1. Panoramas de la situación contemporáneo, estudios actuales y experiencias propias – como padres, como directores espirituales de jóvenes – muestran un descenso de la edad de la pubertad, del primer contacto sexual así como agravantes transformaciones en el ambiente total del medio con la sexualidad humana.
2. Sexualidad, un tema del que se habla: Una cultura, que ha expresado el respeto a través del silencio, está ahora cuestionada. La sexualidad hoy es algo de lo que se habla. El Padre Kentenich protege el respeto por el misterio de la vida no a través del silencio, sino a través de darle un sentido y de hacerlo transparente, y esto ya en el tiempo de la primera guerra mundial. El ilustró a los hombres jóvenes antes de que se convirtieran en Militares, pues no quería dejarlos irse sin orientación.
3. Precocidad, inmadurez, compañías en la pubertad.
   El abismo entre madurez sexual corporal y madurez espiritual-sicológica va a ser siempre mayor. La claridad en el ámbito de la propia sexualidad y en la del ambiente será demandada por los jóvenes en una etapa que está marcada por la inseguridad total. Son adultos, acentúa Güthlein, que hacen dinero con películas y revistas, y de acuerdo al ejemplo del Padre Kentenich, es válido propagar la mentalidad de un buen pastor.
4. Deber, querer, poder.
   Fidelidad, familia – los valores clásicos son altamente apreciados, antes y ahora. Verdad es que aquí se llama ‘Fidelidad’: Estar al lado de la pareja mientras nos vaya bien. En la confrontación con las normas domina no solamente en el campo de la timidez sexual fiel a la mentalidad: Yo tengo para mí eso como importante / peligroso, cómo se las arregla el otro con eso debe él mismo descubrirlo. El irresponsable y tolerante ‘no inmiscuirse’ no es recomendable. El Padre Kentenich acentúa la Veracidad y la Fidelidad como las más importantes virtudes para la consecución de una relación llevadera de por vida.
5. Cambios de acento
   En Schoenstatt son valorados como igualmente valiosos tanto el llamado al matrimonio como el llamado a consagrarse a Dios en el celibato. Esto tiene consecuencias tanto desde el punto de vista desde el matrimonio, como desde la vida de celibato.

Fundamento: El proceso de vida de la sexualidad – la Ciudad Santa

El Padre Güthlein mostró ahora en la imagen de la ‘ciudad santa’ el proceso de vida de la sexualidad en el contexto de una espiritualidad orgánica integral según la visión del Padre Kentenich.

1. La sexualidad es un elemento antropológico fundamental en la cual se sostiene el sentido de la vida y su realización. El Padre José Kentenich ha atribuido todo a las fuerzas fundamentales del hombre; no precisamente por el miedo sino por el impulso original del amor.
2. El hombre como un todo espiritual-corporal.
3. Una conocida afirmación fundamental de la sexualidad pertenece según el Padre Kentenich, a cada camino de vida; el Padre Kentenich quiere aclarar corrientes degradantes contra lo sexual y lo corporal, que el cristianismo también ha acuñado.
   La integración del amor humano es una integración multifacética. Para él no se trata de cuestionar una norma de iglesia sino de ir a la raíz, con la posibilidad de un cumplimiento de normas por medio del entendimiento de la sexualidad humana desde su profundidad. Para el Padre Kentenich pertenecen juntos el amor sexual, erótico, espiritual y sobrenatural, en una complementación cambiante y deben ser vividos en forma integrada. Acogiéndose a su forma de pensar orgánica, él entiende la sexualidad como expresión, medio y protección tanto para el amor matrimonial como así mismo para el amor integral a Dios. En la pedagogía matrimonial señala él a la función unitiva de la sexualidad y afirma que en un tiempo de vínculos débiles deben ser valoradas todas las fuerzas unitivas.
4. Una integridad lesionada
   Un camino recto como una vela hacia el cielo no existe, él conduce a través de rompimientos.
5. Una Integridad natural-sobrenatural
   Aquí el punto de vista del Padre Kentenich toca la sacramentalidad del matrimonio en el momento de maravillarse.. Él sostiene firmemente que los esposos en el momento del acto matrimonial son la imagen completa del Dios Trinitario. El Poder-Ver de Dios en todo lo creado, también precisamente en lo sexual, pertenece a lo radicalmente nuevo de su mensaje.

Consecuencias, posibilidades y desafíos

Algunas frases en relación a un camino de vida y transmisión de una sexualidad vista así, señaló el Padre Güthlein en la conclusiva tercera parte de su exposición:

1. Naturalidad y diálogo
   La forma de la vergüenza ha cambiado. La vergüenza en el sentido de generaciones anteriores se ha transformado en una prisión en la ambigüedad. Es válido hablar en forma clara y con sentido y encontrar un lenguaje para el perdido contenido simbólico de la sexualidad.
2. Fortalecimiento de la personalidad
   En una edad en donde el ‘pertenecer a’ es tan importante, esperamos una conciencia opuesta de la juventud. A las comunidades de jóvenes schoenstattianos, debemos nosotros entenderlos más como espacios en los que se puedan desarrollar identidades particulares masculinas y femeninas. El trabajo de jóvenes específicamente por sexo desde el comienzo en adelante crea el espacio para hablar concreta y francamente sobre sentimientos y sexualidad.
3. Cultura y culto del cuerpo
   A la onda de ‘estar en forma’ le siguió la onda del Bienestar. La cultura actual es una cultura del cuerpo. El estilo de vida y del vestirse no son primeramente directrices de evitarse, sino que sirven al cultivo de un sentimiento corporal saludable. Protección comienza con fascinación. La renuncia solamente es posible cuando es vivido el valor hacia una abierta realidad.
4. Cobijamiento en una clara orientación.
   Se trata de transmitir con claridad la seriedad e importancia del tema y al mismo tiempo el mensaje de una segunda oportunidad; en el potencial de la conversión está el potencial hacia la santidad. Lo importante es la transmisión o la experiencia de no estar solo con la propia posición hacia la sexualidad. Claridad también en el juzgamiento de objetivos que no correspondan propiamente a las normas cristianas; libertad de la voluntad y posición clara en lo medular del portarse faltan a menudo de tal forma que la consecuencia objetiva – exclusión de los sacramentos- subjetivamente raramente se da.
5. Desafíos espirituales
   Aquí se trata del propio salto de fe y el desafío de la claridad del propio destino de vida. Y por fin se trata de un Dios como el Padre del Amor – del Padre del Amor Misericordioso y del " tamaño excepcional de este amor misericordioso" (J. Kentenich, 13 de Dic de 1965)

Traducción: Flavio y Beatriz Arosemena, Guayaquil, Ecuador