Nuevo sacerdote para siempre

Ordenación sacerdotal de Afonso Wosny Filho … de Schoenstatt

Procesión de entrada Entrance procession Beim Einzug
Aqui estoy… Here I am, Lord… Hier bin ich…
Coro de las Hermanas de María Schoenstatt Sisters’ choir Chor der Marienschwestern
El Padre y la hermana del neosacerdote llevan la casulla y la estola The father and sister of the newly ordained priest bring vestment and stole Der Vater und die Schwester des Neupriesters bringen Stola und Messgewand
Prédica-charla Talk-sermon Predigt-Gespräch
P. Afonso agradece a todos Fr. Afonso thanks all P. Afonso dankt allen
Rodeado de angelitos... Surrounded by angels Von kleinen Engeln umgeben... Fotos: Javier Cabral © 2008 Álbum de fotos – photo album – Fotoalbum

BRASIL, Javier Cabral. "Afonso Wosny Filho … de Schoenstatt": Fueron parte de las palabras del Obispo de Londrina Dom Orlando. Filho (Hijo) de Schoenstatt… Eso define bastante bien al hoy Padre Afonso, o Afonsinho hasta el sábado antes de la ordenación.

Afonso estuvo en su época de novicio el Ciudad del Este, Paraguay, en 1999 haciendo su práctica y desde allí surgió una gran amistad entre él y los integrantes de la Familia de Schoenstatt de Ciudad del Este. Para la ordenación unos 14 peregrinos contrataron un ómnibus y fueron ara su ordenación.

La misma sonrisa, la misma alegría, el mismo entusiasmo

Al medio día del sábado 24, día de María Auxiliadora, los peregrinos de Paraguay se encontraron con Afonso en el Santuario de Londrina. Los emocionados abrazos y saludos les hicieron pensar que el tiempo no había pasado, en él vieron la misma sonrisa, la misma alegría, el mismo entusiasmo. Unas horas antes, en Schoenstatt, en el Santuario Original, se rezó el rosario por el P. Afonso Wosny, mientras a la misma hora, en Osnabrueck, en el Rosario Iluminado de la Jornada Nacional de Católicos, se ofreció una rosa y una vela por él – ante la presencia providencial de Hildegard Fischer, su jefa de la práctica social que años atrás hizo en un hogar de niños en Alemania al igual que de su "jefa" en la tarea asumida por él para schoenstatt.de desde casi los comienzos de la página.

En la Catedral de Londrina

La ceremonia de ordenación se realizó en la Catedral de Londrina. Allí las Hermanas de María habían cuidado de todos los detalles para la ubicación de los visitantes, parientes, etc., así como de los arreglos florales. Un cuadro gigante de la MTA estaba presente en el costado derecho. También se observaba un cartel con la frase: Tú eres sacerdote para siempre.

Antes del inicio, el Padre Mateus dio algunas orientaciones a todos los presentes. Mientras la gente seguía llegando a la gigantesca catedral, el Padre Severino, que ofició de maestro de ceremonias, se desplazaba de un lado a otro, mientras el coro ajustaba los últimos detalles.

Inicio de la celebración

A las 18:30, la procesión de entrada con Padres y seminaristas del curso Ignis Profetae hizo su ingreso solemne. Afonso ocupó un sillón frente al altar. Detrás, en primera fila, sus familiares. Su hermano Cesar Wosny leyó una de las lecturas. A la hora de la prédica, se adelantó el Obispo auxiliar, Dom Albano, quien con un sobre en la mano pidió que trajeran dos sillones frente al altar. Explicó que era el momento en que el sacerdote anciano diera algunos consejos al "padrecinho" (Padrecito).

Y así, como si estuvieran en una sala, en una amena charla, el obispo Albano, con tono paternal, partiendo de las lecturas fue dando "consejos" a Afonso que escuchaba como un hijo a su papá.

Dom Albano se refirió al hecho que en una ordenación se sacan muchas fotos, pero eso solo registran el exterior de la persona. Un sacerdote debe conocer el interior, y para ello es necesario algo más, unas radiografías, y sacó del sobre varias radiografías que sirvieron de dinámica para ir presentando las distintas facetas que un sacerdote debe encarar y atender en el interior de las personas.

Imposición de manos

La iglesia, que estaba completamente llena, siguió con atención la prédica o la amena plática. Luego de las presentaciones y de la postración, el Obispo Dom Orlando impuso las manos, acto que repitieron a continuación los sacerdotes presentes. Durante la postración, las Hermanas de María pasaron al lugar del coro para cantar las letanías.

A continuación el padre del ahora Padre Afonso y su hermana Renate presentaron la casulla y la estola que fueron colocadas al neosacerdote con la ayuda de dos hermanos de curso, el Padre Nicolás de Chile y el seminarista Federico Piedrabuena, de Argentina.

Luego del abrazo de los Padres y de sus familiares, el P. Afonso ya ocupó un lugar en el altar para concelebrar. A la hora de distribuir la comunión, obviamente la cola del neosacerdote fue la más larga.

Una lluvia de pétalos

Luego el P. Afonso agradeció, con emocionadas palabras, a todos los presentes y recordó que en esa iglesia había tomado su primera comunión y había hecho su primera confesión. Explicó por último su lema sacerdotal: "Te llamé por tu nombre".

Luego el Obispo Dom Orlando pidió que todas las Hermanas de María y las Señoras de Schoenstatt pasaran al frente a cantarle un canto a María Auxiliadora. Como eso no estaba previsto en el programa, se notaron algunas dudas, pero luego pasaron todas a cantar recibiendo un gran aplauso.

Luego de la procesión final, el P. Afonso recibió muchos saludos en el atrio.

A continuación se dirigieron todos al Colegio Mae de Deus, de las Hermanas de María, donde se había preparado una recepción.

Al llegar se vio una fila de pequeños angelitos que aguardaban al P. Afonso, que a su llegada lo rodearon y bailaron. Lo acompañaron hasta el centro y allí una lluvia de pétalos dio inicio al brindis.

Homenaje de su grupo de JM

Sus compañeros de JUMAS (Juventud Masculina) de su grupo Santuario realizaron una presentación en una pantalla, interrumpida por uno los angelitos que al moverse desconectó el equipo. Luego de reconectar los enchufes y reubicar al angelito todos disfrutaron de las fotos de la época de JM del ahora P. Afonso.

Durante el brindis, el comentario general fue que la ceremonia estuvo magnífica y que la homilía de Don Albano fue algo maravilloso.

Entre bocaditos, cantos, risas y mucha alegría las horas fueron pasando. Parece que esa noche las Hermanas de María se habrán pasado de la hora habitual de ir a dormir, pero valía la pena, pues Afonso, un hijo de Londrina, un hijo de Schoenstatt, era el nuevo sacerdote… para siempre.