En las misiones te das cuenta de que eres un instrumento de Dios

Misiones familiares 2008 en Paraguay: "De tu mano Madre, discípulos ardiendo por Cristo"

Rosario Iluminado Illuminated Rosary Lichter-Rosenkranz
Actividad para los niños Program for the children Angebot für die Kinder Fotos: Franco © 2008

PARAGUAY, Enrique Giménez. "En las misiones te das cuenta de que eres un instrumento de Dios, de que Él te utiliza para poder llegar a esas personas, y eso es realmente satisfactorio". Las "Misiones familiares 2008" en Paraguay, con el lema: "De tu mano, Madre, discípulos ardiendo por Cristo", una vez más fueron un tiempo de gracias para los lugares visitados y sus habitantes, pero al mismo tiempo no lo fueron menos para los misioneros.

Las Misiones familiares de este año se hicieron en Tobatí (15 Km. al norte de Caacupé, y 70 Km. al este de Asunción) Altos, y Piribebuy, en el departamento de la Cordillera. En Altos estuvieron ochenta jóvenes y doce adultos.

Con seguridad que todas las personas que en alguna oportunidad participaron en las misiones familiares sienten o sintieron alguna vez lo que experimentaron los 80 jóvenes y 12 adultos que estuvieron en ALTOS 2008.

Cuando alguien pregunta sobre las misiones familiares es muy difícil explicarle a esa persona, tan difícil de transmitirle todo lo que se siente, todo lo que se vive. Es que en las misiones se crea un clima  tan extraordinario, tan especial, es una gracia que envían la Mater y el Padre Dios y hacen que los misioneros se transformen espiritualmente, que se acreciente cada día el clima de familia, todos sienten que están en su casa. Todos se conocen entre si, y todos se sienten cómodos, cada uno tiene 79 hermanos, que aunque parezca una fantasía, están disponibles todo el tiempo para reír, para aconsejar, para charlar, para jugar o llorar.

Cada casa que visitas es algo especial

Cada casa que visitas es algo especial, en cada hogar al que llegas la Mater te tiene preparado algo especial, el calor de la gente del pueblo es algo inigualable. En las misiones familiares recibí los abrazos más cálidos de mi vida, pude ver las sonrisas más sinceras, los ojos que mostraban la profundidad del alma en cada joven, que a pesar de sus precarias condiciones de vida, también se muere de ganas de cambiar el Paraguay. ¡De mejorar la situación del país! En cada niño, que quizá nunca en su vida recibió un juguete, ¡ves la cara de felicidad más real que jamás hayas visto! En cada abuelita, postrada en su cama, algunas sin poder ver, caminar, escuchar, o entenderte, pero solo al sentirte empiezan a llorar de la felicidad. ¡De repente te sientes tan poca cosa como para realizar algo tan grande! En las misiones te das cuenta de que eres un instrumento de Dios, de que Él te esta utilizando para poder llegar a esas personas, y eso es realmente satisfactorio.

Esta Señora que nos hace hacer locuras de amor

Solamente puedo decir una palabra: ¡GRACIAS! Gracias a todas las personas que pusieron todo de sí para que las misiones se hagan realidad, gracias a todos los nuevos misioneros, que con su juventud y su espíritu sediento de misión renovaron las misiones dándole un aire de frescura; gracias a todos los "viejos misioneros" que siguen siendo fieles a la Mater y a la bandera de las misiones, transmitiendo este valor tan grande a miles de jóvenes; gracias a los otros jefes, tanto jóvenes como adultos, que pusieron hasta lo que no tenían para que el "Nada sin Nosotros" se cumpla y las misiones sean excelentes… pero sobre todas las cosas a esa Señora que nunca nos deja, que siempre está con nosotros, que nos hace hacer locuras de amor como ésta, que nos hace reír, que nos hace llorar de felicidad. ¡Gracias, Mater! ¡Por ese pedacito de cielo en la tierra, que pudimos vivir en las misiones! "¡De tu mano, Madre, discípulos ardiendo por Cristo!"

Fuente: Revista Tuparenda, Agosto de 2008