(Adolf Schöls) El 28 de Octubre la Familia de Schoenstatt de Regensburg celebró su fiesta diocesana, motivada totalmente por el Envío del Símbolo del Padre para el Santuario. Tallado por una artista de Nittenau en madera del lugar, el Símbolo del Padre debe mostrar al Dios de la vida, que busca relacionarse con los hombres. El próximo año, luego de peregrinar por la Diócesis, el Símbolo será bañado en oro y colocado en el Santuario.

Tras saludar a los participantes y transmitirles algunas informaciones sobre la Semana de Octubre y la situación de la Familia de Schoenstatt en Regensburg, se expusieron tres temas. Primero, el P. Frank presentó un audiovisual con la historia de los últimos 25 años de la Familia Diocesana de Schoenstatt. Luego se habló de la vinculación personal con Dios y de la fe. La mañana finalizó con una meditación sobre el Símbolo del Padre realizada en el Santuario. Luego los participantes se encontraron en la Casa José Kentenich para la comida.

Cada uno debía traer su lunch pues el comedor todavía no está listo. Esto tuvo una consecuencia muy bonita, el que cada uno compartiera lo traído.

Buscar y descubrir las Huellas de Dios

Por la tarde, el tema se centró en el envío del Símbolo del Padre.

Luego de una introducción y algunas informaciones, la Familia Diocesana compartió la Misa en la Casa José Kentenich. El P. Schöls trajo a colación en su prédica el buscar las huellas de Dios en la vida personal: "Dios me habla por medio de muchos signos pequeños". Schoenstatt es un Movimiento que nace y se orienta a través de la Fe en la Providencia.

Estas ideas nos conducen al significado del Símbolo del Padre: "La forma triangular simboliza al Dios Trinitario, también al Dios de los vínculos, que quiere estrechar vínculos con nosotros", dijo el P. Schöls. "El ojo, representado por una piedra preciosa, nos habla de ello, que para Dios nosotros somos importantes y que Él nos ama como a la niña de sus ojos.

"Dios no es cualquiera para nosotros y nosotros no somos cualquiera para El."

El Símbolo del Padre de la Familia Diocesana de Regensburg ha sido tallado por una artesana de Nittenau en madera del lugar expresando la unión con la Diócesis. El próximo año el símbolo será bañado en oro. Esto expresa, dijo el P. Schöls, "que Dios no es cualquiera en nuestra vida, sino que debe ser un invalorable tesoro. Dios no es un cualquiera para nosotros, sino un Padre, y nosotros no somos cualquiera para Él! Ahora nos toca a nosotros recibir un baño de oro y renovar nuestra íntima vinculación con Dios!"

Al finalizar la Eucaristía se dirigieron al Santuario para rezar todos juntos la oración de envío del Símbolo del Padre. Este peregrinará un mes en cada región de la Diócesis hasta que el próximo año, en gratitud por el Centro de Schoenstatt y la bendición de la Casa Padre Kentenich, retorne al Santuario.

Traducción: Flavio y Beatriz Arosemena, Guayaquil, Ecuador