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 published: 2003-06-13

No me siento lejos de casa, porque me siento como en casa

Impresiones de una universitaria de Costa Rica en su primera visita a Schoenstatt

Marcela Fallas, Costa Rica, en la Oficina de Prensa en Schoenstatt

Marcela Fallas from Costa Rica in PressOffice Schoenstatt

Marcela Fallas aus Costa Rica beim Besuch im Press Office

 
 

Carta a la familia en Costa Rica

A letter to the family in Costa Rica

Ein Brief an die Familie in Costa Rica

 
 

Kristine Blan, de Austin, Texas, en Schoenstatt por la primera vez

Kristine Blan from Austin, Texas, for the first time in Schoenstatt

Kristine Blan aus Austin, Texas, zum ersten Mal im Leben in Schönstatt

 
 

Viaje de novios: Desde Chile via Roma a Schoenstatt!

Honeymoon trip: From Chile via Rome to Schoenstatt!

Hochzeitsreise: von Chile über Rom nach Schönstatt!

Fotos: POS Fischer © 2003

 

 

 

SCHOENSTATT, mkf. "Buenos días! Bom dia! Good Morning! Guten Morgen! Es el mundo de las caritas sonrientes, donde miles de lenguas se mezclan en las montañas de Schoenstatt", así comienza una carta que Marcela Fallas, desde Schoenstatt, escribió a su familia en Costa Rica. En Costa Rica hay cinco grupos de matrimonios, dos de señoras, uno de juventud masculina, uno de juventud femenina y dos de apóstoles de María. "Todos estamos en oración para que ojalá la Mater se instale con su grandioso santuario", dice Ana Maria Vega, cuyos padres hace un año son los responsables de Schoenstatt en Costa Rica.

En la primera semana del mes de mayo estuvo el Padre Carlos Cox, asesor chileno en Costa Rica; se hizo un retiro de matrimonios maravilloso y nació un grupo de la juventud masculina. Y ahora están en Schoenstatt dos jóvenes de esta familia de Schoenstatt - "y toda la familia de Costa Rica está en Schoenstatt con nosotros", dice Marcela, que tiene un título en ciencia de la comunicación, en su visita a la Oficina de Prensa. ¿Cómo experimenta Schoenstatt?

"Donde el sol se oculta a las diez y media de la noche porque es primavera, la Mater me abraza..."

"Buenos días! Bom dia! Good Morning! Guten Morgen! Es el mundo de las caritas sonrientes, donde miles de lenguas se mezclan en las montañas de Schoenstatt. Donde esperamos las frutitas de los árboles para comérnoslas todas.

Donde gracias a que las bombas de la segunda guerra mundial no tocaron estas tierras, el Padre Fundador mandó a construir una Iglesia que es como un palacio, como una fortaleza. Así como fueron extraídas de la naturaleza piedras sin pulir de todos los tamaños, fueron colocadas para la

construcción de este Castillo, tres torres gigantescas representan la Trinidad de Dios, no hay ventanas y la luz principal que entra sólo viene de arriba, cada piedra fue un sacrificio o una alegría entregada a la Mater.

Un orden alemán exagerado, desde la hora de llegada del bus de las 4 y 4 pm exactas, hasta la cocina de las Hermanas con los puntitos amarillos detrás de los platos de los invitados, sin puntito para las Hermanas y de rayitas de colores para las voluntarias como Keka y yo.

Una naturaleza impresionante como la que no me imaginé que tuviera Europa. Mi Europa era de arquitectura y no de estos árboles como los de Heidi o las florcitas de colores de primavera y todas las tonalidades de verdes.

Tumbas de genios y santos que negaron la fidelidad a la bandera de Hitler y a cambio dieron su vida, escribiendo "Hazme un Apóstol de Schoenstatt y moriré sonriendo" o una tumba de un Padre Fundador que después de su primera misa en la Capilla de la Adoración cae al suelo de un paro del corazón.

Ecuador entra en mi corazón con Isabel, mi vecina de cuarto, o Lula, la mas chistosa de Guayaquil, o Erica, la arquitecta. No me siento lejos de casa, porque me siento como en casa. Las siento mis amigas de toda mi vida y ellas se impresionan de conocer a una de las fundadoras de la Juventud de Costa Rica cuando lo que me siento es un corazón débil y pequeño.

Una Hermana había sido para mí algo desconocido, lejano en los primeros días, ahora tengo ganas de no despegármele, que me cuente todas las historias, que escuche todas las mías, robarle un poquito de su inteligencia. O de la Hermana quien nos ha recibido como una mamá.

Donde la misa en español queda a 45 minutos a pie para subir hasta el Monte Sión y escuchar a los padres chilenos y los voluntarios mexicanos. Aquí me acuerdo de ustedes y rezo, es un lugar santo. Donde el sol se oculta a las diez y media de la noche porque es primavera, la Mater me abraza...".

Las ganas de estar en Schoenstatt - una vez... más!

La semana después de Pentecostés, cuando en la granja Padre Kentenich en Hillscheid se realiza un encuentro de representantes de la Federación de Familias de Europa, también Schoenstatt fue un lugar de encuentros, de experiencias de "Schoenstatt por primera vez en la vida" o "una vez más" después de tanto tiempo de esperar.

Feliz de la vida llegó el domingo de Pentecostés Kristine Blan, "la mujer del piloto", como se presenta sonriendo. Su marido está a casa, con los ocho hijos. "Soy tan feliz que ahora estoy yo en Schoenstatt después de que él estuvo ahí con sus vuelos a Frankfurt siete veces!". Vino dos días antes que un grupo de Austin, Texas, acompañado por Cousett Ruelas que no puede creer que otra vez está en Schoenstatt. El lunes a la tarde ellas, junto con la Hna Christa Marie, Sally, también de Austin, y su hijo Sam de dos años, se encontraron en la Oficina de Prensa con Ángela y Uli Gold, de la Argentina, que vinieron de Hillscheid para pedir una teja del Santuario Original para la Federación de Matrimonios en Argentina (entre paréntesis, terminó en un mezcla de idiomas total, torre de Babel!).

Desde Roma llegó un pareja de recién casados que tuvo la gracia de un encuentro con el Papa en su viaje de novios - viaje que ahora culminó en el Santuario Original!



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Last Update: 13.06.2003 Mail: Editor /Webmaster
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