La familia, comunidad de amor

Fiesta de la Sagrada Familia en Tupãrenda, Paraguay

La  estatua de la Sgda. Familia que esta en Tuparenda The statue of the Holy Family in Tuparenda Die Statue der Heiligen Familie in Tuparenda Fotos: Franco © 2009

PARAGUAY, P. Antonio Cosp / mkf. Fue increíble la alegría que reinaba el 28 de diciembre, fiesta de la Sagrada Familia, en Tupãrenda. El P. Antonio Cosp, director del Movimiento, insistió que a pesar del calor la Sta. Misa se celebraría frente al Santuario y no en la capilla... una acierto, porque hubo casi tres veces más gente que un domingo ordinario. Desde el toldito frente al Santuario se veía una multitud esparcida bajo los árboles... participando, en plena época de vacaciones, de las celebraciones en honor de la Sagrada Familia en Tupãrenda.

Con el lema: "El padre vive en mí, yo regalo hogar", se llevó a cabo la celebración eucarística en honor de la Sagrada Familia. La imagen de la Sagrada Familia, hermosa, bien adornada, fue traída en andas desde la Cruz de la Unidad monumental. 

Fue una hermosa coincidencia que en la mañana del mismo día a las 6.30 hs., se pudo ver a los jefes de la rama de familias en el programa "La Iglesia dice", dirigido por el jefe de prensa de la Conferencia Episcopal Paraguaya, Oscar Acosta. Los tres estuvieron más que geniales y el contenido fue muy rico...

Hay que trabajar para que ocurra el milagro

En la homilía, el Padre Antonio Cosp señaló que la unión familiar da saltos de alegría. Aseguró que el compromiso no es para los cobardes. En contrapartida, expresó que el amor es compromiso, es comprometerse, casarse, es decir "yo te quiero para siempre". Agregó que no se espera que se produzca un milagro para que se quieran para siempre las parejas, sino que más bien hay que trabajar todos los días para que ocurra ese milagro. En el seno familiar hay tareas que cumplir, hay metas, hay ideales en el hogar, hay muchas cosas que se deben hacer en el hogar. Hay que comprender ese mal gesto, ese momento de nervios del otro, de la otra; sobrellevarlo para ir afianzando el amor. Hay que decir "yo te tengo fe, sé de tus grandes valores y por eso quiero valorar lo tuyo, maximizarlo, y a la vez minimizar y no darle importancia a lo negativo que hay en ti", enfatizó. Hay que hacer del corazón de piedra un corazón civilizado, lleno de espíritu, un corazón capaz de amar como madre, como padre, como hijo. Un corazón desinteresado para el bien de los demás, para el bien de los que nos rodean para alegrar a todos. Un amor que no se cultiva, se va acabando, acotó.

La conversión del padre de familia que se dio cuenta que él era el problema

Un hombre comentó que acabada la homilía se puso en la fila para confesarse y le dijo al sacerdote: "Ahora me doy cuenta que la raíz de las dificultades en mi familia soy yo mismo. Ya no voy a buscar culpas en los demás sino que me propongo ver lo que yo puedo aportar".

Después de la homilía otro fue rápida y silenciosamente a confesarse... Antes de relatar sus pecados dijo: "Padre, esto es único. Después de vivir lo que se vive aquí y de escuchar la buena nueva de la familia, no puedo sino confesarme y empezar de nuevo".

Una señora dijo que estaba allí porque todo el año no había visitado a la Mater y porque acaba de defender con máxima nota su trabajo de licenciatura en psicología. "Me siento la más amada después de vivir con mi familia esta hora de Dios en mi vida". Toda su familia conoce Tupãrenda pero nunca habían ido todos juntos a visitarla. 

Las bendiciones inolvidables: niños, embarazadas, familias. Momentos muy personales... La gente que dio muchas vueltas antes de irse: Toda una fiesta.

Fue una "apertura del año 2009" en el que todo el Movimiento quiere "defender radicalmente a las familias".

Algunos jóvenes - ¡cómo que no! - están felices con este propósito y ¡acentúan lo de radical!