Una profunda experiencia de vínculos y de unidad

Encuentro ante la tumba de Chiara Lubich

Cuadro en la capilla: Maria, Mater Ecclesiae, y el Concilio Vaticano Picture in the chapel: Mary, Mother of the Church, and Vatican II Bild in der Kapelle: Maria, Mutter der Kirche, und das II. Vatikanum
Juntos... Together... Miteinander... Fotos: Wolf © 2008

ROMA, Mons. Dr. Peter Wolf / mkf. En la semana que siguió al segundo domingo de Pascua (domingo "in albis") por primera vez sesionó en Belmonte, en el centro internacional de Schoenstatt en Roma, el consejo general del Instituto de los sacerdotes diocesanos de Schoenstatt. Desde allí hicieron una visita a la sede del Movimiento Focolar en Rocca di Papa, al sepulcro de su fundadora, Chiara Lubich, fallecida el pasado 14 de marzo. Fueron recibidos muy cordialmente por el co presidente Oreste Basso, por Eli, una compañera de Chiara de los primeros tiempos, y por otros dirigentes del Movimiento. La oración en común ante la tumba de Chiara fue una profunda experiencia de vínculos y de unidad.

En primer lugar se reunieron en la capilla de la casa, ante la tumba de Chiara Lubich. El co presidente Oreste Basso les mostró a los schoenstattianos el sepulcro en la parte de atrás de la capilla y les contó que era el deseo de ella de ser enterrada allí. Permanecieron allí un buen rato en silencio y luego rezaron también en común. En junio de 1999 Chiara Lubich y varios miembros del Movimiento de Schoenstatt, de la Comunidad de Sant’Egidio con su fundador, visitaron la tumba del Padre Kentenich y rezaron unidos. Estaban aquí varios de los que en aquel entonces estuvieron presentes. Ahora, los dos fundadores de estos Movimientos tan cercanos, gozan de una nueva vida. Se podía sentir que la vinculación de aquel entonces seguía siendo muy fuerte. "Estoy completamente seguro de que la Alianza de amor entre Chiara y nuestro Padre vale también en el cielo", así expresó su vivencia Mons. Dr. Peter Wolf.

Una valiosa gema en la corona de María

Después Eli – una de las primeras compañeras de Chiara – invitó a los sacerdotes a pasar a un ambiente muy grato. Contó del gran Réquiem del 18 de marzo en la basílica de San Pablo Extramuros, de los numerosos participantes de toda la Iglesia, de otras confesiones y religiones, especialmente de otros Movimientos. Suscitó una enorme gratitud el que viajaran a Roma, para el entierro, el P. Heinrich Walter y el P. Michael Marmann. También agradecieron la carta que Mons. Dr. Peter Wolf envió al P. Dr. Wilfried Hatemann y a sus hermanos de comunidad del Movimiento Focolar. Estaba aún viva en el recuerdo la visita que les hicieron los Padres de Schoenstatt de la casa filial de Roma y la familia Nuño. La conversación giró en torno al encuentro de 1999 en Schoenstatt y el encuentro de los superiores de las diversas comunidades sacerdotales de ambos Movimientos que se realizó pocas semanas después en Suiza.

Luego los visitantes y sus anfitriones fueron a rezar ante el ataúd abierto de Natalia Dallapiccola, la primera compañera de Chiara, fallecida la noche anterior. La velaban en el mismo lugar en el que dos semanas antes habían velado a Chiara. Natalia, en el comienzo del Movimiento Focolar, vivió con Chiara en Trento, en la Plaza de los Capuchinos, y unos años después la acompañó a Roma. En 1959, con ocasión del inicio de los Focolares en Berlín occidental, debió desempeñar una importante función. Ella pertenecía al primer grupo de Focolares italianos que en 1962 se mudaron voluntariamente al otro lado del muro. Mons. Otto Spülbeck le había pedido ayuda a Chiara Lubich, porque el hospital católico de Lepzig necesitaba urgentemente personal médico después de la huída de muchos profesionales.

Natalia falleció a los 83 años el 1º de abril de 2008, en su casa de Rocca di Papa. Graziella de Luca, Valeria Ronchetti, Vittoria Salizzoni y Doriana Zamboni, junto con Natalia, integraron el primer grupo de Focolares de Trento.

En el aviso mortuorio se encuentra esta maravillosa expresión: "Ella fue engarzada como una gema en la corona de María". Algo que solía decir con frecuencia el Padre Kentenich.

Finalmente fueron una vez más a la capilla, al altar con la imagen de la Madre de la Iglesia, y se habló sobre el Concilio. Los sacerdotes schoenstattianos estaban muy conmovidos por esta coincidencia con la misión del Santuario Matri Ecclesiae.

Traducción: aat, Argentina

Pagina del Movimiento de Focolare: www.focolare.org