Una estatua deteriorada de la Sma. Virgen y un florido rosal

Tras las huellas de los inicios: peregrinación a Estrasburgo y Haguenau

Peregrinos caminando por „las huellas del inicio“ Pilgrims “on the track of the beginning” Pilger auf den “Spuren des Anfangs”
Participaron unos 50 personas de todas las comunidades Some 50 participants, from different Schoenstatt communities Es waren 50 Teilnehmer aus verschiedenen Gemeinschaften dabei
Encuentro Sharing Im Gespräch
Una experiencia profunda para todos A deep experience for all Eine tiefe Pilgererfahrung für alle Fotos: Szameitat © 2008

ALEMANIA / FRANCIA, Annette Szameitat. Estrasburgo, calle de Marechal du Juin esquina calle Pierre Montet. La peregrinación se detiene ante la casa en la que vivió por algunos meses el Padre Kentenich cuando era un niño de 6 años, y contempla la extensa pintura que hay en el frente de la fachada de la casa que lleva el Nº 7, en la antigua callejuela Del Sol. Un enigmático rostro femenino, de verdad, atrae hacia sí las miradas de los transeúntes. Entonces miran discretamente el jardín de la casa, donde entre toda clase de restos de jardinería, hay una estatua coronada de la Sma. Virgen, de tamaño natural. Está bastante deteriorada y le falta el Niño que alguna vez tuvo en sus brazos. Y algo completamente inesperado: desde el interior de la estatua crece un rosal lleno de flores... "Esto es como un saludo desde otro mundo" dice muy emocionada Annette S.

Unos cincuenta peregrinos de la arquidiócesis de Friburgo se encontraron a la mañana temprano en el Santuario de Oberkirch. Luego de rezar partieron en ómnibus al siguiente destino: las huellas de la niñez del Padre Kentenich en Estrasburgo, y de la juventud de José Engling en Haguenau y en Marienthal. Querían regalarle a la Mater este día como preparación a la inminente celebración de las bodas de oro del Santuario diocesano de Oberkirch, y pedirle la gracia de un nuevo comienzo. La visita a la región de Estrasburgo – hoy es parte de Francia, en la niñez del Padre Kentenich era territorio alemán – tenía además una concreta referencia a la misión del Santuario: quieren asumir "La herencia cristiana de occidente" y salvarla para el futuro, "especialmente en el ámbito de nuestra arquidiócesis y en el de nuestros países vecinos". Y justamente en vistas a la vecina Francia se ha erigido la columna de María, en la colina que está arriba del Santuario de Oberkirch.

Las primeras representaciones e impresiones en un niño marcan las tendencias para toda su vida

"Las primeras representaciones e impresiones en un niño marcan las tendencias para toda su vida" El P. Dr. Rainer Birkenmaier supo llenar con vida esta frase del Padre Kentenich, con muchas informaciones sobre la situación y el entorno del niño José. El pequeño José vivió, junto a su madre, casi nueve meses en la casa de su tío viudo y sus tres hijos. Así pudo experimentar en esta fase de su vida una continua vida familiar. El P. Birkenmaier pidió a sus oyentes que se ubicaran en su propia niñez, en los pensamientos y sentimientos de un niño. ¿Qué recuerdos y sensaciones de esa época se despiertan?

Animados con tales reflexiones, los peregrinos se dirigieron a la sección primaria de la "Ecole Ste. Madeleine" en la plaza Sta. Magdalena. El niño José concurrió regularmente a esta escuela al menos hasta Pascua de 1892. Enfrente de la escuela había entonces un orfanato... y la iglesia Sta. Magdalena. En esta iglesia los peregrinos participaron en la Sta. Misa. "Dios llama al hombre" y especialmente "Dios llama al hombre ya desde el seno materno", dijo el P. Birkenmaier en la homilía, durante la cual profundizó en la conducción de Dios en la vida del Padre Kentenich.

Después de la cordial bienvenida del párroco del lugar y de una breve pausa para el almuerzo en la casa parroquial, los peregrinos partieron hacia la próxima meta. En Haguenau se relacionaron con la época juvenil del recluta José Engling. Allí él aprobó la formación militar durante la primera guerra mundial. El lapso entre fines de 1916 a mediados de 1917 lo pasó en diversos alojamientos. La mayor parte del tiempo estuvo en el colegio cerca de la iglesia de la guarnición, dedicada a San Jorge. Durante la hora santa en esa iglesia, los peregrinos escucharon con interés pasajes del diario de José Engling y de su correspondencia con el Padre Kentenich. Así supieron algo más sobre sus luchas interiores y dificultades, quizás poco conocidas. Se trata del horror de José ante su primera mentira, de su desánimo y sobre las muchas humillaciones que tuvo que soportar de sus camaradas cuando él, por ejemplo, se arrodillaba para rezar y ellos a propósito tropezaban con sus piernas. "No olvides a la Mater". Estas palabras las puso el Padre Kentenich en el corazón de José Engling cuando se despidió de Schoenstatt. Ostensiblemente tuvo en cuenta este consejo cuando finalmente encontró la formulación de su Ideal personal: "Ser todo para todos, como entera propiedad de la Madre de Dios"

Haguenau: una prueba para José Engling

Desde Haguenau, José Engling y algunos otros soldados hicieron tres visitas al cercano lugar de peregrinaciones de Marienthal. La Juventud Masculina de Schoenstatt ha colocado una placa conmemorativa en la fachada exterior de la basílica de Nuestra Señora de Marienthal. Desde el siglo XIII (descontando los períodos de guerras) se veneran allí las imágenes de gracias de la Madonna del Gozo y de la Piedad. Hoy día, y totalmente en el sentido de la misión de José Engling, Marienthal está "en el centro de Europa, como lugar de unidad y de reconciliación". De acuerdo con informes, Marienthal será vista como un "torno" giratorio en la vida de José Engling. En ese lugar, se dice, él reconoció la importancia que tenía el Padre Kentenich en su vida.

Después de un rato de adoración silenciosa, los peregrinos continuaron hacia la última estación en suelo francés, a la iglesia carmelita donde José Engling y otros congregantes renovaron conscientemente su consagración a la MTA ,en 1917. José vivió totalmente de la fuerza de la Alianza de Amor, incluso en la lluvia de bombas de Cambrai, dijo el P. Birkenmaier. El ejemplo de José Engling animó a los peregrinos a continuar su camino aunque aparezcan dificultades, pues Dios los guía y no hay que darse por vencido, no cansarse. Y en caso de caer, buscar nuevas fuerzas donde Ella las regala. Formuló las intenciones de la peregrinación, entre otras: "Pidamos y recemos por la gracia de la vida interior, de la oración, también por nuestro Santuario, por una nueva experiencia de Dios en medio del mundo, por la gracia de un nuevo comienzo, por la beatificación del Padre Kentenich y de José Engling, y para que Schoenstatt comience a crecer de nuevo...."

Después de un buen viaje de regreso, el P. Birkenmaier agradeció especialmente al equipo que preparó la peregrinación. En el Santuario se vieron muchos rostros conmovidos. La palabra "gracias" estaba en el ambiente, pronunciada o no.

Traducción: aat, Argentina