Ser luz y fuego como Don Joao

Peregrinación al primer santuario filial del mundo

Santa Misa Holy Mass Heilige Messe
Taller Workshop Workshop
Rompecabeza Puzzle Puzzle Fotos: Raquel Puig © 2009

URUGUAY, Raquel Puig. El pasado 16 de mayo partió hacia el Santuario de Nueva Helvecia, un nutrido grupo en peregrinación desde Montevideo. 120 kilómetros separan la ciudad capital de Uruguay de Nueva Helvecia, donde fue erigido el primer Santuario  filial de Schoenstatt en el mundo. Esta peregrinación tenía un objetivo noble y definido, acompañar a la distancia la conclusión de la etapa diocesana del proceso de beatificación de Don Joao Pozzobon y la entrega de la documentación en Roma.

Guillermo y Ana Echeverría, desde Argentina, unos días antes habían llegado a Montevideo para acompañar a la familia de Schoenstatt en un taller denominado: "Un encuentro con Don Joao, modelo y discípulo misionero". El matrimonio Echeverría participa en la Campaña del Rosario desde sus comienzos y compartieron, junto al P. Esteban Uriburu, muchas acciones pastorales, las que incluyeron varias peregrinaciones a Santa María, donde conocieron personalmente a Don Joao. Largas conversaciones siguieron a la realización del Taller, fruto del fuerte interés de la familia uruguaya en conocer cada día un poco más sobre la Campaña y también comprometerse, como es su costumbre, más y más en ella.

Desde temprano comenzó la actividad

Muy temprano fueron llegando los participantes desafiando una mañana bien fría pero muy soleada, presagio de una jornada espectacular. Luego de la celebración de la Santa Misa los presentes compartieron un "cafecito reparador" y enseguida se pusieron a trabajar. Una charla fue el disparador para el posterior trabajo en grupos sobre diferentes aspectos de la vida y la misión de Joao Pozzobon y la Campaña del Rosario. Se trabajó mucho sobre la fuerza evangelizadora del misionero y de la Campaña, vinculando cada aspecto de la tarea al mensaje de la Conferencia de Aparecida.

"Realmente aprendimos mucho sobre el carisma de Don Joao – nos cuenta un entusiasta integrante de la familia uruguaya- a quien no sólo queremos entrañablemente por el amor que él irradió, y que se convirtió un compromiso que empapó su vida, sino que queremos imitarlo para encendernos y a su vez poder ser luz y fuego para nuestra familia, para las familias de  la Campaña y para todas las familias que reciben nuestra Misionera".