Palabra, canto y silencio

Jornada regional de los Madrugadores en el Santuario de Los Pinos, Chile

En la ermita Am Bildstock Morgenwache am Bildstock
Todos los participantes frente del Santuario All of the participants in front of the Shrine Alle Teilnehmer zusammen vor dem Heiligtum
Encuentro Encounter Begegnungen
Durante la conferencia During the talk Beim Vortrag
Taller Workshop Gruppenarbeit
Coro Choir Chor Fotos: Madrugadores Los Pinos © 2008

CHILE, mrc. Con el lema "La oración, alimento de nuestra madrugada", se llevó a cabo el 29 de marzo, en el Santuario de Los Pinos, el primer Encuentro de Madrugadores de la Vª Región de Chile. Para la comunidad de Los Pinos como anfitriona, fue una gran alegría el recibir en esta tierra santa a todos los hermanos de las demás comunidades de la Región y al proyecto de futura comunidad del Cerro Placeres.

Todas las comunidades se levantaron temprano para llegar a la hora señalada a la Ermita de Los Pinos y celebrar la Madrugada Regional. Los dueños de casa llegaron a las 6 de la mañana para activar todo lo que había quedado preparado desde el día anterior: mesa de inscripciones, banderas, focos, estacionamiento, velitas, altar, amplificación, etc, etc.

Como en los viejos tiempos, celebraron la madrugada en la Ermita misma (donde se celebró todo antes de la bendición del Santuario), a la intemperie y pudieron volver a vivir ese paso tan especial de la oscuridad a la luz mientras oraban.

La comunidad de Concon preparó la madrugada con una hermosa reflexión de como orar, texto tomado de una encíclica de Juan Pablo II. Con apoyo visual y canciones fue avanzando la madrugada. En peregrinación acompañaron después al Señor hasta el Santuario, donde también renovaron su Consagración a María y terminaron con el "Himno de Maipú" o "La alegría del camino"

La comunidad de Agua Santa preparó el desayuno y un reconfortante café en los recreos; otras comunidades sorprendieron a todos con lo mejor de su región: exquisitas paltas y tomates, uvas gigantes... Para concluir el desayuno, Quillota se hizo presente con un esquinazo preparado especialmente para el encuentro, con guitarra, acordeón y palmas pudieron ir entrando en ambiente.

Profundizar en la oración

En el anfiteatro de la Casa de la Juventud comenzaron puntualmente con la presentación de las comunidades asistentes (todas), más el Padre Ricardo Arellano, párroco de Nuestra Señora de Lourdes, de Placeres, en Valparaíso, presentó a las dos personas que lo acompañaron y dijo que se están reuniendo algunos sábados para "ensayar" y que espera en los próximos meses tener una comunidad de madrugadores en su Parroquia. Todos estarán atentos para esa fundación y rezarán por ellos.

Octavio Galarce presentó en forma muy clara como nacen, quienes son y cual es el sentido de este caminar. Continuó el P. Jorge Zegers, que presentó el tema central: "La oración", raíz fundamental de los madrugadores. Apoyado con un esquema visual fue avanzando punto por punto sobre como hacer, sentir, vivir y profundizar la oración. Como disponer el corazón y también todo el cuerpo al estar en oración. Como llevarlo a la vida diaria. La exposición se extendió más allá de una hora. Se hizo un pequeño intermedio y Alejandro González introdujo los talleres a realizar por grupos mezclados para poder compartir la vivencia que cada comunidad tiene y como se asimilaron las exposiciones de Octavio y del P. Jorge.

Mientras se desarrollaban los talleres, los sacerdotes estuvieron disponibles para recibir a muchos en el sacramento de la reconciliación.

La oración, alimento de la madrugada

Luego del taller se sirvió el almuerzo. Se mantuvieron los grupos de trabajo en las mesas, hubo mucho intercambio y una exquisita comida. El postre fue traído directamente del valle del Aconcagua, unas exquisitas e inmensas uvas para deleite de los comensales.

Por la tarde se hizo una reunión por comunidades para compartir las vivencias de la mañana y para planificar lo que se desea hacer dentro de cada comunidad. Como alimentar y mejorar la oración en las comunidades y como fortalecerse interiormente. Faltando sólo minutos para las 16.00 hrs. el coro indicó que había llegado el Obispo diocesano, Mons. Gonzalo Duarte no podía faltar para concelebrar la Misa de clausura y entregar su palabra de pastor, centrada en reconocer a Cristo en todo momento y en todas partes. El encuentro finalizó en la puerta del Santuario en donde se renovó la Consagración a María. Para la despedida hubo café, refrescos y un gran abrazo esperando poder compartir nuevamente esta experiencia de enriquecimiento personal y comunitario.

"Todos ayudaron con su trabajo a que este anhelo de encontrarnos para compartir en comunidad nuestras vivencias y tratar de mejorar nuestra oración, alimento de nuestra madrugada, haya sido un completo éxito en todos sus aspectos.", comenta Paul Johnson, de la comunidad de Los Pinos. Lo que queda ahora es la tarea de "buscar dentro de nuestra propia originalidad el acento de nuestra comunidad y su Madrugada y finalmente, lo más importante, el desafío de mejorar en la oración, combinando la maravillosa tríada "palabra, canto y silencio"... Sin oración no hay vida cristiana ni madrugador. Esta conclusión fue entregada en el trabajo de uno de los grupos de taller." Manuel Montesinos, de La Placilla, escribe: "Los madrugadores de Placilla hemos terminado nuestra jornada regional con renovadas energías para hacer vida nuestra misión, después de las palabras de Octavio Galarce y del Padre Jorge Zegers y del trabajo de talleres intercomunidades descubrimos las fortalezas y debilidades de nuestras madrugadas, queremos dejarnos educar en el encuentro personal con Cristo a través de la meditación en silencio y luego con una adoración también en silencio con tiempos definidos, queremos mejorar nuestra forma de hacer oración y dialogar con nuestro Señor a través de ella. También descubrimos nuevas formas de enfrentar nuestra organización. Además en este año queremos regalarle a nuestra Madre y Reina una ermita."