El Padre José Kentenich, "un icono traslúcido y luminoso..."

Peregrinación de aproximadamente cien representantes del Instituto Secular de las Hermanas de María de Schoenstatt a Roma con ocasión de la colocación del símbolo del Padre en el Santuario Cor Ecclesiae

El Santuario Cor Ecclesiae, con el símbolo del Padre The Cor Ecclesiae Shrine, with the Father Eye Symbol Das Cor Ecclesiae-Heiligtum mit dem Vatersymbol
El Cardenal Martínez Somalo durante la celebración en el Santuario Cor Ecclesiae Cardinal Martínez Somalo during the celebration at the Cor Ecclesiae Shrine Kardinal Martínez Somalo während der Feier am Cor Ecclesiae-Heiligtum
Prédica Sermon Bei der Ansprache
El símbolo, frente del Santuario The symbol, placed in front of the Shrine Das Vatersymbol vor dem Heiligtum Fotos: Schw. María del Pilar Mendieta © 2008
Audiencia Audience Audienz Foto: Schwester Mariana Nuñez © 2008
El símbolo del Padre The Father Eye Symbol Das Vatersymbol Schwester María del Pilar Mendieta © 2008

ROMA, Hna. Marie-Johanne Nienhaus. En el aniversario del nacimiento del Padre José Kentenich, el 16 de noviembre de 2008, se colocó el símbolo del Padre en el Santuario Cor Ecclesiae en Roma, perteneciente a las Hermanas de María de Schoenstatt. Los días previos al evento, la Dirección General y las Superioras Provinciales del Instituto habían tenido un encuentro en la Casa Madre en el Monte Schoenstatt. A esta peregrinación a Roma se sumaron luego más representantes del Instituto, venidas de todos los continentes. Diversos dignatarios eclesiásticos y la Familia de Schoenstatt de Roma fueron invitados a la celebración del 16 de noviembre.

La celebración comenzó con una Misa solemne en la pequeña Iglesia romana, Santo Stefano degli Abissini, en la cercanía inmediata de la Basílica de San Pedro. Junto a varios representantes de la Curia Romana se hallaban presentes numerosos miembros de la Familia de Schoenstatt de Roma, amigos y conocidos, de modo que se reunieron allí alrededor de 250 personas. Al comienzo de la ceremonia y en nombre de la Familia de las Hermanas, Monseñor Germán Zimmerer, Director General de las Hermanas de María, saludó a todos los presentes, especialmente al celebrante principal, Cardenal Eduardo Martínez Somalo, quien fuera desde 1992 hasta 2004, Prefecto de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las Sociedades de vida apostólica.

Significado del símbolo del Padre

Las Hermanas de María, quienes durante tres años se prepararon, a nivel internacional, para este día, quieren expresar lo siguiente con la colocación del símbolo del Padre:

• "Quisiéramos ofrecer a la Trinidad el Ojo del Padre por las manos de la querida Madre de Dios" (José Kentenich)
• El Ojo del Padre testimonia la realidad de Dios como el Padre que ama lleno de misericordia.
• El Ojo del Padre atestigua la misión especial de la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt.
• También da testimonio del Padre Kentenich y su carisma para bendición de la Iglesia.

Luego de esta breve introducción, el Cardenal Martínez Somalo inició la celebración eucarística. Un grupo de Hermanas acompañó la Santa Misa con cantos compuestos por ellas mismas.

En su prédica, el Cardenal partió del Evangelio del domingo, la parábola de los talentos, y dijo entre otras cosas: "La antífona que introduce el Evangelio nos da la clave ... Hoy pensamos en una vida que ha producido abundante fruto: agradecemos por la vida del Fundador de Schoenstatt, el siervo de Dios, Padre José Kentenich. Él supo negociar y ganar lo máximo con los talentos que el Señor le había encomendado. ‘Servidor bueno y fiel’. Las dos palabras que están grabadas en su sarcófago dan testimonio de su amor a la Iglesia también en tiempos difíciles: Dilexit Ecclesiam – Amó a la Iglesia. ¿De dónde obtuvo la fuerza para una tal fidelidad y lealtad? ‘El que permanece en mí, y yo en él, da mucho fruto’ (Jn 15,5)"

El Cardenal expresó su alta estima por nuestro Fundador y por toda la Obra, y que lo considera como una figura paternal para toda la Obra y más allá. "Un Padre tal es un icono traslúcido y luminoso, que allana el camino de los hijos al Padre Eterno. Aquí nos aproximamos al ideal de vida del Fundador de Schoenstatt: él quiso abrir su corazón a incontables hombres, mediando para ellos la profunda experiencia del ser paternal de Dios."

Luego de las preces en diversos idiomas, un matrimonio italiano junto con sus hijos llevaron los dones al altar. La Hna. M. Jacoba Kesselheim, Superiora General de la comunidad, le entregó al Cardenal Martínez Somalo el símbolo del Padre para el Santuario como don comunitario de las Hermanas.

Que venga tu Reino

Después de la celebración eucarística, toda la comunidad se dirigió en autos y omnibuses a la casa de las Hermanas en la Via Aurelia Antica 112, congregándose en torno al Santuario Cor Ecclesiae. Todos los invitados, más algunos invitados de honor que se sumaron ahora, encontraron lugar en una tienda que se había levantado delante del Santuario. Luego del saludo de la Hna. M. Jacoba siguió la oración para la colocación del símbolo del Padre.

La línea directriz de las oraciones fue el Padre Nuestro, interpretado con textos del Padre Kentenich. La Familia de Schoenstatt allí presente fue invitada a rezar en común la pequeña consagración, insertándose, de este modo, en el acontecimiento.

La Hermana M. Jacoba volvió a resumir lo que la Familia de las Hermanas expresa con la colocación del símbolo del Padre en el Santuario que se halla en el corazón de la Iglesia, y le pidió a la Santísima Virgen que les ayude a extender el Reino mariano del Padre en todo el mundo de acuerdo a los ideales de sus Provincias.

Luego de invocar al Espíritu Santo, el Cardenal Martínez Somalo ingresó en el Santuario y le entregó el Ojo del Padre al Padre Celestial. Mientras que las Hermanas cantaban: ‘Yo sé que Tú eres mi Padre’, el P. Ludovico Tedeschi, Superior de los Padres de Schoenstatt y Director del Movimiento en Italia, asumió la honorable tarea de colocar el símbolo del Padre por encima del marco de luz del cuadro de la MTA. Todos siguieron expectantes este momento e intentaron ver algo de lo que sucedía adelante, junto al altar. Cuando comenzó a sonar la campanita del Santuario, todos aplaudieron llenos de alegría.

Encuentros

Luego de la bendición, Cardenales y Obispos se dirigieron espontáneamente al Santuario, y los sacerdotes los siguieron, para contemplar el Ojo del Padre. Se escuchó decir: ‘Es verdaderamente hermoso’. Todos los presentes quisieron entrar luego al Santuario y algunos grupos cantaron canciones allí.

Con gusto aceptaron la invitación de la Hermana M. Jacoba a tomar un refrigerio. Junto a un bufet festivo se dieron encuentros simpáticos y buenas conversaciones entre los invitados de honor, la Familia de Schoenstatt de Roma, las Hermanas y todos los que habían venido para la fiesta. La atmósfera era distendida y familiar.

Al despedirse, el Cardenal Martínez Somalo volvió a expresar con cuánto gusto había presidido esta celebración y cuán bien se había sentido en el círculo de la Familia de Schoenstatt.

Otro punto culminante: la audiencia con el Santo Padre

Otro punto culminante de la peregrinación a Roma de las Hermanas de María fue la participación en la audiencia general con el Papa Benedicto XVI, el 19 de noviembre en la plaza de San Pedro.

Las Hermanas estaban muy contentas de tener sus asientos en la cercanía del Santo Padre.

La plaza de San Pedro estaba ocupada en la mitad de su espacio con muchos grupos de parroquias y escuelas, otros grupos con trajes típicos, grupos musicales que ofrecieron pequeñas presentaciones. Reinaba una atmósfera de fiesta y alegría, no en último término por el buen tiempo soleado. Cuando las Hermanas de María fueron nombradas, saludaron al Santo Padre con alegría y entusiasmo.

Al cabo de la audiencia, el Santo Padre se dirigió hacia el grupo. Monseñor Zimmerer y la Hermana M. Jacoba le mostraron el símbolo del Padre y le relataron brevemente sobre la colocación en el Santuario Cor Ecclesiae. El Santo Padre sabía de este evento y añadió que, luego de un largo viaje por el mundo visitando las Provincias de las Hermanas, el Ojo del Padre llegaba finalmente a su meta, el Santuario en Roma. Con gran alegría e interés contempló el símbolo del Padre y lo bendijo. Monseñor Zimmerer y la Hermana M. Jacoba le agradecieron y le prometieron la oración de las Hermanas de María y su colaboración según señalan las palabras ‘Dilexit Ecclesiam’.

Todos quedaron conmovidos y agradecidos por este encuentro con el Santo Padre, Papa Benedicto XVI.

Traducción: Hna. Rosa María Lamberti, Schoenstatt