"Niño ante Dios, maestro para el mundo"

Retiro de maestros en Tupãrenda

Retiro de maestros 2008. Conferencia: P. Antonio Cosp Teachers’ retrat 2008. Conference: Fr. Antonio Cosp Lehrer-Tragung 2008. Vortrag von P. Antonio Cosp
Audiencia Audience Publikum
P. Tommy Nin Nitchell Fr. Tommy Nin Nitchell P. Tommy Nin Nitchell Fotos: Franco © 2008

PARAGUAY, Carmen Codas. El primer sábado de las vacaciones de invierno se llevó a cabo la Jornada de maestros en Tupãrenda. Se reunieron 400 profesores y maestros de todo el país.

Se destacaron los de la lejana ciudad de Concepción, que se trasladaron en un ómnibus. Estuvieron en Asunción desde el día anterior y volvieron a Concepción apenas terminó el encuentro.

"Después de esta jornada, siempre volvemos todos con las pilas cargadas para todo lo que resta del año escolar y con un espíritu renovado con lo vivido, más aún: en paz conmigo misma y con la tarea de ser docente", dice una participante.

Manifiesta otro de los presentes: "el tema del encuentro fue: "Niño ante Dios, maestro para el mundo" que nos hizo valorar más nuestra misión de ser educadores de niños y jóvenes a los que sus padres nos encomiendan. A veces hasta tenemos que cumplir la función de los padres o madres ausentes".

El Retiro de este año tuvo su centro en un texto de Mateo, donde dice: "en aquel tiempo Jesús exclamó: Abbá, señor del Cielo y de la tierra, yo te alabo porque has mantenido oculta estas cosas a los sabios y se las has revelado a los sencillos. Si Padre, porque así te pareció bien. Nadie conoce al Hijo sino el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquellos a quienes el Hijo se los quiere revelar".

Primer encuentro: P. Antonio Cosp: "Cómo vivir la fe en este tiempo"

Comenzó con una meditación sobre lo que es estar solo y sentirse acompañado. Uno puede estar solo y en paz consigo mismo. Pero cuando quien se siente solo, siempre se siente abandonado por alguien, alguien que tiene o ha tenido un significado en su vida.

"¿Cuál es esa persona que ocupa un lugar trascendente en mi vida? Dios ha puesto esa función en las figuras de papá y mamá. Y si la familia actual carece de esas personas alguien tiene que suplirlas. Hay una palabra en Schoenstatt que resume esas cualidades, algo que nos está faltando en nuestro país y es la "filialidad", es ese vínculo paterno-materno-filial".

El profesor tiene actualmente una sobrecarga, pues los chicos tan abandonados como se encuentran hoy, llegan a las aulas y cada día el maestro debe escribir una historia de amor con sus educandos. Si yo soy hija o hijo del Padre, Él me pone ahí para que yo pueda conducir a otros hacia Él y para esto me da una gran aliada: María.

Segundo encuentro: Hermana M. Elizabet Parodi: "Una fe capaz de superar obstáculos"

Es sabido que el trabajo del educador no es meramente transmitir conocimientos que ahora se pueden encontrar muy fácilmente en Internet. Es "educar" y saber que se está "construyendo" el futuro de cada uno de los chicos y jóvenes que le fueron confiados, colaborando con Dios en su plan de vida. Le fe capaz de vencer obstáculos, no es solo creer en Dios, sino dar un poco del corazón a cada uno de los alumnos. En la tarea educativa hay tantos momentos en los que hay que tener a Dios como respaldo, pues los obstáculos no faltan en lo cotidiano, y a pesar de todo, se debe reflejar en el educador algo de Dios.

Educar es, entonces, entregar el corazón y cuando humanamente ya no se puede hacer más nada, es decirle al Señor que Él trabaje a través de uno y eso es ser hijo de Dios. Que a través de mí se refleje algo de Él.

Pero para poder regalar Dios a los educandos primero hay que sentir las manos de Dios. Manos suaves, amorosas, que sostienen, pero también manos fuertes para conducir.

"Creer que Dios me sostiene y me valora es creer en el sueño de educar; pues Dios nos sostiene en cada una de nuestras caídas y nos toma de la mano".

Se hizo una comparación de las manos del maestro con las manos de la imagen de la Mater:

1. La mano que sostiene al niño
2. La mano que conduce y orienta.
3. La mano del niño es la nuestra, es la respuesta a las dos manos que sostienen y conducen.

Si se trabaja con Dios, más bien si se le permite que Él conduzca, hay que adoptar tres actitudes que deben ser como el ABC del educador. Así será posible crear un mundo nuevo en el aula:

A) Autoridad: que regala vida, no se define desde el poder sino desde el servicio ya que se trata de servir al otro, para que ellos sean ellos, que nadie quede fuera del corazón del educador.
B) Bienvenido cada uno de ellos.
C) Creer contra toda esperanza. Cada persona debe sentir que igual creemos en él, simplemente porque es un ser humano, no porque sea mejor.

Tercer encuentro: P. Tommy Nin Mitchell: "Cómo puedo aumentar mi fe en Cristo con María"

Para ello hay que volver a la infancia espiritual, es creer y tener presente a la Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu Santo.

Libertad no es "hacer lo que se le da la gana" sino es la libertad de los hijos de Dios. No es un uso de la libertad lleno de miedo o de inseguridad como en del huérfano, sino una libertad que entierre los miedos, miedos que a veces se transmiten a los alumnos, en lugar de aprovechar la osadía del joven y así desterrar los propios miedos.

Hay que tratar de conseguir o recuperar la experiencia de padre o de madre

• Experimentando a Dios como Padre bueno
• Experimentando que Dios no es malo si a veces hace lo contrario a lo que pedimos.
• Experimentando la paternidad o maternidad en un padre o madre sustitutos.

Se trata de recuperar la capacidad de ser niño: la capacidad de asombro, de mostrarse agradecido. Y decir sí al querer del Padre Dios que nos eligió para eso.

Ese sí tiene tres dimensiones:

• Sí de la bondad: que todo lo que sucede tiene su razón de ser y no hay cosas u obstáculos, por difíciles que sean, que no se los pueda superar de la mano de Dios.
• Sí personal: Dios me ama personalmente.
• Sí heroico: cuando permite el sufrimiento, responder, si me pide uno darle uno y medio. Vale el ejemplo luminoso de los últimos años de la vida de Juan Pablo II.

Los retiros de educadores se realizan ya hace varios años en Tupãrenda y atraen cada vez a cientos de maestros.