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| Una multitud acompañó la caminata desde la Iglesia Catedral hasta La Loma; aunque esta vez fueron menos de los que se esperaba. A big crowd walked in pilgrimage from the Catedral to La Loma; although this less persons participated Eine große Zahl von Pilgern war auf dem Weg von der Kathedrale nach La Loma dabei, auch wenn insgesamt weniger als erwartet dabei waren. |
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Foto: © 2003 |
ARGENTINA, Paraná. El lema "Con María construyamos la Patria Nueva" convocó a una multitud de personas a la decimotercera edición de la Peregrinación de los Trabajadores para pedir por los que no tienen empleo, y agradecer por los que lo tienen. Pero además, durante la marcha a pie se pidió a los peregrinos la donación de ropa y alimentos que luego serán distribuidos entre las familias inundadas de Santa Fe. La tradicional Peregrinación de los Trabajadores – que cada último domingo de mayo organiza el Movimiento Apostólico de Schoenstatt – partió desde la Iglesia Catedral con destino final en el Santuario de La Loma.
En esta nueva edición de la peregrinación —que nació en el año 1990 y desde entonces ha venido creciendo en convocatoria de fieles — se establecieron cuatro paradas: en la Escuela Manuel Belgrano, donde se rezó una oración especial por la educación; en la ex estación del Ferrocarril, para orar por los jóvenes; en la Capilla Nuestra Señora de la Divina Gracia, sobre la calle Pronunciamiento, para rezar por la familia; y también en la esquina de Avenida de las Américas y El Paracao, donde se encuentra un asilo de ancianos, para pedir por la situación de los jubilados.
La multitudinaria peregrinación marchaba detrás de la imagen de la Mater — Nuestra Señora de Schoenstatt —, y es una de las principales demostraciones de fe en la diócesis.
Mons. Puíggari: está "avasallado" el derecho a la educación
Una multitud acompañó la caminata desde la Iglesia Catedral hasta La Loma; aunque esta vez fueron menos de los que se esperaba.
El obispo auxiliar de Paraná, monseñor Juan Alberto Puíggari, presidió la Misa con la que finalizó la decimotercera edición de la Peregrinación de los Trabajadores, una convocatoria que hace cada año el Movimiento Apostólico de Schoenstatt, y que si bien en los últimos años ha registrado un paulatino crecimiento en cuanto a convocatoria de fieles, ayer vio menguada la participación de gente, quizá porque coincidió con el horario de asunción del presidente Néstor Kirchner. En ese marco, el prelado trazó un paralelismo entre aquel pasaje bíblico que cuenta lo ocurrido en Caná (Galilea) cuando Jesús produjo el primer milagro al convertir el agua en vino, y la actualidad.
Nos duelen los niños vagando por nuestras calles
"Nos duelen los niños vagando por nuestras calles, hipotecando su futuro por la falta de clases", aunque también consideró que "nos duelen los docentes, mendigando lo que les corresponde". Y lo mismo dijo de los jubilados: "Nos lastima ver a nuestros ancianos sufriendo, en vez de estar gozando de la tarea ya cumplida".
Las palabras del Obispo, mostrando una fuerte preocupación de la Iglesia a raíz del conflicto que tiene virtualmente paralizado el inicio de las clases en Entre Ríos desde hace más de tres meses, fueron las primeras que pronunció ante la multitud que se reunió en el Santuario de La Loma, bajo un sol tibio de otoño. Y las más duras de parte de la jerarquía católica dirigidas hacia el Gobierno provincial que, tras frustradas negociaciones, no ha conseguido destrabar el conflicto gremial con los maestros, que el sábado decidieron mantener las medidas de fuerza en nueve departamentos; en los otros ocho, hoy hay vuelta a clases a raíz de sentencias judiciales que así lo dispusieron.
Hijo, a los argentinos les falta el pan, les falta el trabajo, les falta la salud, la seguridad
El obispo les recordó a los fieles presentes que "estamos acá — en referencia al Santuario de La Loma, punto final de la peregrinación que se había iniciado a las 14 en la Catedral — para pedirle a la Virgen que, como en Caná, por su intercesión, le arranque a Jesús otro milagro. Seguramente Ella, con ese amor de Madre que se adelanta a nuestros pedidos, hoy le estará diciendo a Jesús: "Hijo, a los argentinos les falta el pan, les falta el trabajo, les falta la salud, la seguridad. Necesitan cobrar a tiempo para satisfacer sus necesidades básicas. Jesús, a los gurises (plural de "gurí" = niño) entrerrianos les falta la educación. No pueden crecer como personas. Peligra su futuro".
Recordó Mons. Puíggari que la celebración se dio "en un momento muy especial para los argentinos" al coincidir con un nuevo aniversario de la Revolución de Mayo, pero también con el día de la asunción de un nuevo gobierno en la Nación. "Me da mucha tristeza escuchar de boca de algunos muchachos que cuando se les pregunta si están contentos de ser argentinos, dicen que no, que les gustaría ser de otro país", observó. A ese respecto, planteó que "necesitamos rehacer nuestra cultura, recuperando los valores que nos dieron existencia. Esto supone desarrollar una educación que sea promotora de la persona humana, y discierna claramente los valores con los que vivimos cotidianamente. Queremos crear una sociedad más justa y equitativa, recreando los vínculos sociales tan deteriorados".
Nuestro pueblo tiene derecho a trabajar, a ganarse el pan y dignificarse
Agregó que no hay que "esperar soluciones mágicas, cambios desde arriba. Forjemos desde abajo las actitudes y valores que vayan movilizando cambios más profundos en nuestra querida patria". Pero, en el marco que dio la Peregrinación de los Trabajadores — que este año se realizó con el lema "Con María construyamos la Patria Nueva" — hizo votos "por el trabajo, que es un don de Dios, y por eso le agradecemos por los que lo tienen, y con confianza le rogamos que mueva los corazones y las inteligencias de aquellos que son responsables, para que con su iniciativa y su sagacidad logren crear condiciones de trabajo para los argentinos".
También le pidió a Dios que "recree en nuestra patria la cultura del trabajo, tan amenazada por la cultura del no esfuerzo, de la dádiva y del asistencialismo. Nuestro pueblo tiene derecho a trabajar, a ganarse el pan y dignificarse. Los planes de ayuda social, necesarios sin duda — porque el que tiene hambre no puede esperar — no deben ser excusa para no hacer un renovado esfuerzo de aquellos que pueden y les corresponde, para que todo argentino pueda trabajar, porque tiene dignidad".
De todos modos, admitió que la sociedad atraviesa por un momento de "enorme escepticismo", que, dijo, tiene "causas justificadas", sobre todo en los más jóvenes. "Pero en este momento en el que nuestro pueblo sufre la angustia política, económica, moral, tenemos que pensar que la solución más profunda no es la política, aunque tiene mucho que darnos, sino que tenemos que esforzarnos en que nuestro pueblo vuelva a sus raíces cristianas y marianas", planteó Mons. Puíggari.
Un ruego común entre los peregrinos
Centenares de personas — abuelos, jóvenes, padres y niños— de la Peregrinación de los Trabajadores, presidida por la Virgen de Schoenstatt. A unos y a otros los movilizaron múltiples razones: algunos caminaron pidiendo trabajo para la familia, otros por agradecimiento, otros por promesas, pero lo que unió a los peregrinos sin excepción fue la plegaria para pedir por toda la gente que está desocupada.
Esta fue una peregrinación peculiar, porque coincidió con una fecha patria y con la asunción de las nuevas autoridades nacionales. Por eso no faltaron las escarapelas —que también repartían los organizadores— en los pechos de los fieles, y los pedidos porque este nuevo período constitucional sea bueno y abra la posibilidad de que todos los argentinos tengan trabajo.
Daniela esperaba unirse a la columna en la intersección de Pronunciamiento y Avenida de las Américas. Llevaba a su nenita de la mano y aguardaba la llegada de su marido, que venía con su otro hijo desde la Catedral. "Vine por agradecimiento, porque tengo trabajo hace mucho. Siempre vengo, y traigo a los chicos desde que nacieron", contó. Delia, en cambio, llegó a rogar por trabajo para su familia. Con la imagen de la Virgen en los brazos y una sobrinita de la mano, contó que sus hijos están desocupados y a su marido, que es conductor de un coche de alquiler, se le está haciendo muy difícil la vida por la escasez de trabajo. "Vengo a pedir sobre todo por los chicos, para que sus papás consigan trabajo y que a ellos no les falte nada", dijo.
Participó "porque hay muchos hermanos que la están pasando mal y por la gente de Santa Fe"
El mismo espíritu fue el que impulsó a María que, ya en el Santuario de La Loma, esperaba sentada sobre el tronco de un árbol, descansando los pies, a que comenzara la Misa. "No puedo hablar porque me emociono mucho", se excusó al principio de la charla, y se largó a llorar. "Mi hijo está sin trabajo hace un año y está muy enfermo, no puede salir de la depresión. Por eso vengo a pedirle ayuda a la Virgen", dijo.
La mayoría de los peregrinos participa de este acto hace años, y todos piden no sólo por su familia sino por todos los que están desocupados. Daniel, de la ciudad de Crespo, fue para agradecer por su trabajo pero sobre todo "porque hay muchos hermanos que la están pasando mal y por la gente de Santa Fe".
Elvira, que estaba en la puerta de la capilla, dijo que llegó para pedir "por el nuevo Presidente, para que le vaya bien. Hay que tener fe, yo se lo encomiendo a la Virgen, pero después cada uno se deberá hacer responsable de sus actos", aseveró.
Yoli llegó a La Loma acompañada por su hija Celeste, "agradeciendo el trabajo que tengo y más que nada pidiendo por los que menos tienen, por los que no tienen nada, por el pan de cada día y el estudio de cada día".
Joel es de La Paz y estudia en Paraná. Este fin de semana decidió privarse de la visita a su ciudad natal con motivo de la Peregrinación de los Trabajadores. "Vine para agradecer por todo lo bueno que tengo, como siempre, pero esta vez vine a hacer una promesa, a pedir que se cumpla algo importante para mí", explicó y confió: "Yo siempre fui creyente en Dios Padre pero esta Virgen me gusta, tiene algo especial. En esta Virgen puedo ver a mi madre".