Tiempo difícil, tiempo de gracias, tiempo de esperanzas
Benedicto XVI. en Washington - como lo experimenta el pueblo
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| Schoenstatt saluda al Santa Padre en Washington, Estados Unidos Schoenstatt wolcomes the Holy Father in Washington Schönstatt grüßt den Heiligen Vater in Washington |
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16 de abril, 12.00 hs: el Santa Padre cerca de la Banco Mundial April 16, 12.00 am: the Holy Father passes by the World Bank building 16. April 12.00 Uhr: der Papst fährt am Gebäude der Weltbank vorbei |
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Entusiasmo... „The atmosphere was electric“ Die Menschen an den Straßen sind begeistert |
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Momentos de emoción Emotional moments Bewegende Momente Fotos: Ajimeno © 2008 |
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ESTADOS UNIDOS, Enrique Soros. Benedicto XVI llegó a los Estados Unidos. Su presencia despierta diversos sentimientos. Si bien hay diócesis que sufrieron profundamente las consecuencias de los escándalos sexuales, no es el caso de la arquidiócesis de Washington. Es más, la feligresía en general no fue sacudida en la fe por estas latitudes. Por otro lado existe una profunda conciencia de que el cristiano no está en la Iglesia porque sus miembros no pecan, o porque no pecan gravemente, sino que se sabe que se es cristiano por amor y fidelidad a Cristo. Y esta realidad impulsa a entregarse con alma y vida en el camino a la santidad.
Justamente el seminario de la arquidiócesis de Washington está guiado por la espiritualidad del Camino Neocatecumenal, que, como muchos movimientos surgidos del seno de la Iglesia en el siglo XX, intenta marcar radicalmente el corazón de sus miembros con un amor profundo y jugado por Jesús. Los sacerdotes jóvenes que provienen de dicho seminario son fuente de esperanza para la Iglesia. Se ve en las parroquias donde ejercen su ministerio, cómo vibran con su pueblo, con sus fieles, cómo la vida de sus "ovejas" son su propia vida, sus alegrías, sus crisis, sus problemas.
La visita del Papa es ocasión para el debate sobre diversos temas, como lo es la inmigración, la justicia social y el papel de la familia para la Iglesia, entre otros. La Iglesia católica de los Estados Unidos es, como muchas instituciones en el país, una excelente recaudadora de fondos para fines benéficos. El aspecto social de ayuda, sostén, capacitación y promoción integral del inmigrante tiene un peso fundamental para la jerarquía eclesiástica y para los fieles. Aquí abundan los proyectos de asistencia completa a los más necesitados, los que incluyen apoyo legal, de salud y de enseñanza a través de diversas filiales en las que opera el renombrado Centro Católico Hispano.
No importa el título ni el rango. Lo que importa, es dónde puedo servir mejor al Señor.
Sólo 46.000 podrán asistir a la misa del jueves
Todos los interesados en participar de la Misa multitudinaria con el Papa en el estadio de los "Nationals" el jueves, en Washington, saben que sólo unos pocos, exactamente 46.000 personas, podrán entrar. Dado que las parroquias y las diócesis recibieron muy pocas entradas, éstas fueron sorteadas entre sus miembros.
En la arquidiócesis de Washington se pidió a los párrocos dar preferencia de participación a los líderes laicos, dado que ellos son quienes sirven a los feligreses con un trabajo desinteresado y comprometido. Pero en muchos casos, los líderes renuncian a un momento de profunda vivencia con el Papa, para que otros lo puedan disfrutar.
Así nos relata el padre Michael Schapfel, miembro del Instituto de Sacerdotes Diocesano de Schoenstatt y párroco de la Comunidad de Habla Alemana en Washington: "Conforme a las disposiciones de la arquidiócesis de Washington, ofrecí las entradas para la Misa en primer lugar a los miembros del Consejo Parroquial, pero muchos de ellos renunciaron a su derecho, ofreciendo la posibilidad de asistir a otros fieles que muestran gran interés".
"El viernes recibí una llamada de un amigo. Me dijo que la mamá de su jefa deseaba ir a la Misa con el Papa. Lo que más me impresionó es que la señora es evangélica. Me conmovió tanto que decidí llamarla para decirle que le cedía mi ticket para que fuera", nos dijo José Amaya, Coordinador de Catequesis Hispana y Formación de Catequistas en la Arquidiócesis de Washington.
Ese es el espíritu que aquí se vive. No importa el rango ni el título. La pregunta que mueve los corazones es "Dónde puedo servir mejor al Señor". A José Cervero, dirigente laico de la parroquia Nuestra Señora de Lourdes en Maryland, lo invitó su vicario, padre Javier Santaballa, a estar en la Nunciatura para saludar al Papa personalmente por su cumpleaños, honor que muy pocos tendrán. José le respondió: "Muchas gracias, pero mi lugar está con la gente, preparando en las calles el ambiente con canciones y con espíritu de fe". José ya había renunciado a participar de la Misa con el Papa, entregando su ticket a otra persona.
Entradas para la Misa con el Papa
"Mi hermano es católico pero no practicante", nos cuenta José Amaya. "Lo que menos esperaba era que me pidiera un ticket para la Misa con el Papa, y lo hizo. Lo que no sabe es que nuestro padre va a asistir a la Misa también. Mis hermanos y mi mamá están enojados y separados por más de veinte años. Mi hermana me pidió que invite a nuestro padre también, lo cual ya había hecho. Mi familia estará sentada junta en la Misa sin ellos saberlo. Yo logré inscribirme como voluntario para darles el lugar, para que se reencuentren".
Se sabe que conseguir entradas para la Misa con el Papa es sumamente difícil. La diócesis de Austin, Texas, por ejemplo, recibió sólo 60. Si se repartiera medio ticket por cada parroquia de la diócesis mencionada, quedarían algunas sin recibir siquiera un trozo de papel, dado que Austin cuenta con 129 parroquias.
De entre las decenas de miles de visitantes que están llegando a Washington esta semana, se encuentran cuatro muchachos chilenos que tuvieron la suerte de que algunos poseedores de entradas no pudieran viajar a Washington. Estos son miembros del proyecto Operación Mario, un emprendimiento de la juventud de Schoenstatt de Chile, que envía jóvenes a universidades de Estados Unidos por un año, para evangelizar en ambientes estudiantiles.
Benedicto XVI con las llaves del Reino de los Cielos
Tanto el miércoles como el jueves marcarán un hito para la ciudad de Washington y para Estados Unidos. Cientos de miles de personas estarán en un contacto relativamente cercano con el Papa, y tanto católicos como no católicos notarán que "algo pasa", dado que cambiará la realidad completa de la ciudad por dos días. Benedicto XVI, con una personalidad distinta a la de su antecesor, demuestra que, a su manera, se hace querer profundamente, se gana el afecto de sus fieles, a quienes ama de corazón. Y el pueblo, vivándolo, saludándolo, cantándole, no sólo honra su persona, sino, y muy especialmente, la de Jesús, quien lo eligió, como a Pedro, para conducir la nave de la Iglesia por mares turbulentos, y, según Mateo en su capítulo 16, versículo 19, para darle nada más y nada menos que las llaves del Reino de los Cielos, con el poder de atar y desatar en la tierra, en nombre suyo propio.
Los Schoenstattianos de Washington, con mucho entusiasmo y entrega, se hicieron presentes en la ruta del papamovil con pancartas, banderas, peregrinas, canciones - para dar una bienvenida cordial al Santo Padre y animar a los demás también. Salieron en las fotos de las grandes agencias de noticias, llevando el mensaje del amor al Santo Padre a todo el mundo.
Fuente: AICA