published: 2009-03-31 |
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Donde se abre el cieloPeregrinación de hispano parlantes a Schoenstatt |
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SCHOENSTATT, mkf. Todos nosotros tenemos lugares marianos, lugares de peregrinación mariana en nuestros países: Guadalupe, Maipú, Caácupé, Luján, Aparecida …, muchas veces vinculados con la historia de nuestros países, dijo el Padre Ángel Strada en la Misa que clausuró el día de peregrinación para personas de habla hispana que viven en Alemania, que por primera vez se celebró en Schoenstatt. Peregrinamos a cada uno de estos lugares para pedir una gracia especial de la Virgen; la gracia que le pedimos acá en Schoenstatt es la gracia de asemejarnos a ella, de vivir las virtudes de María, que son las virtudes del evangelio. Fueron unos 140 a 150 peregrinos que pasaron el día de peregrinación en Schoenstatt, entre ellos muchos niños y jóvenes provenientes de España y de casi todos los países de Latinoamérica y el Caribe, en su gran mayoría pertenecientes a comunidades católicas de habla hispana en Frankfurt, Bonn y Colonia. Para casi todos de ellos era la primera visita a Schoenstatt, pero muy probablemente no la última. "Parecía que esperaban algo espiritual como esto", comentaba la Hermana Johanna Maria Helmich, Asesora Nacional de la Campaña de la Virgen Peregrina en Alemania. La Central de Peregrinos de Alemania, el Secretariado Internacional y las asesoras de la Campaña y matrimonios del grupo de familias de Schoenstatt de lengua española en Alemania habían juntado fuerzas para ofrecer este día de peregrinación. Comenzó por la mañana con una charla en la Casa Padre Kentenich, seguida de una procesión a la Iglesia de la Adoración, donde rezaron por todos los países presentes. Después de la comida y un tiempo de descanso, hacer compras (¡tan importante en cada peregrinación!), rezar o informarse sobre la fundación de Schoenstatt, todos se dirigieron al Santuario Original, ese lugar donde el cielo se abre… como se abrió en la hora del SÍ de la Virgen al mensaje del ángel en la anunciación. Cada uno recibió una vela, y todos fueron invitados a peregrinar rumbo a la Iglesia de la Adoración. Los niños, con banderitas, encabezaron la peregrinación – y en el fragor de la emoción, la Auxiliar para Europa, llevada por dos de los peregrinos, tuvo que peregrinar de espaldas todo el camino… ¡pero aún así estuvo presente! Todo tuvo el marco del primer encuentro con Schoenstatt, con la Virgen Peregrina, con el Santuario, ¡pero un primer encuentro prometedor! El cielo abiertoEl cielo se abrió para no cerrarse nunca más, en la pasión, la muerte y resurrección de Jesús entre nosotros: esto es lo que recordamos en este tiempo cuaresmal y celebramos en dos semanas más, en la Pascua, dijo el P. Ángel Strada en la prédica, refiriéndose a la lectura dominical. En realidad el cielo ya se abrió muchos años antes: en el momento en el que la Virgen escuchó al ángel y dio su sí, aceptando libremente esta gran misión que Dios le encomendaba. A partir de su sí, Jesús vive entre nosotros… En Schoenstatt le pedimos de María la gracia de asemejarnos a ella, que amó a Dios como nadie. En cada momento nos podemos dirigir a ella, en cualquier idioma, porque ella entiende todos, como una madre que siempre entiende el idioma del hijo. En Schoenstatt, explicó, lo llamamos "vivir en Alianza de Amor con María", y esto significa que ella vive unida a mí, y yo unido a ella. Ella nos hace ser más discípulos y más misioneros de Jesús. La piedad popular…Antes de la bendición final, se vivió una manifestación hermosa de piedad popular. Ni bien se escucharon las palabras del P Ángel Strada: "ustedes seguramente tienen en sus carteras muchos objetos religiosos que compraron hoy…", se abrieron dichas carteras y aparecieron un sinfín de bolsitas de papel… Aún ante la afirmación: "déjenlos donde estén, la bendición también se derrama dentro de las carteras…", todos se encaminaron en una peregrinación espontánea rumbo al altar, donde depositaron sus rosarios, medallas, imágenes… ¡Para que nada, absolutamente nada, quedara sin recibir aunque sea unas gotas de agua bendita! "Volveremos y traeremos más gente": fue la promesa con que se despidieron los peregrinos de Schoenstatt… Para todos los que quieran realizar una visita a Schoenstatt…
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31.03.2009