published: 2008-12-16 |
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Tras las huellas de San Pablo en RomaPeregrinación de los amigos del Santuario de Roma. Unos 156 peregrinos vivencian el Adviento en Roma |
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ALEMANIA / ROMA, Mons. Dr. Peter Wolf. "¡San Pablo atrae!". Esta fue la experiencia que hicieron este año los amigos del Santuario de Roma durante su peregrinación a la ciudad eterna, a la que desde hace 15 años convoca el Instituto de los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt. En la Eucaristía de apertura, celebrada en el Santuario Matri Ecclesiae, el P. Georg Egle les presentó a los 156 peregrinos a la Sma. Virgen como la "portera", que en este tiempo de Adviento les quiere abrir las puertas a Cristo, tal como lo hizo San Pablo. Cuando los peregrinos llegaron a la tarde a la plaza de San Pedro, fueron recibidos por un magnífico arcoiris. Seguidamente el grupo estuvo largo tiempo en la basílica. Para algunos esto fue como un volver a casa, y para no pocos fue una experiencia enorme estar por primera vez en la mayor iglesia de la cristiandad. En la audiencia del miércoles a la mañana los peregrinos del Movimiento de Schoenstatt tuvieron la suerte de estar muy cerca del Santo Padre, que los saludó como único grupo de alemanes. El rector general del Instituto de los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt, Mons. Dr. Peter Wolf, junto con el P. Keller, tuvieron la oportunidad de transmitirle al Papa Benedicto los saludos de los peregrinos y de regalarle el libro "En la escuela del apóstol Pablo", junto con un gran cirio con la imagen del santo. El Santo Padre se alegró evidentemente y le pidió a Mons. Wolf que transmitiera sus saludos a los peregrinos y a toda la Familia de Schoenstatt. En la Vía ApiaA la tarde, el grupo peregrinó unos dos kilómetros por la Vía Apia Antica, como lo hiciera entonces San Pablo en dirección a Roma. Mons. Wolf leyó mientras tanto algunos textos de la Carta a los romanos y de los Hechos de los apóstoles. La meta era la iglesia de San Sebastián, donde se preservaron y se veneraron los restos de San Pablo durante la persecución de los cristianos. Allí el P. Heister presidió la Eucaristía y mostró la semejanza entre San Pablo y su santo patrono – cuya fiesta se celebraba ese día – San Francisco Javier. El jueves estaba programada una visita a la cárcel Mamertina, cercana al Foro romano. El P. Keller insistió en la situación de San Pablo basándose en la Carta a los filipenses, y guió desde allí a la larga fila de peregrinos, a través del antiguo barrio judío de Roma, hasta la vivienda alquilada de San Pablo, sobre la cual se construyó la iglesia de San Pablo alla Regola. Allí leyó, en los Hechos de los apóstoles, como San Pablo dio testimonio de Cristo estando bajo la custodia de un soldado romano. La iglesia ha sido restaurada y realmente vale la pena visitarla. Desde allí se llega en pocos minutos hasta donde está San Vicente Pallotti. El P. Weiss, secretario del superior general de los Padres Pallottinos, saludó a los peregrinos schoenstattianos y el P. Grass, un Padre de Schoenstatt suizo, expresó con pocas palabras la gran cercanía de Pallotti con San Pablo. Entusiasmado por CristoLa siguiente estación fue Tre Fontane, donde se ha creado un área sagrada en torno al lugar de la ejecución de San Pablo, con la construcción de tres pequeñas iglesias. El P. Egle condujo al grupo y explicó el lugar del martirio con los pensamientos de San Pablo sobre la vida y la muerte en Cristo. Desde el lugar de su muerte, fueron hasta el sepulcro del apóstol, en la basílica de San Pablo Extramuros. Los monjes de la abadía benedictina internacional que está allí, cantaban justamente la última parte de las vísperas. Después el grupo tuvo la posibilidad de celebrar la Eucaristía debajo del magnífico mosaico del ábside de la basílica. El P. Fleischlin hizo brillar, en la homilía, la apasionante figura del apóstol con su entusiasmo por Cristo y con su misión. Mons. Wolf presidió la Sta. Misa y al final dio a conocer a los peregrinos las condiciones para ganar la indulgencia plenaria concedida en este año paulino, después de lo cual las voces de los peregrinos llenaron la enorme basílica con el canto "Sumo Dios, tu gran poder" La última mañana la utilizaron los peregrinos para hacer diversos recorridos por Roma, y algunos de ellos la aprovecharon para ver lo que ya existía en el tiempo del apóstol. La mayor parte del grupo se interesó por el Castel Sant’Ángelo, desde donde se puede apreciar una magnífica vista de la antigua Roma. Santa Misa con Mons. Sanna, arzobispo de OrisanoA la tarde dos grupos aprovecharon una oferta que ya se había hecho el año pasado: visitar los dos Santuarios de Schoenstatt en Roma. La Hna. M. Fernanda y la Hna. M. Thomasine informaron a un grupo sobre el Santuario de las Hermanas, y el matrimonio Nuño, junto el P. Egle y el arquitecto Pörsch, hicieron lo mismo en Belmonte. Había mucha vida en sus testimonios, lo que impresionó y alegró visiblemente a los peregrinos. El cierre de la peregrinación fue una solemne Eucaristía presidida por Mons. Ignazio Sanna en la iglesia de Santa Gemma. Él estaba por una semana en Roma, en la reunión de la Comisión teológica internacional, y llevó al grupo de peregrinos los saludos del Santo Padre, con quien se había encontrado a la mañana al finalizar las deliberaciones. En la cena de despedida en una pizzería cercana, el P. Keller apareció como San Nicolás y les regaló a todos una velita de San Pablo, para continuar el camino en este año paulino. Traducción: aat, Argentina |
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08.01.2009