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Peregrinación de paz a Buhonga
Nachrichten - News - Noticias
 published: 2008-04-16

Un milagro de paz y de reconciliación

Peregrinación de la tercera Auxiliar internacional de la Campaña del Rosario a la Parroquia de Buhonga

 
Ankunft der dritten Internationalen Auxiliar in Buhonga, Burundi

Llegada de la tercera Auxiliar Internacional a Buhonga, Burundi

Arrival of the Third International Auxiliary to Buhonga , Burundi

Ankunft der dritten Internationalen Auxiliar in Buhonga, Burundi

 

Spontane Verehrung der Königin des Friedens durch die einfachen Menschen von Buhonga

Devoción de la gente de Buhonga

The people of Buhonga venerating the Queen of Peace

Spontane Verehrung der Königin des Friedens durch die einfachen Menschen von Buhonga

 

Lieder und Tänze für Maria

 

Cantos y bailes

Songs and dances

Lieder und Tänze für Maria

 

Hutus und Tutsis miteinander… mit der Königin

 

Hutus y Tutsis juntos con la Reina

Hutus and Tutsis together with the Queen

Hutus und Tutsis miteinander… mit der Königin

 

Hunderte von Menschen erwarten die Auxiliar

 

Cientos de feligreses esperando a la Auxiliar

Hundreds of faithful waiting for the Auxiliary

Hunderte von Menschen erwarten die Auxiliar

 

Einzug in die Pfarrkirche

Entrada

Entrance procession

Einzug in die Pfarrkirche

 

Die Königin des Friedens

 

La Reina de la paz

The Queen of peace

Die Königin des Friedens

Fotos: P. Deogratias Marahukiro © 2008

Álbum de fotos – photo album – Fotoalbum

 

BURUNDI, P. Deogratias Marahukiro. El domingo 6 de abril fue un día pleno de gracia, un día de bendición ya que la Reina de la Paz visitó la Parroquia de Buhonga. Esta Parroquia es una de las tres primeras misiones erigidas en Burundi por los padres blancos. Se encuentra en la salida sur de la ciudad de Bujumbura y está situada sobre las montañas que dominan la capital de Burundi.

Siempre una sorpresa…

Para mí es una sorpresa cada vez que hacemos una peregrinación con nuestra Reina. Me sorprende la cantidad de personas que quieren salir con nosotros en peregrinación. Cada vez hay más personas que se ven tocadas y que quieren acompañar verdaderamente a la Virgen María. La concentración fue en Monte Sión a eso de las 7.30 y, después de la bendición, partimos en comitiva hacia la parroquia de Buhonga.

Esta vez había siete ómnibus grandes con capacidad para 30 personas cada uno, y casi 11 automóviles privados.

La peregrinación con todos esos autos asombró mucho a los habitantes de la capital de Bujumbura. Como el auto que transportaba a la Auxiliar estaba especialmente ornamentado, algunas personas de la ciudad pensaban que se trataba del casamiento de un magnate de la ciudad de Bujumbura, pero se quedaron atónitos al ver que este rico iba a casarse en el interior. Así exclamaba una persona: «Mbe muramuduganye: ¿sube verdaderamente en el interior con la novia?». En efecto, la Auxiliar estaba tan bien adornada que podía pensarse que era una esposa engalanada para una boda real.

Del miedo al gozo

Antes de llegar a la parroquia de Buhonga nos encontramos con una multitud de feligreses junto al cura párroco esperándonos casi a un kilómetro de la parroquia. Hacían resonar frases de bienvenida a la Madre, podíamos advertir una gran expectativa, una gran sed, todos querían tocarla, decirle algo a la Madre. A algunas personas que venían con nosotros les resultó difícil contener su emoción. En ese lugar y en ese momento, la Madre obró realmente una maravilla; una maravilla de paz y de reconciliación. Dos poblaciones de un mismo pueblo pero de orígenes diferentes se encontraban en este lugar para caminar juntos acompañados por la Reina de la paz. Por un lado, se trataba de peregrinos que venían de Bujumbura que son esencialmente personas que están más o menos bien económicamente, y por otro lado, los de la población de la parroquia rural de Buhonga. Hay que agregar que algunos consideran la región de Buhonga como el feudo de la rebelión Hutu de las Fuerzas Nacionales de Liberación (FNL), cuya rebelión aún no ha depuesto las armas. La población de Buhonga misma está esencialmente compuesta por la etnia Hutu. Para algunas personas de la ciudad de Bujumbura, ir a Buhonga es exponerse a la muerte. Más aún, para algunas personas de la etnia Tutsie, resulta casi imposible e inimaginable detenerse en Buhonga. Como decía el cura párroco, algunos comenzaban a rezar el rosario cuando llegaban a Buhonga y lo guardaban recién después de haber pasado la región. Podía decirse que esta peregrinación era para reconciliarse con esta región. Para ciertas personas que estaban con nosotros en la peregrinación, poder caminar durante más de 40 minutos por la tierra de Buhonga rodeados de la población de Buhonga era verdaderamente un milagro. He aquí entonces el mejor regalo de ese día, esta gracia de la reconciliación. Algunos casi habían desistido de inscribirse en la peregrinación a Buhonga. Tenían miedo, pero aceptaron, simplemente para acompañarla a la Virgen. Durante la procesión podía leerse una expresión de gozo en sus rostros, el miedo había dejado lugar al gozo.

Una marcha triunfal de la Reina de la Paz y de la reconciliación entre su pueblo

El recibimiento de la población de Buhonga con cantos de gozo y danzas hizo derrumbar los muros del miedo y liberar espontáneamente una alegría en los peregrinos que venían de Bujumbura. El encuentro se hizo sobre una pequeña montaña, desde donde podía observarse una multitud de peregrinos subiendo esta montaña a duras penas y con temor, para ir al encuentro de la población de la parroquia de Buhonga, en cuya cima esperaba con cánticos y danzas de gozo. Habían puesto una pequeña mesa en el medio de la ruta de arcilla y, sobre esta mesa, colocaron la imagen Auxiliar. Comenzamos entonces a cantar y a bailar en torno a la Virgen. Como Buhonga está situada en la montaña que domina la ciudad de Bujumbura, se podía tener una visión panorámica del hermoso paisaje de esta región. El cielo también se había preparado para darnos la bienvenida; estaba hermoso con algunas nubes blancas salpicadas de espacios de fondo azul. Parecía que el cielo se abría para derramar sobre nosotros una lluvia de gracia de paz y de reconciliación. Sí, algo maravilloso acababa de suceder; sí, nosotros podemos decir como San Vicente Pallotti: «Ella es la gran Misionera, ella obrará milagros». Íbamos a comenzar la procesión en este ambiente, parecía una marcha triunfal de la Reina de la Paz y de la Reconciliación entre su pueblo.

Una vez terminada la procesión, comenzamos directamente la misa. Como de costumbre, en Burundi, una misa solemne que se respete no puede durar menos de tres horas. Entonces estuvimos tres horas en la misa con una liturgia marcada especialmente por elementos simbólicos. Ofrecimos una vela para pedir que la luz de Cristo nos ilumine, un mapa de Burundi para que la Reina de la paz proteja a este país, y una canasta vacía para que la Madre la llene de gracias de paz y de reconciliación. Los parroquianos también aportaron su capital de gracias y hemos regresado con una canasta llena de capital de gracias. Al final de la misa, como no podíamos dejar a la Auxiliar en esta parroquia (¡todo el mundo pide que la dejemos por lo menos unos días!) le regalamos una imagen de la Mater, como testimonio del paso de la Auxiliar por esta parroquia y garantía de la presencia de María en la misma. A la salida de la misa nos dirigimos hacia una pequeña capilla de la Virgen que está en la parroquia. Expusieron allí la Auxiliar y todos nos reunimos a su alrededor, acompañados por cánticos y danzas que la población de Buhonga había preparado para honrarla. Después de estos cantos comenzó otra parte no menos importante, que no habíamos previsto y que nos dejó muchas enseñanzas en lo que hace a la devoción popular y el amor a María.

Bendición del cielo

Después de la ceremonia oficial con danzas y cánticos organizados por los fieles de Buhonga, vimos cómo comenzaba espontáneamente una veneración personal de la Virgen. Una población alborozada se aglomeraba en torno a la Imagen Auxiliar. Todos querían tocar la imagen, todos querían decirle algo a su Madre. A la hora de transportar la imagen tuvimos un problema para elegir quién lo haría ¡ya que todos querían tener ese honor! A nosotros, que tenemos siempre la imagen de la Mater en el Santuario, nos costaba comprender cómo el hecho de tocar esta imagen significaba un privilegio tan grande. Nos recordó a ese adagio en kirundi que dice que «uwufise ikirezi atamenya ko cera: aquel que tenga un collar en su cuello jamás sabrá apreciar su belleza».

Delante de la Auxiliar se elevaron plegarias que daban testimonio de una fe muy profunda, lo que se convirtió en una lección de oración para nosotros. Una mujer que probablemente tenía algunas dificultades en su familia imploraba en voz alta: «Queridísima Madre, tú sabes lo que sucede en mi hogar, te pido que toques a mi esposo…». Otra señora se quedó delante de la Auxiliar mientras que las demás personas que habían venido con ella estaban apuradas por regresar a casa porque se hacía tarde; cuando la interpelaron por ese motivo, les respondió: «¿Cómo puedo irme si la Madre todavía está aquí?». A pesar de la larga distancia que debería recorrer a pie, ella prefirió no dejar a la Virgen. Sin duda muchas personas recibieron innumerables gracias; ya habrá oportunidad más adelante de relatar más testimonios de esta inolvidable jornada. Como siempre, antes de regresar, cayó una ligera llovizna, y todos estaban convencidos de que era mediante esa lluvia el cielo nos enviaba una vez más su bendición.

Por último, quiero hacerles llegar un fuerte agradecimiento a todas las personas que oraron por nosotros para el éxito de esta peregrinación, especialmente a todos aquellos que nos acompañan desde Schoenstatt en el Santuario Original y desde la Argentina. Invitamos a otros schoenstattianos y misioneros de la Campaña del Rosario que nos acompañen en esta gran campaña de oración por la paz en los países de los Grandes Lagos.

Las próximas peregrinaciones

La próxima peregrinación de la Auxiliar será al Congo, a la ciudad de Bukavu, el 18 de este mes.

El 27 de abril se hará una gran peregrinación de inicio del mes de mayo en el Santuario del Monte Sión, que contará con el acompañamiento del obispo. El 4 de mayo se hará una gran peregrinación hacia la parroquia vecina de Kamenge, un barrio muy pobre de Bujumbura, que fue casi destruido por la guerra civil.

Traducción: Cecilia Mata, Buenos Aires, Argentina

 




 

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Last Update: 16.04.2008