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Schoenstatt mothers from South Africa and Zimbabwe
visiting Trier
Schönstattmütter aus Südafrika und Zimbabwe beim Besuch in Trier
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Pilgrims from New York came to Schoenstatt in July
and had part of their program together with the group from South
Africa, like the trip to Trier.
Die Wallfahrer aus New York hatten einen Teil des Programms zusammen
mit der Gruppe aus Südafrika - so auch den Besuch in Trier.
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Part of each pilgrimage: recreational get-together,
songs, sharing.
Gehört zu jeder Wallfahrt dazu: Entspannung, Lieder, Austausch.
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(mkf) Sudáfrica, Zimbabwe, Nueva York, Puerto Rico, Escocia,
- Schoenstatt fue la meta de varias peregrinaciones en la primera mitad
del mes de Julio. 13 miembros de la Rama de Madres de Sudáfrica
y Zimbabwe vinieron del 1ro. al 13 de Julio a rezar en el Santuario Original
y la tumba del Padre Kentenich, a visitar los lugares centrales de Schoenstatt,
renovar su Alianza de Amor y a compartir su experiencia de Schoenstatt
con otros. "Schoenstatt es como un pedazo de Cielo en la Tierra",
respondió una de ellas al preguntarle lo que esta experiencia de
14 días significó para ella.
"Este es mi tercer peregrinaje a Schoenstatt, Alemania", nos
cuenta otra señora en el día en que se despedían.
"Esta peregrinación ha sido muy fructífera para mí
gracias al espíritu con el que fuimos recibidas por todos. Cada
charla, cada exposición, fue bien presentada y los viajes muy bien
organizados. Pude percibir una atmósfera de oración y mucho
espíritu. La personalidad del Padre Kentenich, su fuerza y su misión
son más palpables para mí ahora.
Momentos principales
Los tiempos de oración en el Santuario Original y en la Capilla
del Fundador a la vez que en otros Santuarios de Schoenstatt fueron los
momentos centrales del programa, junto con las visitas a Tréveris
y a los lugares que tienen relación a la vida del Padre Kentenich:
Gymnich – su lugar de nacimiento -, Dachau, el campo de concentración
donde fue encarcelado entre 1942 y 1945, el Monte de Schoenstatt y su
pequeño apartamento en Schulungsheim. Un día el grupo fue
a Koblenz-Metternich a conocer más sobre la Hna. M. Emilie y visitar
su tumba.
"El tener la oportunidad de participar diariamente en la Santa Misa
a pesar de no haber traído con nosotros un sacerdote fue una gran
bendición que usualmente no puedo disfrutar", dijo una de
las señoras. Otras aprovecharon los tiempos de silencio en los
Santuarios y en las Capillas de las diferentes casas. "Poder parar,
tener tiempo, disfrutar el perfume de las flores – eso fue muy especial
para mí".
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