Schönstatt - Begegnungen

"Encendamos una luz de esperanza para el nuevo milenio"

La alegría misionera: Testimonios

For the students from middle and upper class families, the mission means to touch a new reality
Für die Schülerinnen aus Familien der mittleren und oberen Schicht ist die Mission eine Begegnung mit einer anderen Wirklichkeit
Taller San José

"Painting a smile into others' face"
"Ein Lächeln in das Gesicht der andern zeichnen"

"You have to have been there to understand the joy of being a missionary!"
"Man muss dort gewesen sein, um zu verstehen, was für eine Freude das ist!"
Precession with children and adults
Prozession mit Kindern und Erwachsenen

Procession
Prozession

Preparing for the mission: packages for the families
Vorbereitung der Mission: Pakete für die Familien
 
Fotos: Colegio M.T.A. Buenos Aires © 2000-2001

Cada año el proyecto tiene un lema específico. Los testimonios de las estudiantes revelan como el lema de cada año ha inspirado a las participantes.

El lema de la misión 1995: "Anunciamos el amor de Dios con corazón de niño."

"Queremos un cambio: corazones nuevos en tus manos." (1996)

Testimonio de una chica:

" ¿Esto tiene futuro? Así podría preguntar alguien que no ha trabajado como misionero. Nosotras decimos: Claro, que sí!!!! La alegría misionera nos viene de la promesa de Jesús: "vayan por todo el mundo y den a conocer la buena noticia." No es necesario ir lejos para misionar. Tenemos las oportunidades muy cerca nuestro, en nuestras familias, entre las alumnas, en el Colegio, en cada hombre pobre, mujeres, hombres, niños, que carecen de lo más necesario. Una palabra de aliento, una sonrisa, un "gracias", todo es misión. Solamente es necesario que no nos miremos a nosotras mismas, sino que nos preguntemos, que puedo hacer para los demás , para que sean felices. Tenemos tener la convicción que no depende de nosotras sino que todo depende de Dios.

Así come

nzó nuestra misión en 1995. Aprendimos de esta primera experiencia. Por eso era sobreentendido: también participamos en 1996. Queremos hacerlo mejor y nunca terminar.

 

"Guiadas por tu luz enséñanos a dar con sencillez y a recibir con humildad." (1997)

"El primer encuentro con los chicos y chicas del Taller San José nos confrontó con una realidad distinta a la nuestra. Nosotros creíamos que nuestro mundo es el único, con nuestras necesidades, alegrías y problemas. La misión nos abrió los ojos a muchas caras distintas, con muchas realidades. Aprendimos que estos pobres miran con fe y esperanza al futuro a pesar de su pobreza y sus problemas, que se apoyan en Dios y en la Madre de Dios. Esto refleja la verdadera fe que ellos poseen. Pues, resulta muy fácil creer cuando tenemos la posibilidad de comer todos los días y dormir en la propia cama, lo que estos pobres no tienen.

Aprendimos también que el hecho de vivir en un barrio carenciado, no significa ser sucio, no tener trabajo, no significa ser vago, y el hecho de tener muchos hijos no significa que les dediquen menos tiempo o cuidado. Tal vez la fuerza con que volvimos de la misión no perdure intacta, pero aprendimos algo que quedará siempre con nosotras: La Misión no termina en el barrio carenciado sino debe perdurar en los actos de todos los días con nuestro prójimo."

"Hoy nos toca el cambio, unamos nuestras manos."(1998)

"Lo que vivimos en estos días es difícil de expresar con palabras. Cada una de nosotras lleva dentro algo que no es posible describir y que sólo se puede sentir en un barrio de pobres. Es fácil hacer una lista de todo lo que necesitan estos pobres, pero lo que recibimos no se puede enumerar."

 

"De la mano del Padre, encendamos una luz de esperanza para el nuevo milenio."

El encuentro con las familias era una experiencia muy fuerte pero muy enriquecedor. Toda una tarde estuvimos con ellos y entre mate y mate aprendimos que estos pobres son un ejemplo para la vida. Sobre todo para nosotras, que llevamos una vida más o menos cómoda, en comparación a la vida de ellos. Su fe es inquebrantable y siguen adelante a pesar de la difícil situación que tienen que enfrentar cada día.

El Taller de San José, es un lugar en que a los chicos que no pueden continuar con sus estudios, se les brinda la posibilidad de aprender algún oficio y así ayudar a sus familias y tener mejores perspectivas para el futuro. Compartimos todo con ellos y a su vez nos asombramos de que teniendo nuestra edad, supieran hace tantas cosas.

Una experiencia diferente, era ir de casa en casa. No teníamos mucho que ofrecer en cosas materiales como ayuda. Pero rezamos con ellos. Era maravilloso como lo han recibido y como mostraron su alegría. Pudimos hablar con ellos sobre la fe en Jesús y la ayuda de su Madre María.

El sábado organizamos una procesión por las calles del barrio hasta la Iglesia de Dios Padre. Nos acompañaron dos figuras gigantes, Jesús y su Madre María. Era hermoso ver como cada vez se juntó más gente que participaron. Luego teníamos una Santa Misa donde llevamos todas las intenciones de los pobres al altar.

Al final hubo una suelta de globos con mensajes para la gente. Una fiesta con todos cerró la misión. Todos participaron y todos los niños recibieron un regalo.

Con la promesa de volver pronto nos despedimos. Era una vivencia profunda e incomparablemente rica para nosotras. Agradecemos a nuestro Colegio que nos posibilita llevar una luz de esperanza a los demás."

 

"De la mano del Padre, encendamos una luz de esperanza para el nuevo milenio." (2000)

"Acabamos de cruzar las puertas del Nuevo Milenio y una cultura materialista nos rodea. Esta es la realidad: el valor del ser y el sentir se suplantó por los valores del placer y tener. Pero es nuestro deber como verdaderas cristianas demostrarle al mundo, desde lo pequeño y conciso, que la solidaridad no es una utopía, que todos los sere

s humanos somos igualmente dignos de amor y compasión, pues Jesús vive en cada uno de nosotros, todos estamos hechos a imagen y semejanza suyo.

Como miembros de la Iglesia, comprometidas con la realidad social de nuestro país y gracias a la propuesta de nuestro Colegio, las alumnas de la promoción 2000 salimos a misionar. La preparación material y espiritual comenzó ya tres meses antes. Era ardua, pero siempre sentimos la guía de nuestra Madre del Cielo y el apoyo de toda la Familia Mater. Fue mucho lo que logramos juntar en ropa, alimentos, medicamentos, materiales de construcción. Pero preparamos sobre todo lo espiritual de la misión. Supimos que misionar no es sólo entregar cosas, sino a nosotras mismas, así como Jesús, el amigo de los pobres, nos enseñó.

Aprendimos lo que significa realmente misionar, lo que significa acercarse a los pobres como verdaderos hermanos.

Estamos felices de haber colaborado con este proyecto. Nos compromete para toda la vida, amar a la vida, regalar y transmitir a los demás cada pequeña cosa que Dios nos da. Pintar sonrisas en el corazón!"

 

 

 

 

 



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Last Update: 28.04.2001 0:25 Mail: Editor /Webmaster
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