Con María Reina, encenderemos el mundo

Misiones 2008 en España, desde la perspectiva de una joven alemana

Misioneras alemanes German missionaries Deutsche Misioneras
Santa Misa en el Lago de Ercina Holy Mass at Lake Ercina Heilige Messe am Ercina-See
Preparando la comida… Preparing meals… Das wird das Abendessen… Fotos: Ludwig © 2008

ESPAÑA, Lisa Ludwig. "¿Te gustaría ir con nosotros a las misiones en España?". Esta pregunta de la Hna. M. Anastasia disparó en mí los recuerdos de una inolvidable semana de mi vida. Quienes hayan participado en las misiones no olvidarán más ese momento. Sea en la Argentina, en Chile, México o España... Pensar en las misiones es pensar en mis más fuertes experiencias de Dios.

Por supuesto que no lo dudé, y el 17 de julio partimos a Madrid con la Hna. M. Anrika y Ellen, una chica de la juventud femenina de Fulda. Allá fuimos recibidas muy cordialmente en el Santuario de Pozuelo, y celebramos el 18 con la Juventud de Schoenstatt de España, que nos dio apasionados testimonios de sus experiencias en las misiones. Al día siguiente partimos hacia el norte, a la "España verde", hacia Asturias. Éramos sesenta jóvenes, cuatro Hermanas de María y tres Padres de Schoenstatt. Ya solo el paisaje nos impresionó: altos montes, lagos, praderas, bosques... El punto culminante del día fue algo conmovedor: la Sta. Misa celebrada a orillas de un lago. Luego continuamos el viaje y nos repartimos en tres grupos para ir a dos ciudades y una aldea. Cada grupo estaba integrado por veinte jóvenes, una Hermana y un Padre. Fue algo fascinante ver veinte jóvenes, con la MTA en brazos, salir a conquistar una ciudad de 90.000 habitantes, como Avilés.

Las misiones ¿viejos recuerdos o cercanía de Dios?

Pero ¿qué se esconde detrás de la palabra "misiones", que tal vez nos haga pensar más en las sectas o en los antiguos conquistadores que en la cercanía de Dios?

Un grupo de jóvenes se pone totalmente en las manos de Dios por una semana. Se ponen en camino junto con la Virgen Peregrina, en apartadas aldeas o en modernas ciudades. Quieren manifestar allí una fe totalmente viva. Sea en las conversaciones con jóvenes en las parroquias, con personas solas y con familias, en una tarde de juegos en un hogar de ancianos, en programas para niños, colaborando en un centro de SIDA o en un comedor para gente sin hogar... es decir, con todos los grupos que se pueden encontrar en una parroquia. Junto con la parroquia, quieren dar nueva vida a estos lugares.

Es obvio que sesenta jóvenes no pueden transformar una ciudad en una semana. Pero pueden dar el impulso inicial, y ellos mismos pueden crecer con la tarea. No se trata en primer lugar del éxito, sino el compromiso propio. Nosotros, los jóvenes, somos instrumentos de la MTA y cuando alguien no nos abre la puerta, rezamos por él. Por supuesto no es un momento fácil, pero para eso tenemos a nuestra "Virgen Peregrina". Ella es lo central y nos da la fuerza necesaria, como también nos la da nuestra comunidad. Los otros jóvenes nos dan ánimo, fuerza y alegría. Estos instrumentos serviciales son los que nos hacen vencer durante el día el miedo, la impotencia y la apatía.

Jugamos al bingo con la Virgen Peregrina

Ahora quizás alguien piense ¿cómo se puede participar voluntariamente en esto? ¿Cómo aceptar que te cierren la puerta en la cara, pasar la noche en sacos de dormir, en el suelo, tener pocas horas para descansar y al día siguiente jugar al bingo con señoras de edad en compañía de la Peregrina?... ¿Y además sacrificar el precioso tiempo de vacaciones... y quizás llegar agotados a la universidad, al trabajo o al colegio?

Pero justamente sucede lo contrario, los pequeños momentos de felicidad, por ejemplo la vecina que nos permite "saquear" su huerta, o aquella otra que nos dice que no tenemos que visitarla esta vez, porque la MTA ya desde hace años obra milagros en su casa.

La vivencia comunitaria con los demás misioneros. Los jóvenes que como por arte de magia hacen sabrosas comidas con las cosas más simples. La oración de la noche que nos hace caer lágrimas de emoción. El canto de despedida de dos queridos misioneros. A uno de ellos lo encontré hace apenas un par de días, pero una se siente muy vinculada con ellos. Una semana totalmente espartana, limitada a lo necesario y sin embargo, o justamente por ello, llena de alegría. Es que se trata de vivir intensamente la propia fe y de compartirla con los demás.

Recargar las baterías ¿también en ámbitos germano parlantes?

Ya ha pasado ahora un año y medio de mi primera experiencia con las misiones, en México, y pude cargar allí mis baterías de tal modo que todavía vivo de esto. De la misma manera que ahora, en España. Pude estar allí solo un par de días pero esta experiencia busca profundamente su lugar en el corazón y, ya en el pensamiento, entra a hurtadillas un sentimiento de felicidad que nada puede superar.

Por eso esto es para mí una gran intención: comenzar también con las misiones en Alemania. No sé como se iniciará el "proyecto de mi corazón", y qué es lo que ha previsto la MTA, pero creo que puede comenzar aquí y ahora ¿Quieres participar?

¡Con María Reina encenderemos el mundo!

Traducción: aat, Argentina