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 published: 2003-01-07

Pastores, reyes y niños con estrellas y campanas… camino al pesebre de los "Diez minutos junto al pesebre" en Schoenstatt

... con una concurrencia de más de 10.000 personas

En el pesebre de los Diez Minutos
By the crib of the Ten Minutes
An der Krippe der Zehn Minuten
6 de enero: vino mucho genta, a pesar de la nieve
January 6: many people came despite of the snow
6. Januar: trotz Schnee kamen viele zum Weihnachtssingen mit den Marienschwestern
Las "estrellas" de los "Diez Minutos"
The stars of the "Ten Minutes"
Die "Sterne" der "Zehn Minuten" - und die Stars sind sie auch!
Coro de las Hermanas de María, 6 de enero
Choir of the Schoenstatt Sisters, January 6
Chor der Marienschwestern am 6. Januar
Hermanas de María con instrumentos
Schoenstatt Sisters accompanying with instruments
Marienschwestern begleiten mit Instrumenten
Trompetistas en el 29 de diciembre
Trumpet sounds on December 29
Trompetenklänge am 29. Dezember
Agitando las estrellas...
Waving the stars...
"Winkesterne"
Encuentro en la tumba del Padre
A silent moment of encounter in the Founder Chapel
"Ein gutes Wort" in der Gründerkapelle
Galletitas y té...
Cookies and tea...
Weihnachtstee und Plätzchen
Saludos al Niño de Dios
Greetings to Baby Jesus
Grüße an das Jesuskind
Estrellas, pastores, reyes, ovejas...
Stars, shepherds, kings, sheep...
Sterne, Hirten, Könige, Schäfchen...
Miles y miles de estrellas... desde todo el mundo
Thousands of stars... from all over the world
Tausende von Sternen... auch aus aller Welt
Hasta luego, Niño Jesús, nos vemos en el 26 de diciembre de 2003...
See you soon, Baby Jesus, on december 26, 2003 we´ll be back...
Bis bald, Jesuskind, am 26. Dezember 2003 sind wir wieder da...
Fotos: POS, Fischer © 2003

SCHOENSTATT, mkf. Reyes, pastores y niños con estrellas y campanas encaminándose al pesebre en Schoenstatt… Tres personajes vestidos de magos o reyes magos– junto con un camello y su guía– complementan la escena del pesebre en la Iglesia de la Adoración en Schoenstatt desde el 4 de enero, anticipando la festividad de los Reyes Magos el 6 de enero. Tarde o temprano, tal vez, hará falta agregar algunos personajes más a los de los reyes y pastores – chicos con estrellas de colores, bebes con campanitas, niños vestidos de María, José, ángel, estrella.... acompañarán el tradicional escenario. Cuando el 8 de enero de 2003 se esfumen los últimos acordes de "Noche de paz, noche de amor", más de 10.000 personas se habrán acercado al pesebre en Schoenstatt, dejando tras de sí los nombres de sus seres queridos escritos en estrellas de papel, llevándose consigo el recuerdo de una multitud de gente atraída por signos, símbolos y mensajes acogedores que expresan: el Dios en el cual estos cristianos creen es un Padre cariñoso.

El 5 de enero, la noticia de que las Hermanas de María formarían un coro y orquesta para acompañar los cantos, hizo crecer sensiblemente el elevado número de participantes venidos en años anteriores. Gracias a un repentino cambio del clima, el gran parque junto a la Casa Padre Kentenich pudo utilizarse como playa de estacionamiento adicional para la interminable caravana de minibuses y autos que enfilaron hacia el Monte Schoenstatt sin tener en cuenta las inundaciones reinantes que transformaron las rutas de Vallendar en ríos. El lunes 6 de enero, la nieve y las rutas cubiertas de hielo lógicamente amedrentaron a muchos, pero aún así la Iglesia estaba prácticamente colmada cuando las Hermanas de María comenzaron a cantar.

El coro y orquesta de las Hermanas tuvo sin duda un atractivo singular pero no fue el único gran evento musical de la temporada – los sones de trompeta, el 29 de diciembre, y el vivaz acompañamiento de guitarras y bombos por parte de los novicios de los Padres de Schoenstatt, el 3 de enero, fueron también momentos muy relevantes.

Más té, más galletitas, más estrellas que nunca

No se trata tan sólo de padres o abuelos con niños pequeños, aunque desde luego forman parte mayoritaria del público presente. Cada vez crece más el número de adultos venidos de localidades cercanas y lejanas, así como también grupos parroquiales, a menudo en compañía del párroco, algunos de los cuales, como los grupos que vinieron el 6 de enero, tienen más de 6 horas de viaje hacia este lugar. Los clásicos caminantes alemanes, con sus atuendos y bastones tradicionales, toman los "Diez minutos" y el "tentempié" en el granero como parte de su itinerario, y... una visita a los "Diez minutos" es ya "cita obligada" para muchos schoenstattianos, como expresaron en broma Maria Theresa y Hubertus Brantzen; entremedio de un encuentro en la Oficina de Prensa para promover la difusión de la "Búsqueda de Huellas" (www.spurensuche.info) y un encuentro de preparación para el Congreso de Familias en 2004, se sumaron a los "Diez minutos" el 6 de enero, al igual que Rita y Robert Godany, pioneros de Schoenstatt en Hungría. Todos ellos se unen al gozo y al asombro genuino de los pequeños... y disfrutan de la iglesia "al tope" rebosante de vida y alegría.

"Nos estamos quedando sin galletitas, sin estrellas", dice la Hna. Anne-Meike, con una enorme sonrisa: "Parece que las campanitas son algo que a los chiquitos les cuesta mucho devolver! Para el próximo año tendremos que buscar un buen auspiciante!". Más galletitas que nunca, más té que nunca, fueron consumidos por quienes se trasladaron al granero tras presenciar los "Diez minutos", permaneciendo allí más tiempo que en otros años también. La nueva estufa a gas fue amortizada con creces. "Es muy distinto con el granero convertido en un lugar cálido y acogedor", agrega la Hna. Anne-Meike Brück.

Hay también más estrellas que nunca – estrellas llenadas por quienes participan de los "Diez minutos", que a menudo permanecen largo rato al finalizar las meditaciones y los cantos escribiendo nombres en los papelitos con forma de estrella, depositándolos silenciosamente por último en alguna de las rebosantes canastas. Cada día llegan incontables mails dirigidos a "Mi estrella en el pesebre", hay gente pidiendo agregar más nombres. "Saber que mi hermano está en una estrella junto al pesebre redobla mi esperanza de que se recupere de su enfermedad", escribe una señora de Argentina.

El Dios que aman estos cristianos es un Dios amigo

Ráfagas de vida, textos simples, estrellas, niños vestidos de ángeles, reyes y pastores, campanas, canciones y galletitas... - ¿dónde está la teología en este contexto? Vengan y vean, fue la respuesta a esta pregunta crítica. Vean: atareadísimas Hermanas de María que tarde tras tarde tienen tiempo, todo el tiempo del mundo, para escuchar a la gente, deambular por el lugar sirviendo té y galletitas, disfrazar a los chicos. Martina Rasch, Gisela Thanner y Ulrike Eichenberg, sentadas en la escalinata del altar junto a 100 niños, toman un puñado de estrellas de cartulina y recorren banco por banco repartiendo estrellas a aquellos chicos demasiado tímidos como o para adelantarse a recibirlas con todos los demás. Un pequeño es demasiado tímido aún como para tomar la estrella – y Ulrike Eichenberg, con una sonrisa, se la entrega a su joven papá. "Quizás más tarde quiera una...". Una Hermana dando la bienvenida a un grupo tardío de visitantes como si estuviese aguardando por ellos, buscándoles asiento. Mujeres de Federación de Schoenstatt, Hermanas de María de Friedrichroda, Madres de la Liga de Heek, prepararon cajas y cajas de galletitas. Directores, Asesores, Superiores, o "simples" Padres y Hermanas de Schoenstatt que se unieron a los "Diez minutos", aún cuando no trabajan en el lugar. Es una teología sencilla, pero muy clara, un mensaje firmado por Dios y escrito por sus instrumentos: "Porque cada uno de ustedes es infinitamente precioso a mis ojos, y porque los amo...".

Traducción: msd



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Last Update: 10.01.2003 14:25 Mail: Editor /Webmaster
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