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 published: 2003-09-19

Una pedagogía de la fe

Acentos estratégicos del Padre Kentenich destacados en el corazón de la Iglesia, orientan la pastoral de Schoenstatt

Encuentro de responsables diocesanos de la Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina en Argentina: el Papa, como el Padre Kentenich, destaca el rol de los laicos, y de las familias - en camino a la santidad

Meeting of diocesan coordinators of the Schoenstatt Rosary Campaign in Argentina: the Holy Father, and Father Kentenich, emphasize to role of lay persons, and families - on their way to holiness.

Treffen von Diözesanverantwortlichen der Kampagne der Pilgernden Gottesmutter in Argentinien: der Papst betont wie Pater Kentenich die Rolle der Laien und der Familien - auf dem Weg zur Heiligkeit.

Foto: Badano © 2003

 

 

 

ROMA, P. Alberto Eronti. Acabamos de celebrar, en el sentido litúrgico de la palabra, el "paso" de nuestro Padre y Fundador a la Casa que es la Trinidad. La fecha, las lecturas que voy haciendo y lo que escucho en el corazón de la Iglesia, me han hecho percibir tres acentos en las intervenciones del Papa, de los Cardenales y Obispos de la Curia Pontificia.

El "telón de fondo" es el problema de la fe. "Una gran mayoría de los bautizados no tiene una fe sólida, esta carencia es como una debilidad de la raíz", afirmaba el Cardenal Ratzinger. Este tema no ha sido "lateral" en la historia de nuestra Familia, todo lo contrario. El Fundador repitió reiteradamente que "Schoenstatt es hijo de la fe práctica en la Divina Providencia". De aquí que desarrollara, a la luz y en la fuerza de la Alianza de Amor con María en el Santuario, una original pedagogía de la fe. Esta pedagogía le llevó a poner acentos estratégicos. Estos acentos son parte de una estrategia amplia y vertebrada desde el llamado "misterio de Schoenstatt". Pues bien, algunos de estos "acentos" son hoy remarcados con insistencia por el Santo Padre y muchos de sus colaboradores más cercanos, como también por la Exhortación Apostólica "Ecclesia in Europa". Quiero referirme a tres de ellos porque creo que confirman y orientan nuestra propia estrategia pastoral.

La santidad es la Palabra hecha carne, hecha vida...

La santidad. Es un tema en el cual el Papa ha insistido intensamente. Como escribí en otra oportunidad, no hay que oír sólo lo que Juan Pablo II dice: hay que ver también lo que hace. En él, palabras y gestos forman a menudo una unidad pedagógica. Si es el Papa que más beatificaciones y canonizaciones ha realizado en la historia de la Iglesia, no lo ha hecho "por gusto", sino para enviar un mensaje a la Iglesia toda: la santidad es la Palabra hecha carne, hecha vida en la vida del hombre. Se trata de la bienaventuranza que Jesús anuncia al exclamar: "Dichosos más bien los que oyen la Palabra de Dios y la guardan" (Lc. 11,28). Nuestra Familia ve y considera la santidad de la vida, como una de las pruebas de amor a María. No es algo optativo, es un compromiso que brota de la alianza bautismal y que nosotros reasumimos en la alianza de amor con la Virgen en el Santuario. Hoy el anuncio más creíble del Evangelio es la santidad del discípulo de Jesucristo. En el documento sobre Europa escribe el Santo Padre: "Europa reclama evangelizadores creíbles, en cuya vida… resplandezca la belleza del Evangelio", y más adelante continúa diciendo, "El hombre contemporáneo escucha más a gusto a los que dan testimonio que a los que enseñan, o si escucha a los que enseñan es porque dan testimonio. Por consiguiente hoy son decisivos los signos de la santidad: ésta es un requisito previo esencial para una auténtica evangelización". (Nº 49). Y luego hace una clara referencia a la santidad de la vida diaria, cuando escribe: ¿Cómo no pensar en los innumerables hijos de la Iglesia que, a lo largo de la historia del Continente europeo, han vivido una santidad generosa y auténtica de forma oculta en la vida familiar, profesional y social? Todos ellos como piedras vivas,… han construido Europa como edificio cultural y moral, dejando a la posteridad la herencia más preciosa" (n.14).

Teniendo en cuenta lo dicho, hemos de concluir que la santidad tiene en María su expresión mayor en la vida de la Iglesia. En Ella "la Palabra se hizo carne". ¿Qué Palabra?, ¡La Palabra del Padre, su Hijo Jesucristo!. Quizás nos hemos acostumbrado demasiado a ver la santidad como un esfuerzo ascético de renuncias, que lo es, pero no debiéramos olvidar que la santidad es antes que nada un esfuerzo ascético para "adquirir" la comunión e intimidad con el Padre en su Hijo. Jesús lo dice así: "Si alguno me ama, guardará mi palabra, y mi Padre le amará, y vendremos a él y haremos morada en él" (Jn. 14,23). He aquí "otra" manera de pensar y definir la santidad: Cuando el Verbo se hace vida (carne) en la vida del hombre, la Trinidad mora en él y su vivir será luz. El Padre Kentenich hace referencia a esto cuando ora:

"Tu Santuario es nuestro Nazaret,
donde el Sol de Cristo irradia su calor.
Con su luz clara y transparente
da forma a la historia
de la Sagrada Familia,
y, en la venturosa unión familiar,
suscita una santidad cotidiana
fuerte y silenciosa"
(Hacia el Padre, Nº191-192)

La misión de los laicos en la Iglesia del nuevo milenio

Una segunda acentuación es la misión de los laicos en la Iglesia del nuevo milenio y su necesaria formación. Esto también ha estado en los orígenes de Schoenstatt. Las Jornadas de Hoerde son el testimonio elocuente de ello y se trata de la respuesta de los primeros Congregantes a la "secreta idea predilecta" de nuestro Padre y Fundador: "Entonces atraeré desde aquí los corazones jóvenes hacia mí, y los educaré como instrumentos aptos en mis manos". El Papa escribe a la Iglesia de Europa (y del mundo): "La aportación de los fieles laicos a la vida eclesial, es… efectivamente, insustituible (por) el papel que tienen en el anuncio y el servicio del Evangelio… ya que por medio de ellos la Iglesia de Cristo se hace presente en los más variados sectores del mundo, como signo y fuente de esperanza y de amor. Y concluye con este apelo: Para ello se necesitan programas pedagógicos, que capaciten a los fieles laicos a proyectar la fe…" (Nº 41). ¡La capacitación de nuestros dirigentes!, se trata de una inversión necesaria y permanente. Esto nos confirma en otra de nuestras líneas estratégicas y hemos de tomar cuenta de ello. Uno de los aportes que el Papa espera de los Movimientos y Comunidades nuevas es la capacitación de sus miembros. La Iglesia los necesita ya, los necesita en el corazón del mundo y en su propio corazón. Si se cayera en la miopía de no valorar esta realidad y su urgencia, la Iglesia a corto plazo, dada la carencia de vocaciones sacerdotales y religiosas, se vería falta de instrumentos aptos para la vivencia y el anuncio del Evangelio.

El papel de la familia en la Iglesia y la sociedad

Como parte de esta estrategia, Juan Pablo II ha vuelto a insistir en uno de sus temas predilectos: el papel de la familia en la Iglesia y la sociedad. El Papa invita a las familias a "vivir como verdaderas iglesias domésticas" (Nº 40) y agrega "tenéis la misión de custodiar, revelar y comunicar el amor, como reflejo vivo y participación real del amor de Dios por la humanidad y del amor de Cristo por la Iglesia… Sois el santuario de la vida,… sois el fundamento de la sociedad, en cuanto lugar primordial de la ‘humanización’ de la persona y de la convivencia civil…, ¡Sed vosotras mismas testimonio creíble del Evangelio de la esperanza! Porque sois gaudium et spes". (Nº 94). Esto nos lleva a interpretar más y mejor por qué el Padre Kentenich llamaba a la Obra de Familias el "fundamento y corona" de la Obra de Schoenstatt, el Papa les dice "sois la alegría y la esperanza" de la Iglesia, porque sois la "iglesia doméstica", nosotros agregamos: "porque sois el Santuario de María, porque estáis llamadas a ser Nazaret".

Los tres acentos que he destacado tienen que ver con nuestra misión: santidad, formación de los laicos y la familia. Se trata de acentos que el Pontífice ve como algo necesario para los desafíos de la Iglesia de las "nuevas playas", por eso son nuestro desafío. Que la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt nos dé desde sus Santuarios, la gracia de realizar esta tarea para la "nueva Europa" y para el "nuevo mundo" que se va gestando en medio de dolores de parto.



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Last Update: 19.09.2003 Mail: Editor /Webmaster
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