El punto culminante del día: 700 personas pasan por la Tumba del Padre

El punto culminante del día ocurrió cuando cada persona fue invitada a renovar su alianza de amor con el Padre y Fundador de manera personal mientras pasaban por la tumba del Padre. Esta fue una decisión consciente, ya que éste es el único lugar en el mundo donde podemos encontrar al Padre en su lugar de descanso.

"Ahora, cuando pasemos por la Tumba del Padre, nos sentimos unidos de manera especial a la Familia de Schoenstatt reunida en torno al Santuario del Cenáculo en Chile. En nuestros corazones llevamos a todos los que nos condujeron a Schoenstatt y a todos los que, en alianza con el Padre Kentenich, hemos llevado a Schoenstatt, y a todos los que conduciremos a Schoenstatt en el futuro. Y llevamos en nuestros corazones especialmente a aquellas personas que nos han pedido que los representemos aquí, en esta hora y en este lugar santo."

La atmósfera fue reverente y de una vivencia profunda. El Padre estaba en medio de nosotros. Jóvenes y adultos, Asiáticos y Sudamericanos, hombres y mujeres -- todos se reunieron alrededor de nuestro Padre. Mientras pasaba la procesión de 700 personas por la Tumba del Padre fuimos cantando "Padre, tu nombre resuena en mi corazón." Hermanas de María de Brasil, Ecuador, Argentina y Puerto Rico cantaron canciones en español y entremedio hubo como un pequeño concierto de fluta y órgano. Ya cuando las últimas personas pasaron por la Tumba del Padre cantamos "Yo sé que eres mi Padre."

Una persona comentó, "Somos una familia. Lo que más me ha tocado fue caminar con una Hermana de María ya anciana y una mujer del África a mi lado." Otra persona dijo, "Me sentí muy cercano a mis amigos en Chile. Es increíble."