Celebrando el día de nacimiento del Padre Kentenich al cielo – y en la tierra15 de septiembre en Schoenstatt |
SCHOENSTATT, mkf. "Felicidades y bendiciones en el día de hoy, 15 de septiembre, día de nacimiento del Padre Kentenich al cielo – y en la tierra", decía uno de los cientos de mensajes que llegaron a lo largo de estos días a Schoenstatt. Lejos de condolerse por la pérdida que significó la muerte del Padre el 15 de septiembre de 1968, la Familia de Schoenstatt celebra este día la presencia siempre viva del Padre y su ingreso a una nueva realidad de ser el Padre de su Familia y más allá: entendiendo todos los idiomas y con tiempo disponible para todos sus hijos a cualquier hora del día (o de la noche), siempre y por siempre. Fue ésta la experiencia de los que participaron en la vigilia del 13 de septiembre y la Misa conmemorativa del 15 de septiembre, a la hora en que el Padre fallecía. Esta fue también la experiencia de quienes gozaron de una peregrinación espiritual a la tumba del Padre, donde el lugar en que el Padre cayera muerto está adornado estos días con una alfombra de claveles y lirios blancos, rodeado de una enorme cantidad de rosas rojas, cartas, rosarios, pequeños símbolos cuyo significado sólo conocen quienes los han colocado allí – y cuatro grandes carpetas llenas de e-mails enviados desde Uruguay y Argentina, Puerto Rico y Polonia, Paraguay, los Estados Unidos, Alemania, Austria, Brasil, Bolivia... La conferencia y homilías de estos días estuvieron centradas en el rostro mariano de la Iglesia. 15 de septiembre de 2003, un día de sol radiante y cielo intensamente azul – hecho como para una peregrinación (espiritual) a Schoenstatt. Como en los años anteriores, cientos de schoenstattianos o grupos enteros utilizaron internet para enviar los nombres de sus seres queridos, pedidos, agradecimientos, oraciones, promesas, expresiones de renovado amor y compromiso, para ser impresos y colocados "sobre la alfombra de flores", como dijeron muchos. "Sé que él nos ve, no importa dónde estemos", decía un e-mail de Ecuador, "pero es maravilloso saber que nuestros nombres están tan cerca del lugar de su definitivo encuentro con Dios". "Viendo las fotos de la tumba del Padre, siento que mis pedidos ya han sido respondidos", escribió Lorena, de México. Otros tuvieron el privilegio de estar allí personalmente: peregrinos de los Estados Unidos, matrimonios de Tucumán, Argentina, y de Monterrey, México, matrimonios alemanes de retiro en la Casa de Familias, y aquellos que viven en Schoenstatt durante un tiempo o permanentemente. "Es una experiencia tan impresionante estar aquí en este día" dijo Marge Rolan, de Oregon, USA. Conoce Schoenstatt desde hace dos años tan sólo, pero lo hizo suyo de inmediato y ha fundado la Campaña del Rosario en Oregon. "Esta Misa fue como un cielo, aunque no entendí una palabra. Pero uno siente tan fuertemente la presencia del Padre", comenta Rosa María Galante, de Tucumán, Argentina, a cargo del Secretariado Padre Kentenich allí; cada día 15, y desde luego este 15 también, ofrecen Mil Avemarías en el Santuario por la canonización del Padre. "Fue y es extraordinario estar aquí justo en este día, y traer todas las cargas y pedidos a nuestro Padre... Realmente quiero darlo todo por su misión!". Ya antes de que comenzara la Misa a las 7 hs., muchos ingresaron a la tumba del Padre, para ser de los primeros en saludar al Padre allí. Seminaristas de los Padres de Schoenstatt llegados recientemente de Sudamérica, junto con monaguillos, Padres de Schoenstatt y Monseñor Peter Wolf, como celebrante principal, ingresaron en procesión a la Iglesia, dando comienzo la Misa... En el altar, junto al celebrante principal, se encontraba el Padre Heinrich Walter, Superior General de los Padres de Schoenstatt, el Padre Jonathan Niehaus, de los Estados Unidos, y – en su último día de estadía antes de regresar a Chile tras haber vivido en Schoenstatt durante años – el Padre Sydney Fones. Las Hermanas de la Adoración aportaron la música y los cantos. El rostro atrayente de la Iglesia - MaríaLa celebración había comenzado ya el sábado. Los peregrinos de Friburgo, en su peregrinación diocesana anual del 12 al 14 de septiembre, aprovecharon, como el año pasado, la oportunidad de estar en Schoenstatt cerca del aniversario de la muerte del Padre Kentenich para visitar los lugares donde él estuvo por última vez en 1968. El 13 de septiembre por la tarde, la Dra. Gertrud Pollak (del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt), dio una charla sobre el rostro atrayente de la Iglesia – María. El anhelo del Obispo de Trier, Monseñor Reinhard Marx, expresado durante su visita a Schoenstatt, se torna obligación: él desea renovar la consagración de la diócesis a María el próximo 8 de diciembre. La Dra. Gertrud Pollak, tras una breve introducción sobre el rol que jugó la Iglesia en la vida y la misión del Padre, afirmó que siempre, pero más aún hoy día en una cultura masiva a menudo desfigurada, la gente anda en una búsqueda profunda de "rostros", personas. La Iglesia, expresó ella, aumentaría de perfil a través de rostros humanos, rostros a los que la gente puede volverse – personalidades que atraen e impactan. Como Familia de Schoenstatt, estamos llamados a vivir el amor del Padre Kentenich a la Iglesia, aportándole a ella un rostro bondadoso, atrayente, solícito. El futuro Centro y Santuario en Roma apunta fuertemente a este amor a la Iglesia, dispuesto a renovar la Iglesia desde dentro. A continuación, citó una plática del Padre Fundador en 1964 a los parroquianos alemanes en Milwaukee, donde afirmaba: "El rostro de la Iglesia nos está decepcionando" – recogiendo así el sentir durante ese tiempo de interminables debates del Concilio Vaticano II sobre el rol de María en la Iglesia. He aquí la respuesta del Padre: La Iglesia adquirirá un rostro atractivo a través de cada cristiano - y a través de María. Como la Iglesia está inmersa en un mundo siempre cambiante, no puede quedarse dormida, pero se adormecerá en cada individuo adormecido... La renovación de la Iglesia, hoy, no se llevará a cabo de espaldas a la realidad, ni con lamentos, sino a través de una "presencia atractiva". María, a quien le están dedicadas innumerables catedrales medievales, en el pensar del Padre no sólo es miembro sino Madre de la Iglesia; ella muestra la cercanía que Dios quiso tener con la Iglesia. Aquellos que relegan o niegan a María, le restarán vida al rostro de la Iglesia. Quienes quieran aportar vida a la Iglesia, deberán hacer presente a María nuevamente en la Iglesia. Fue una gracia especial que el Santísimo Sacramento estuviese expuesto en la custodia del futuro Santuario de Roma, regalo del Instituto Nuestra Señora de Schoenstatt. La custodia, venida directamente de Milwaukee, está recorriendo el mundo hasta la bendición del Santuario en septiembre próximo. La vigilia continuó con oraciones eucarísticas y, tras la bendición Eucarística, una oración mariana que resumía de modo sencillo y original los puntos centrales de la charla. "No faltó nada salvo una mayor cantidad de participantes, que esperaba que estuviesen aquí!", dijo Martina Rasch, que vino desde Dusseldorf. "Realmente fue un gran regalo y experiencia, la charla estuvo excelente". María "significa": traer al mundo a JesúsMonseñor Peter Wolf recogió el tema de su homilía del 15 de septiembre. María significa traer al mundo a Jesús, dijo – siendo ésta la misión de la Iglesia. La vida de María estuvo y está totalmente centrada en Jesús. "Su vocación es pertenecer por entero a Jesús", expresó la Madre Teresa de Calcuta. El Padre Kentenich quería ayudar a la Iglesia a redescubrir su rostro – María – y transformarse más y más en reflejo de las actitudes y virtudes de María. Monseñor Wolf compartió también la experiencia impresionante de un grupo de la Juventud Femenina hace unos 40 años. Durante un campamento, una imagen de la MTA cayó sobre una vela encendida, prendiéndose fuego, y cuando las chicas advirtieron el hecho, encontraron el rostro de la MTA totalmente quemado, quedando en su lugar tan sólo un agujero. Meditando qué quería decirles Dios con este suceso, una de ellas finalmente dijo – María nos pide: Dame tu rostro. Esto es lo que el Padre dice en esta hora a la Familia de Schoenstatt: le pide a cada grupo, cada comunidad, cada persona, que le dé su rostro a María, que su rostro sea el rostro de María, para que ella pueda, a través suyo, recorrer nuestro tiempo, trayendo a todos a su Hijo Jesús. A lo largo de todo el día, la gente visitó la tumba del Padre, para un momento más largo o breve de oración... mientras continuaba la peregrinación espiritual desde todos los confines del mundo... Un grupo pequeño de unas 50 personas, entre ellos schoenstattianos de los Estados Unidos, Polonia y Argentina, cerró el día con un rosario en el Santuario Original, donde el 18 de octubre de 1914 el Padre Kentenich le regaló a Schoenstatt, la Iglesia y el mundo, la Alianza de Amor con María.
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Last Update: 16.09.2003
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