Schönstatt - Begegnungen

Santuario de la Vida y de la Esperanza

Bendición de la Piedra Fundamental del futuro Santuario del Cerro, Córdoba, Argentina

Easter Sunday, future Schoenstatt Shrine in Córdóba: the corner stone is laid
Ostersonntag, zukünftiges Heiligtum in Córdoba: Grundsteinlegung
Foto: Schaelstrete
Growing sign of hope: the Shrine in Córdoba bears the name and mission to be "Shrine of Life and Hope"
Wachsendes Hoffnungszeichen: das Heiligtum in Córdoba soll "Heiligtum des Lebens und der Hoffnung" sein
The dedication is scheduled for August 31, 2002
Einweihung ist am 31. August 2002
Fotos: P. Kuehlcke
Fr. Guillermo Cassone placing the "capitalaries", the symbols of the Capital of Grace offered for the future Shrine
P.Guillermo Cassone bringt die "Kapitalien", Symbole für das konkret erarbeitete Gnadenkapital für das künftige Heiligtum
Foto: Schelstraete
 

ARGENTINA, Patricia Schelstraete/P. Juan José Riba. "Pronto comenzarán a hacer el techo"... En Córdoba, Argentina, el futuro Santuario del Cerro, en el Centro Padre Kentenich, sigue creciendo. A pesar de la crisis de la Argentina y las noticias de guerra y violencia que llegan de otros lados del mundo, la Familia de Córdoba sigue construyendo con mucha alegría este "Santuario de la Vida y de la Esperanza", como símbolo del poder de Dios y de María. Con gran júbilo la comunidad de Córdoba festejó el Domingo de Pascua, que coincidió con la bendición de la Piedra Fundamental del futuro Santuario del Cerro.

Este signo de esperanza es lo que Schoenstatt quiere regalarle a nuestra ciudad, a nuestro pueblo tan triste y desesperanzado. Así lo sentimos y en esto trabaja toda la Familia cordobesa. Vemos con gran alegría que la Divina Providencia nos acompaña, y la construcción avanza a pesar de los muchos problemas económicos que se presentan. La piedra fundamental que se colocó en el lugar donde estará el Altar, fue donada por el Arzobispo de Córdoba, Monseñor Ñañez, y perteneció a la Iglesia Catedral de nuestra ciudad.

Piedras vivas del Santuario
El día de la bendición, todas las personas presentes pusieron en los cimientos del futuro altar pequeñas piedras que representaban el Capital de Gracias que aportamos a la construcción de este Santuario, vinculándonos a él como Piedras Vivas. La piedra fundamental está colocada igual que en el Santuario de Sión del Plata, donde hay que pisarla para acceder al altar, y las piedras pequeñas forman el piso del altar.

Este fue un paso más hacia el 31 de agosto, cuando será bendecido este Santuario de la Mater, que ya llamamos "Santuario de la Vida y de la Esperanza".

La intervención de la Divina Providencia es clara pues la construcción avanza muy rápido a pesar de todos los problemas económicos que debemos soportar.

Un sueño se fue haciendo realidad

El Padre Juan José Riba, Coordinador Diocesano de Córdoba, cuenta el origen y la conquista del nuevo Santuario:

"Como filial de los Padres de Schoenstatt en Córdoba estamos siguiendo un gran sueño que lentamente se fue haciendo realidad: el Santuario en el Centro Padre Kentenich.

Pienso que la mejor forma de presentar este anhelo es hacerles revivir esta historia que estamos experimentando.

Todo nació hará unos 8 años, cuando jóvenes y adultos que participan de nuestro Centro comenzaron a preguntarse si no había que construir un Santuario en la ciudad.

Este pensamiento empezó a rodar y muy lentamente fue conquistando a la gente, no sin dificultades ya que este Santuario era el primero que se construía en una ciudad grande (a excepción de Buenos Aires) donde ya había un Santuario: el de Villa Warcalde.

Un acto singular a la sombra del Santuario de Bellavista

El 31 de mayo de 1999 hubo un acto singular a la sombra del Santuario de Bellavista. Ahí se consagró el primer grupo de Piedras vivas del futuro Santuario. Lo hicimos en una celebración sencilla y emotiva junto al Santuario que le dio origen en sus comienzos a la Familia de Córdoba (los primeros cordobeses conocieron Schoenstatt por un viaje de schoenstattianos chilenos en el año 54). En el grupo había jóvenes tanto de la Juventud Femenina como de la Juventud Masculina, matrimonios, madres. Era el primer grupo que se ofrecía a la Mater para fomentar una fuerte corriente de vida en torno a su futuro trono de gracias en Córdoba.

En unión a la Iglesia local

Ese mismo año hablamos con Monseñor Carlos Ñañez, Obispo de Córdoba, para sondear la posible construcción de un nuevo Santuario. El lo recibió con alegría pero nos pidió que no lo construyéramos solos sino en unión a la Iglesia local. A nosotros nos pareció muy bien pues era lo que el Padre Fundador quería: todo Santuario está al servicio de la Iglesia; ¡qué mejor que sea levantado con la participación de la Iglesia diocesana! Por eso nos pidió que tomáramos contacto con los párrocos del decanato para que ellos dieran su parecer sobre este proyecto. Así lo hicimos y en una reunión de los sacerdotes se aprobó el pedido de construir un nuevo Santuario a la Virgen. Monseñor Ñañez presentó el proyecto en el Consejo presbiteral, donde fue aprobado, y pronto recibimos su permiso que nos fue comunicado la víspera del 8 de diciembre de 2000.

Madre de la vida y de la esperanza

En marzo de 2001 el Consejo de la Familia le pidió a la Presidencia del Movimiento el permiso para la edificación, el cual nos llegó el 30 de ese mismo mes, el mismo día que levantábamos una ermita a la Virgen en el lugar del nuevo Santuario. La imagen de la MTA tenía el título: María, Madre de la vida y de la esperanza. La misma había sido pensada para una ermita que se levantaría en Río Tercero, en el mismo lugar donde se había producido la tragedia de la explosión de la Fábrica Militar.

En mayo de ese año tuvimos una gran alegría ya que estábamos buscando una piedra fundamental para nuestro Santuario. Habíamos preguntado en varios lugares hasta que al final la Mater abrió una puerta para nosotros impensable: nos regalaron una inmensa piedra y dos ladrillones coloniales de la Catedral de Córdoba. Todo esto nos movió a descubrir de nuevo la importancia que podría tener este Santuario para la arquidiócesis de Córdoba y nos hizo recordar las palabras proféticas del Padre sobre cada Santuario: A la sombra de este Santuario se ayudarán a codecidir los destinos de la Iglesia y el mundo.

En junio las diversas ramas de la Familia escogieron sus símbolos: la rama de Madres y la Federación de Madres la puerta; la Obra Familiar y la Federación de Familias los cimientos; la Juventud Masculina las paredes y el símbolo del Ver Sacrum; la Federación de Mujeres a San Pedro y San Pablo; la Campaña del Rosario el campanario; la Juventud Femenina los vitrales; los Padres de Schoenstatt el altar.

Primera palada: un acontecimiento secular y una respuesta religiosa

El 11 de septiembre de 2001 todos contemplamos azorados el ataque terrorista a las torres gemelas en EEUU. Ese suceso trajo para muchos temor, confusión y tristeza.

El sábado 15 de septiembre, aniversario de la muerte del Padre Fundador, hicimos la primera palada del futuro Santuario. Ese día surgió con más fuerza que nunca la razón del nombre María, Madre de la esperanza y la vida: en medio de un inmenso signo de muerte y odio que aplastaba a todos, sentábamos un signo de esperanza y vida. Los rostros alegres y la fuerza con que jóvenes, adultos y mayores daban su palada nos daban una pauta de que estábamos respondiendo a las necesidades de los tiempos. Las palabras de la primera Acta de Fundación resonaban en nuestros corazones: No podemos dejar una herencia más profunda que inducir a nuestra Madre a que se instale aquí y desde aquí derrame sus gracias. Ese mismo día Pablo Pérez comunicaba a la Familia cordobesa que se había decidido por el sacerdocio y entraba en la Comunidad de los Padres de Schoenstatt.

Fue un día donde se unió el cielo al suelo, y uno al final se fue cansado a dormir del inmenso gozo que había experimentado.

La consagración de "piedras vivas"

Durante este tiempo todos los días 30 de cada mes se consagraban hombres y mujeres como Piedras vivas del Santuario, en una sencilla ceremonia al terminar la Eucaristía. Varios de ellos también ofrendaron su vida por él: Chiqui Piñeiro, la Sra. Benita, Carmen Mazollier, por nombrar algunos.

Santidad creciente del lugar

El 8 de diciembre se ubicó definitivamente el lugar del Santuario y en la fiesta de la Presentación de María (21.11) comienzan las obras con el terraplenado.

El 28 recibo un mail de Isabel Mugica que me dice: Tengo suficiente Capital de gracias (entro en la séptima semana de reposo absoluto - no bajar de la cama). Así que tomen lo que quieran para el futuro Santuario y para la comunidad. Fue un hermoso aporte cuando se estaban construyendo los cimientos.

La misa de Navidad pudo ser celebrada desde la platea que se había levantado. Participaron unas 1.000 personas y todos tuvieron una nueva sensación al ver la construcción que se levantaba.

Debería recordarles también que en todo este tiempo hubo muchas consagraciones que iban marcando más y más la santidad creciente de ese lugar: Alianzas de Amor con la Mater, Alianzas con el Padre, consagraciones de la Campaña. Se podía contemplar cómo la Mater iba llenando de su presencia y su gracia los días que pasaban.

Mirando al futuro

Nuestro anhelo es bendecir el nuevo Santuario, que fue ofrecido como regalo de la Familia de Córdoba al Padre Fundador, el sábado 31 de agosto próximo. Les pedimos que nos sigan apoyando como hasta ahora con Capital de gracias y los esperamos para el 31 de agosto".

Este es un signo de esperanza, que en estos tiempos tan difíciles, Schoenstatt quiere regalarle a nuestra ciudad, a nuestro pueblo triste y desesperanzado. Así lo sentimos y en esto trabaja toda la familia de Córdoba.

Aporte de P. Juan José Riba tomado del: Sión 2002, Año 5, Numero 5, Revista de los Padres de Schoenstatt de la Región del Plata, p.8-9



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Last Update: 26.04.2002 13:40 Mail: Editor /Webmaster
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