En gratitud para la oración de la Rama de Señoras: Neosacerdotes rezando el Rosario en el Santuario de Schoenstatt en Paderborn-Benhausen In gratitude for the prayers or th Mothers' League: Newly ordained priests praying the rosary in the Schoenstatt Shrine in Paderborn-Benhausen Als Dank für die Gebetsbegegleitung der Schönstatt-Mütter: Neupriester beim Rosenkranzgebet im Heiligtum von Paderborn-Benhausen
Neosacerdotes en la Misa en el Santuario Newly ordained priests celebrating Mass in the Shrine Primizmesse der Neupriester beim Heiligtum
Appr. 300 personas llegaron Appr. 300 persons joined in Ungefähr 300 Beter kamen dazu
Palabras de bienvenido: P. Paul Kathke, Marliese Dittrich Welcome speech: Fr. Paul Kathke, Marliese Dittrich Begrüßungsworte: Präses Paul Kathke, Marliese Dittrich
Bendición neosacerdotal Blessing given by the newly ordained priest Primizsegen
Un gran regalo para todos A big gift for all Ein Geschenk für alle Beteiligten Fotos: Große Böckmann © 2003

ALEMANIA. Hna.M. Sophia Brüning. Los cinco nuevos sacerdotes de Paderborn preguntaron si ellos el 2 de julio podían rezar el rosario en el Santuario de Benhausen con la Rama de Madres del Movimiento de Schoenstatt y si a continuación podían celebrar la Santa Misa. Las madres se quedaron mudas. Un día antes una de las madres le había entregado una imagen de la Virgen Peregrina a uno de los candidatos al sacerdocio como testimonio del compromiso de oración y sacrificio de la Rama de Señoras y Madres del Movimiento de Schoenstatt en esa diócesis para curso de ordenación 2003.

2 de julio de 2003. Es un día frío y lluvioso. Ráfagas de viento y chaparrones les quita el aliento a las señoras de la Rama de Madres del Movimiento de Schoenstatt que están en el Santuario de Benhausen. ¿Cómo resultará todo hoy por la tarde? ¿Cuánta gente vendrá?

Desde la mañana las señoras de la Rama de Madres se turna para la adoración en el Santuario. La Custodia que ellas regalaron el año pasado para el Santuario está sobre el Tabernáculo con la ostia blanca, Cristo. Se adora en silencio y también se canta y reza juntos. En torno a la vasija que está sobre el estante a la derecha hay fotos de los neo sacerdotes, las que habían sido publicadas en el periódico de la Iglesia. Ellas son una invitación a rezar también por sus intenciones en estas horas de adoración. Además las fotos hacen que uno se alegre por anticipado por lo que sucederá a la tarde.

Casi trescientos orantes en el Santuario

A cada rato se ven llegar nuevos grupos. Por la tarde comienzan los activos ayudantes a armar una gran carpa en la entrada. El "círculo de las manos", que son los que colaboran cuando hay que armar algo en el Santuario. El viento por momentos sopla con tanta fuerza y los chaparrones son tan intensos que uno necesita tener realmente confianza en Dios para creer que a la noche pueda tener lugar la celebración.

Apenas se ha terminado de armar la carpa, arreglado el altar y puestos los bancos, comienza a llegar mucha gente. Enseguida el lugar resulta muy pequeño. Se agregan sillas y bancos traídos de la casa. Algunos han traído sus propios asientos. El círculo de orantes en el transcurso de la tarde es cada vez más grande. Hay alrededor de 300 personas. Puntualmente a las 18 hs. llegan al Santuario los primeros tres neo sacerdotes con el Padre Kathke, presidente de la familia diocesana.

El rosario de la propia vida

Ellos rezan con las señoras los misterios gozosos del rosario. Uno de ellos pronuncia antes de cada misterio una meditación sobre la Santísima Virgen. Él se puede identificar bien con Ella. Es conmovedor cómo siempre transfiere esta meditación a la vida como esposa y madre; y también cómo habla del Padre Kentenich, que no se amargó en el destierro, sino siguió obrando y dando buenos consejos a todos.

La situación de María yendo a la búsqueda de su Hijo la relaciona con el pensamiento: ¿Cuántos han perdido a Dios? No lo perdimos a propósito. Entre nosotros hay seguramente muchos que han perdido mucho; el hogar, los hijos que quizás se distanciaron. Acá en la Eucaristía encontramos a Dios. Reina una atmósfera de recogimiento. Sin notarlo, se unen constantemente nuevos orantes. Con las letanías lauretanas finaliza la oración del rosario.

Un artículo en el periódico de la Iglesia fue el factor desencadenante

Con cinco neo sacerdotes y el Padre Kathke, celebramos la Santa Misa en el día de la Visitación de María. Después del saludo litúrgico, Marliese Dittrich, responsable de la diócesis, se dirige a los neo sacerdotes y cuenta cómo ocurrió todo.

El año pasado fue publicada una foto de los candidatos al sacerdocio en el DOM, el periódico de la Iglesia de Paderborn. Allí figuraba adónde iban a celebrar la primera misa, adónde habían estudiado, qué edad tienen. La alegría por la inminente ordenación sacerdotal se trasluce en sus rostros. Con seguridad que están muy motivados por poder brindar sus capacidades al servicio de nuestra Iglesia in situ y al servicio de las personas que los están esperando. Y sin embargo, con el transcurso del tiempo, cuánto viento en contra les espera: rechazo, exigencias, exigencias en exceso. Satisfacer a todos los gremios, tomar en consideración a todas las agrupaciones, cuestiones administrativas y, sobre todo, la responsabilidad de conducir a los hombres hacia la fe, o fortalecerlos en ella. Esta es la tarea más importante. Habría que apoyarlos sobre todo en eso.

Claro, la Rama de Madres del Movimiento de Schoenstatt se siente responsable de rezar por los sacerdotes. ¿Pero no sería conveniente que los sacerdotes lo sepan para que así se sientan respaldados cuando algo se torne difícil?

Esto suscitó la idea de regalarles especialmente a ellos la oración y de hacer visible este compromiso de oración. Para el próximo curso a ordenarse, es decir, para el curso de estos cinco sacerdotes que ahora vinieron a Benhausen para expresar su gratitud, fue desarrollada una idea que fue llevada a la práctica. La Virgen Peregrina debía ponerse en camino hacia la Rama de Madres del Movimiento de Schoenstatt de esta diócesis. Ella peregrinó en el distrito, en los grupos, visitó a cada uno en particular invitando a poner sus oraciones junto con un saludo por escrito en la "bolsa de viaje" para los candidatos al sacerdocio. Las señoras de la Rama de Madres aceptaron la invitación de diversas maneras. Se hicieron momentos de adoración, se rezó el nuevo rosario de luz, algunas quisieron rezar todos los días el ángelus o la pequeña consagración hasta el día de la ordenación. Los saludos por escrito expresaron de manera muy original esta acción original. Después de la Pascua de Resurrección la Santísima Virgen había terminado su viaje por la diócesis. Y entonces una de las responsables llevó a la Virgen Peregrina al seminario de los sacerdotes. Ya al día siguiente recibimos el llamado telefónico de los candidatos al sacerdocio diciéndonos que vendrían el 2 de julio al Santuario para agradecer. ¡Una alegría muy grande!

La vocación por algo superior está ante uno como una muralla

Mike Lambrecht, el celebrante principal, agradeció en nombre de sus cohermanos y contó cómo llegó la imagen a su círculo. Dice que su cohermano Christoph Severin llegó y convocó a todos: Tengo que decirles algo muy importante. Abrieron la bolsa y apareció la imagen de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt y las cartas acompañantes. Una de estas cartas y muchas pequeñas tarjetas de saludo de la Rama de Madres de distintas regiones de la diócesis contaban acerca de la oración que habían ofrecido concretamente a los neo sacerdotes, es decir, que todavía les ofrecerían hasta el día de la ordenación. Después revolvieron estas cartas para ver si también encontraban entre ellas las de señoras y madres de sus lugares de origen. Luego colocaron la imagen en el pasillo y le prendieron una vela. Ellos ya sabían que muchas personas rezaban -también por los sacerdotes-, pero esta oración concreta como está expresada en las tarjetas de saludo es algo fenomenal.

Él pregunta si nos podemos imaginar cómo se sienten ellos faltando tan poco para la ordenación sacerdotal. Uno se pregunta si ya están también hechos todos los preparativos exteriores, si todo está perfecto. Se plantea la pregunta: ¿Y yo?¿Soy perfecto? Puede llegar a ser una presión en pos del éxito. La vocación por algo superior está ante uno como una muralla y uno mira hacia arriba preguntándose: ¿Allá arriba tengo que ir? Entonces entran dudas: ¿Podrás hacerlo durante toda tu vida? "Pero con sus cartas de saludo en la mano y mirando la imagen de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt se tiene la certeza: ¡Lo puedo lograr! Si este no fuese mi camino, ya hace mucho que Dios en su bondad hubiese hablado a través de alguien", dice él.

Primera bendición sacerdotal para todos y un pedido para el próximo curso a ordenarse

Al concluir su prédica en el día que se conmemora la Visitación de María, él agradece otra vez expresamente a las madres por la sorpresa dada con esta campaña de oración y las anima a hacerlo también para sus sucesores, para el próximo curso a ordenarse.

Después de celebrada la Santa Misa los cinco neo sacerdotes dan la primera bendición sacerdotal a cada uno de los participantes al lado de la gran cruz de madera que se encuentra en la plazoleta adelante del Santuario. Enseguida se forma un gran grupo en torno a la cruz. Se nota que esta bendición es importante para todos. Lentamente se van acercando las personas. Reina una atmósfera de alegría y recogimiento. Los niños se encargan de repartir las estampitas recordatorias de esta primera misa. A continuación se encuentran un rato en la casa los ayudantes, que ya retiraron todo, y los neo sacerdotes para un pequeño festejo. Naturalmente que no puede faltar una visita por la todavía nueva Casa Padre Kentenich.

¡Este sí que fue un día de fiesta! ¡Tanta alegría fue realmente algo casi increíble! Una madre dice: "¿Quién se iba a imaginar esto cuando empezamos tan sencillamente en la primavera pasada?"

"El último sábado uno de los neo sacerdotes tomó a su cargo espontáneamente de nuestra ‘liturgia de la mañana’ para hombres y trajo a un cohermano que no había podido venir el 2 de julio," dijo Dieter Große Böckmann. "Después de la oración de la mañana y de la Santa Misa, desayunaron y conversaron con los hombres hasta casi el mediodía sobre su camino de la vocación al sacerdocio.

Traducción Pitty Reiche, Vallendar / Alemania