intercambiar unas palabras con la Mater. Al finalizar la Sta. Misa se vivió un momento indescriptible: los peregrinos húngaros, niños y adultos y sus hermanos austríacos, rodearon el Santuario con sus banderas y formando un corazón entonaron el himno nacional antiguo (del tiempo del Reino de Hungría), un canto mariano, que es una oración apremiante. "Gran patrona nuestra, no te olvides de los pobres de Hungría". Y aquellos que no entendían la letra, percibían en la melodía y en la atmósfera solemne y seria a un pueblo que eleva su plegaria hacia el cielo. El Santuario en Hungría, ¡cambio de planes!Después del almuerzo se realizó un encuentro informativo sobre el estado actual de la construcción del Santuario. En los meses pasados los responsables de la obra del Santuario tuvieron que dejar a un lado los planes existentes para entregarse a nuevas reflexiones, pues en el lugar previsto para su construcción y la de un centro de formación, solo se permiten construir dependencias de servicio rurales: como establos, graneros, etc. Los arquitectos (un matrimonio que pertenece al Movimiento), explicaron el nuevo proyecto: la construcción se realizará en el pequeño pueblo de Obudavar, donde ya existe desde hace años una casa que sirve como sede del Movimiento. El Santuario será construido en una pequeña elevación del terreno. "Un santuario nunca se termina de construir"Tres matrimonios austríacos schoenstattianos contaron como se construyó el Santuario en Kahlenberg y de la vida surgida en torno a éste. "El Santuario nunca se termina de construir", explica a los peregrinos la familia Rammerstorfer, representantes oficiales de la Familia de Schoenstatt en la diócesis de Viena. Ellos conocieron el Santuario cuando éste ya estaba construido. Si ya todo estaba hecho, entonces ¿no había nada más que hacer? Su descubrimiento fue que el Santuario de Schoenstatt es algo vivo, dinámico, una obra que nunca está "acabada". Explicaron que son "co-constructores", a través del Capital de Gracias. Como viven muy cerca del Santuario tienen la posibilidad de visitarlo antes de tomar decisiones, o para entregar todas sus preocupaciones y alegrías. Ella contó que cuando recibió la noticia de que uno de sus hijos tenía una enfermedad grave, su esposo estaba de viaje. "Tomé el auto y me fui al Santuario. Nuestros amigos y las Hermanas rezaron con nosotros. Al día siguiente, cuando yo rezaba en mi Santuario del hogar, me sentí llena de una paz indescriptible. Experimenté palpablemente que Dios nos tenía en sus manos". Un Santuario requiere sacrificiosPara los peregrinos fue emocionante oír a la Sra. Riedl, de la rama de Madres, cuando contó como llenaron de valor la custodia para el Santuario con sus sacrificios cotidianos. En su exposición aludió además a una vinculación especial entre la Familia austríaca y la húngara. Un sacerdote schoenstattiano húngaro, el Padre János Kristóf ofreció su vida a la Virgen por el Santuario de Kahlenberg. Sufrió un serio accidente automovilístico y falleció. Poco después de su muerte se solucionaron todas las dificultades que existan hasta ése momento para la construcción del Santuario. Un sacrificio de enorme valor ofrecido por un sacerdote húngaro al Santuario de Austria. También la Familia magiar está apoyada por el sacrificio de la Familia austríaca: en 1990 fallecieron en un accidente en Hungría Waltraud Gamper, sus hijas Sonia de 21 años y Anna de 6 años. El matrimonio Gamper pertenecía al Instituto de las Familias. Erika y Károly Varga concluyeron: "Es evidente que un Santuario de Schoenstatt nos regala mucha fuerza y amor, pero también requiere sacrificios" Una multitud en la SanteríaEl Santuario fue visitado durante todo el día. Después de las exposiciones hubo un verdadero tumulto para entrar al Santuario. Alguien expresó: "Hoy hemos experimentado el Santuario. Hemos escuchado como la Familia austríaca vive del y con el Santuario. Hemos recibido una confirmación de aquello que nosotros experimentamos en el Santuario del hogar". La Santería fue "asaltada", porque todos querían llevar a casa algo tangible "de este lugar especial". Se tomaron muchas fotos en grupo, porque seguramente uno u otro no van a salir en todas y cada uno quería asegurarse una fotografía. Mientras tocaba la campana del Santuario en son de despedida, se oían cálidas palabras de gratitud de los peregrinos, saludos, ademanes de adiós y así partieron los ómnibus de regreso a Budapest. Algunas familias que habían viajado en auto ayudaron todavía a colocar los bancos en su lugar, clara señal de que se sintieron totalmente en casa en el santuario de Kahlenberg. Seguramente la Familia de Hungría se alegra si recibe algún eco. La familia Godány (schoenst@mail.matav.hu) y la familia Varga (vrgkrly@drotposta.hu) reciben todas las noticias.Traducción: Hna Adriana Ortiz, Schoenstatt |
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Last Update: 10.10.2003
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