¡Ya están ardiendo sus corazones!

Coronación de la MTA en la parroquia de Waidhofen, Alemania, el 18 de octubre de 2008

Procesión de entrada Entrance procession Einzug
Todo es preparado para la coronación All is prepared for the crowning celebration Alles ist bereitet für die Krönungsfeier
Coronación Crowning Krönung
Krone
Concelebrantes Concelebrants Konzelebranten

ALEMANIA, smt. Cuando alguien está realmente entusiasmado por una idea y no la deja por nada, puede realizar algo grande. O dicho de otra manera, cuando "arde en él el fuego de María" (Benedicto XVI) puede encender a quienes lo rodean y hacer que el cielo toque la tierra. Esto se comprobó en un miembro de la Rama de Madres de Waidhofen. Ella estuvo en Nittenau el pasado mes de julio, cuando el obispo de Regensburg, Mons. Gerhard Ludwig Müller coronó a la Mater. ¡Y su corazón ya estuvo ardiendo! Desde entonces no se apartó de ella la idea: ¿no podríamos nosotros también coronar la imagen de la Madre, Reina y Victoriosa tres veces Admirable de Schoenstatt en nuestra parroquia?

Hace casi 27 años que el párroco de entonces, P. Prasch, entronizó la imagen de la Mater en un altar lateral. Ella conquistó al párroco y a tres señoras muy comprometidas de la parroquia para realizar su plan. Los cuatro formaron un equipo y prepararon la coronación. El décimo aniversario de la llegada de la Virgen Peregrina a la parroquia fue un buen motivo para ello: era conveniente regalarle una corona como expresión de gratitud por las bendiciones que la Virgen Peregrina lleva a las familias. El equipo de cuatro se dirigió a la Hna. M. Therese, del Santuario de Schoenstatt del Canisiushof, para hablar de todo lo atinente a una coronación, especialmente de su importancia y de la preparación espiritual. La Hermana notó que en ellos ardía un fuego mariano y apostólico, un contagioso entusiasmo y una gran receptividad, aunque dos de las señoras aún no sabían mucho de Schoenstatt. Le pidieron que vaya a la parroquia y prepare a la gente para la coronación. Elaboraron una oración preparatoria y en dos reuniones vespertinas la Hna. M Therese los introdujo en el significado de la coronación de la Mater. En cada reunión participaron entre 60 y 70 personas.

El 18 de octubre de 2008 se realizó la coronación dentro de la Sta. Misa vespertina. Se eligió para la ocasión la Misa de María Reina.

Un gran amor a la Mater

Es imposible describir el clima que reinaba. ¡Los adornos florales de la parroquia eran impresionantes! Realmente se había transformado en la sala del trono para la Reina. La imagen de la MTA estaba colocada delante del altar, bellamente enmarcada con telas blancas y rojas y adornada con rosas rojas y azucenas blancas. Delante estaba la corona, sobre una seda roja, rodeada de imágenes de la Virgen Peregrina y de pequeñas velitas. El pasillo central fue adornado como un camino real, con cintas blancas, flores y velitas. No podía estar más hermoso. En todo se sentía un gran amor por la Mater.

A las 18 hs. comenzó una meditación sobre la imagen de gracias con textos y música, una preparación meditativa para la coronación.

El templo estaba lleno hasta el último lugar y muchos debieron quedarse de pie. A las 18,30 hs. comenzó la solemne Sta. Misa con la entrada de dos sacerdotes y 30 monaguillos. El párroco de la pastoral juvenil, P. Klaus Hellmich (de la Federación de sacerdotes diocesanos de Schoenstatt) fue el celebrante principal y tuvo a su cargo la homilía. Contó como el Padre Kentenich, el Fundador de Schoenstatt, se consagró a la Virgen cuando era un niño de ocho años. Entonces les habló sobre todo a los niños, pero también era adecuado para los adultos.

Después el párroco (indio) rezó una oración a la Mater y colocó la corona en la imagen de gracias. Fue un momento emocionante y se creó un clima muy especial. La cercanía del cielo era casi palpable. La concurrencia cantó con entusiasmo la canción popular: "Reina magnífica..."

Luego rezaron en común la oración de coronación, que contenía un cuádruple pedido: Sé Reina de nuestros corazones, Reina de nuestras familias, Reina de nuestra parroquia y Reina de la misericordia y de la paz.

En ese momento cada niño le regaló una rosa blanca a la Reina coronada. Y como retribución cada niño recibió del sacerdote una pequeña imagen de la Mater. Y con Ella volvieron alegres y felices a su lugar.

Un solista cantó el Avemaría, lo que le dio a todo una nota de especial consagración.

Cuando María vuelve al templo, éste se llena...

Como cierre se le agradeció al párroco, al celebrante principal, a todos los colaboradores y participantes, también a la Hna. M. Therese y a la Hna. M. Ellengard, que habían preparado espiritualmente la coronación con la parroquia. Se notaba cuán feliz estaba, su rostro resplandecía. Al final se cantó el Tedeum, surgido de todos los corazones y dirigido al cielo. Fue una coronación sumamente hermosa, digna y alegre. Todos salían del templo alegres y felices. Continuamente se escuchaba: ¡fue una hermosa ceremonia!

En la sala parroquial estaba todo listo para un sencillo ágape. Allí la gente tuvo la oportunidad de conversar, incluso con los sacerdotes, por ejemplo, comentar que cuando lo mariano vuelve a la parroquia, nuevamente se llena el templo, pues confirma que María conduce a Cristo.

Esta coronación fue realmente una irrupción de la gracia, el cielo tocó la tierra. Y ¿cómo fue posible? Porque cuatro señoras se encendieron en el espíritu mariano–apostólico de Schoenstatt. ¡Cuánto puede movilizar un pequeño grupo!

Traducción: aat, Argentina