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Bodas de oro del Santuario de Schoenstatt en Mariengrund, Münster-Gievenbeck
Nachrichten - News - Noticias
 published: 2008-09-23

Tocar el cielo... porque es realidad

Bodas de oro del Santuario de Schoenstatt en Mariengrund, Münster-Gievenbeck

 

Fahnenschlag der Gievenbecker Schützen für Maria und das Heiligtum am Geburtstagsfest

Los Tiradores de Gievenbeck saludan a la Mater y su Santuario en el aniverario

The members of the shooting club in Gievenbeck greet the Blessed Mother and the Shrine on the anniversary

Fahnenschlag der Gievenbecker Schützen für Maria und das Heiligtum am Geburtstagsfest

 

Die Mädchenjugend begrüßt am Eingang alle Ankommenden mit Applaus und “Viva Münster!”

La Juventud Femenina en la entrada del terreno: „¡Viva Münster!“

The Girls Youth at the entrance of the land, greeting all with “Viva Münster!“

Die Mädchenjugend begrüßt am Eingang alle Ankommenden mit Applaus und “Viva Münster!”

 
Die Bewegung in Bewegung bringen… mit Bewegungen zum Jubiläumslied  

Mover el Movimiento... con canciones y bailes

Moving the Movement ... with songs and dances

Die Bewegung in Bewegung bringen… mit Bewegungen zum Jubiläumslied

 
Podium: Liebesgeschichten mit dem Heiligtum  

Panel: Historias de amor con el Santuario

Panel: Love stories with the Shrine

Podium: Liebesgeschichten mit dem Heiligtum

 
Festgottesdienst mit Bischof Lettmann  

Misa festiva con Mons. Lettmann

Festive Mass with Bishop Lettmann

Festgottesdienst mit Bischof Lettmann

 
Bischof Lettmann mit Dilzesanpräses Dirk Mispelkamp im Heiligtum  

Mons. Lettmann con el P. Dirk Mispelkamp en el Santuario

Bishop Lettmann with Fr. Dirk Mispelkamp in the Shrine

Bischof Lettmann mit Dilzesanpräses Dirk Mispelkamp im Heiligtum

 
Den Kindern hat es es gut gefallen!

Los niños disfrutaron de la fiesta...

The children enjoyed the feast

Den Kindern hat es es gut gefallen!

Fotos: K. Fischer © 2008

Álbum de fotos – photo album – Fotoalbum

 

 

 

ALEMANIA, mkf. Siendo madre, permitir al hijo quinceañero que tramite la licencia para conducir motos, sin morirse de miedo. Ser saludado con el grito de "¡viva Münster!". Rezar de nuevo. Adorar al Santísimo toda una noche. Hacer bailar a mil personas. Recibir un saludo del Papa. Ver un arco iris y saber que Dios está con nosotros. Todo esto (y mucho más) sucedió junto al que fue festejado por su cumpleaños el pasado 21 de septiembre: lo celebraron unas 1500 personas junto con Mons. Dr. Reinhard Lettmann. Cumplió cincuenta años el Santuario del Padre en Mariengrund, Münster-Gievenbeck, y desde todos los rincones de la diócesis y de los alrededores acudieron en masa a festejarlo los miembros y los amigos del Movimiento de Schoenstatt.

"Tocar el cielo... porque es realidad". Este lema definió el día, y hasta el cielo participó, el clima era seco y en el correr de la tarde, muy soleado. Ya en la víspera los entusiastas ayudantes adornaron el terreno y la carpa con flores, y pusieron en la puerta del Santuario la tradicional guirnalda que en Westfalia los vecinos suelen colocar en las fiestas de bodas como así también en las bodas de plata y de oro, ¡y llevaron cientos de pasteles y tortas! Unos cuarenta jóvenes transformaron la noche en día, felicitaron al Santuario exactamente cuando comenzó el nuevo día y adoraron al Santísimo hasta la mañana.

Apenas llegaron los primeros peregrinos de las más diversas regiones de la diócesis, las chicas ya estaban listas, de pie, con vestimentas multicolores, como una viva bienvenida en la entrada del terreno: "¡Viva Münster!", sonaba en dirección a los sorprendidos peregrinos, o también: ¡Viva Endel, viva el Santuario!, todo con entusiasmo y emoción. Quien todavía estuviera cansado, no se puede despertar mejor. Evidentemente los jóvenes se habían propuesto poner todo en movimiento, no solo en la entrada del terreno sino también en todas las actividades del programa. ¡Y a los sones del nuevo canto del jubileo, despreocupadamente y con éxito, animaron a bailar a los cientos de participantes!

Con todos los colores del arco iris

Mientras en la mañana del domingo los niños se dedicaban a los juegos desarrollados en el terreno con cariño y generosidad (el de mayor éxito fue el viaje en coche con toldo), los jóvenes y los adultos se reunían en la carpa donde los colores del arco iris eran la línea conductora de un múltiple programa. Y esto porque hace 50 años, durante la bendición, apareció un arco iris sobre el Santuario. El variado programa festivo fue acompañado musicalmente por el grupo "Windhauch", de Münster y por la familia Nicolayczik. El director diocesano del Movimiento, P. Dirk Mispelkamp y las dos moderadoras – Henrike Pille y Elisabeth Helmich – acertaron el tono, tanto para dirigirse a los vecinos como a los participantes de las diferentes regiones de la diócesis con sus propios Santuarios filiales (hay siete en la diócesis), y también lograron unir continuamente a todos en torno del Santuario diocesano como "nuestro" Santuario.

Un audiovisual muy bien hecho y claramente visible en varias pantallas, despertó asombro y gratitud con la historia de Schoenstatt en general, en la diócesis de Münster y concretamente en la de este Santuario. Schoenstatt está en la diócesis desde 1922. El Padre Kentenich estuvo allí frecuentemente, y sobre todo en la época de su regreso del exilio, es mucho lo que lo vincula con este Santuario, tanto en la historia de su vida como en la de Schoenstatt. En 1965 fue incardinado en esta diócesis, como sacerdote diocesano, por el obispo de ese entonces Mons. Höffner, e inmediatamente liberado – de todo compromiso diocesano – para servir a la Obra de Schoenstatt.

Fueron impresionantes los testimonios de la generación que construyó este Santuario espiritual y materialmente. Pero también fue impresionante el testimonio de quienes dieron forma a esta fiesta, todos los que desde la víspera, bajos los rayos del sol, con calma y sin estrés, con un humor excelente y un gran compromiso, decoraron la carpa, prepararon el campo de juego, pusieron las flores, las guirnaldas, llevaron las tortas y los pasteles y colocaron los banderines y gallardetes... como una gran familia se congregaron en torno al pequeño Santuario. Una mujer dijo con rostro radiante: "este fue nuestro regalo de cumpleaños".

Una historia de amor con el Santuario

Sacerdotes, jóvenes y matrimonios dieron testimonios de su "historia de amor personal con el Santuario". El P. Ángel Strada contó de cuando, en 1966, la casa y el Santuario de Münster fueron un hogar en el extranjero para unos 40 jóvenes seminaristas de los Padres de Schoenstatt de todo el mundo, y de cómo habían tenido allí vivencias totalmente personales con el Padre Kentenich. Quien después de más de cuarenta años recuerda la hora y los minutos de los encuentros con él, tuvo un encuentro verdadero con él... También se encontró con el Santuario y con el Padre Kentenich una joven mujer de las cercanías, que todos los días visita el Santuario con su hija de dos años y enciende una velita. O la mujer que junto al Padre Kentenich puso su preocupación por sus hijos en las manos de la Mater y así les pudo dar la libertad que ellos necesitaban para lograr decidirse con independencia.

Y quienes entonces no rindieron examen para conducir motos, pero porque ellos así lo decidieron. Stephanie Düngelhoff, jefa diocesana de la juventud femenina, agradece haber comenzado sus estudios en la cercanía del Santuario y encontrar siempre allí la paz en medio del caos que se produce cuando todo es nuevo y distinto. Y el matrimonio Nicolayczik puede transmitir experiencias sencillas – y por eso convincentes – del obrar de la Virgen Peregrina entre los jóvenes, en hogares de ancianos, en la parroquia y en la propia vida. ¿Que se siente si el día en que la Virgen Peregrina está en casa, se sale a comer y a ella se la deja en casa ("¿qué pensaría la gente?") y la hija de trece años la saca del bolso en el restaurante y dice "Pero yo sí la traje conmigo"?

Un saludo del Santo Padre

Mientras algunos aprovechan el tiempo para conversar con los demás, otros participan del concierto de "Windhauch" en la capilla de la casa, visitan la documentación de la historia de Schoenstatt en Münster o los variados puestos que están delante de la casa. En las primeras horas de la tarde muchos participan de los magníficos juegos de campo de los niños, en los que se encuentran muchas familias jóvenes del nuevo barrio de las cercanías.

A la tarde, Mons. Lettmann celebró la solemne Sta. Misa con los presentes, entre ellos numerosas familias jóvenes de los alrededores y los participantes en los cursos abiertos que se realizan en la Casa Mariengrund. Para gran alegría y sorpresa de todos, trajo un saludo y bendición personal del Papa Benedicto XVI para las bodas de oro del Santuario, y lo vinculó a su gratitud por el trabajo del Movimiento de Schoenstatt en su diócesis. Entró con el báculo, que en preparación a las bodas de oro de Santuario peregrinó durante todo un año por la diócesis. "El báculo es un signo de disponibilidad: estamos con nuestro obispo y lo apoyamos en su servicio a la familia diocesana que le fue confiada. La oración por un nuevo y buen obispo para nuestra diócesis, el pedido de la bendición para la reestructuración de las parroquias en estos meses, es una especial intención", decía en el guión.

Este báculo fue obsequiado por los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt de la diócesis de Münster al entonces obispo local, Mons. Heinrich Tenhumberg con motivo de la coronación de la Mater como Reina de los sacerdotes, el 31 de mayo de 1976. Durante la peregrinación diocesana de 1992, este báculo fue regalado por Mons. Lettmann a la central de peregrinos en Schoenstatt, para que esté a disposición de los obispos que celebren allí la Eucaristía con los grupos de peregrinos. El báculo volverá ahora a Schoenstatt.

El arco iris, dijo Mons. Lettmann en la homilía, es una hermosa imagen de la alianza que Dios selló con los hombres. María está en el lugar donde Dios comenzó la nueva alianza. Todos renovaron esta alianza al finalizar la Sta. Misa y entonces Mons. Lettmann bendijo y envió las imágenes de la Virgen Peregrina que habían regresado al Santuario para este día de fiesta.

Cuando los sacerdotes salieron de la carpa, todos los acompañaron rápidamente al Santuario donde concluyó el día de fiesta con una oración en común, pero quizás no todo, pues aún se elevaron al cielo globos multicolores. La juventud femenina había preparado aún algo para el obispo, hay aún mucho para contar, para ver, para agradecer... Sigue sonando la canción: "Arco iris, arco de la alianza, un signo: Dios está aquí... Arco iris, Arco de la alianza sobre el Santuario..."

Video: http://schoenstatt18.wordpress.com/2008/09/23/090821-muenster-goldenes-jubilaum

Traducción: aat, Argentina

 

 

 


 

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Last Update: 30.09.2008