published: 2008-09-05 |
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Una gran responsabilidad por su misiónYa se inscribieron trescientas personas para la conmemoración del 40º aniversario del fallecimiento del Padre Kentenich. Será el 14 y 15 de septiembre, en Schoenstatt |
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SCHOENSTATT, Clemens Mann. Cuando el 15 de septiembre de 1968, exactamente a las 7,07 hs. – después de celebrar por primera vez la Eucaristía en la Iglesia de la Adoración – falleció el Padre Kentenich, el entonces seminarista de los Padres de Schoenstatt Ángel Strada, ahora postulador de la causa de beatificación del Padre Kentenich, estaba en su patria, la Argentina. Su padre, gravemente enfermo de cáncer, estaba moribundo. Fue algo extraordinariamente conmovedor, cuando casi solemnemente, contó cómo había vivido él la inesperada noticia del fallecimiento del Padre Kentenich... "En ese momento estaba en una cada de nuestra comunidad. Bastante temprano, a la mañana, se nos acercó un cohermano mayor, alemán, un misionero. Era un sacerdote que yo apreciaba mucho y se notaba que había llorado. Le pregunté ¿qué pasa? Dijo: ha llegado la noticia de que ha muerto el Padre Kentenich. Fuimos al Santuario del hogar y luego corrimos hasta el Santuario. La noticia se divulgó rápidamente entre los schoenstattianos. Se celebraron Stas. Misas de difuntos, a veces también con obispos". Siguió una ola de sentimientos mezclados, continuó diciendo el P. Ángel Strada, un sentimiento como si se hubiera perdido un padre, un sentimiento de dolor. "¿Por qué nos ha dejado solos?" se preguntó el seminarista de aquel entonces, "aún lo necesitamos mucho. Por otro lado, surgía también un sentimiento de gratitud. Él ya está junto a Dios y la Mater. Él llegó a su meta y seguirá trabajando por nosotros". Del día de luto a un día de gratitud y compromisoPor cuadragésima vez se acerca el aniversario de la muerte del Padre Kentenich. Pero cuando llegue a Schoenstatt el 14 de septiembre el Arzobispo de Friburgo y presidente de la Conferencia episcopal alemana, Mons. Dr. Robert Zollitsch, para celebrar una Santa Misa solemne con la peregrinación de cientos de fieles de la diócesis de Osnabrück y probablemente con otras dos peregrinaciones de Chile y de la Argentina –, no experimentarán que lo central es la tristeza por la muerte, sino la esperanza de que él continúa su misión y su Obra desde el cielo. Será un día centrado en su mensaje, un mensaje de gran importancia para la Iglesia y para el mundo. Y debe ser un día en el que toda la Familia de Schoenstatt exprese su gratitud por el regalo que ha recibido por y en el Padre Kentenich. Después del almuerzo en la Casa de Formación de las Hermanas de María y en la Casa Marienland, habrá una presentación conmemorativa de este cuadragésimo aniversario en el salón de actos de la Iglesia de la Adoración, como también un momento de oración en la misma Iglesia. Habrá asimismo un tiempo para estar ante el sepulcro del Fundador de Schoenstatt, que en los últimos años se ha transformado – junto con el Santuario – en un segundo punto de atracción y de gracias en el ámbito de Schoenstatt. El programa del día terminará a las 16 hs. con una oración en común en el Santuario original. Todo el día, estará presente un equipo de televisión de la cadena más grande de Alemania. Se prepara un programa sobre Mons. Zollitsch, y "no debe faltar Schoenstatt". El día del aniversario, es decir, el 15 de septiembre, comenzará solemnemente con una Sta. Misa, con homilía, a las 7.00 hs en la Iglesia de la Adoración. A la tarde, a las 19,30 hs. se proyectará una película conmemorativa en la sala de filmaciones de la Casa Padre Kentenich. Un padre para la Iglesia universalTambién en Chile se celebrará solemnemente el 15 de septiembre. En todas las catedrales de las diócesis del país se celebrará una Sta. Misa en homenaje al Fundador de Schoenstatt, nacido en Gymnich, cerca de Colonia. En la catedral de Buenos Aires, capital de la Argentina – y en otras catedrales del país – se lo recordará al Padre Kentenich en la celebración de la Eucaristía. ¿Por qué no se puede hacer lo mismo en Alemania? Esto es un signo de que ya hace mucho tiempo que el Padre Kentenich no es solamente el Padre del Movimiento de Schoenstatt en Alemania, sino que desde sus viajes por Latinoamérica después de la segunda guerra mundial, se ha transformado cada vez más en un Padre para la Iglesia universal, que ha vinculado a miles de hombres con Dios por medio de la Alianza de Amor, que quiere seguir haciéndolo, y que por este medio quiere transformar al mundo desde sus cimientos.
Traducción: aat, Argentina |
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Last Update: 10.09.2008