¡Aquí está el sol naciente!
Llegan a Schoenstatt peregrinos de Brasil
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Despedida alegre de un grupo de brasileros de Schoenstatt Farewell of a group of Brazileans from Schoenstatt Am 17. April kam eine Gruppe aus Brasilien nach Schönstatt – hier beim fröhlichen Verabschieden |
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Un día soleado... It was one of the rare sunny days... Es war einer der seltenen sonnigen Tage... |
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No debe falta la foto con el Padre Kentenich The picture with Father Kentenich is a “must” Das Gruppenbild mit Pater Kentenich gehört dazu |
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En la tumba del Padre Kentenich At the tomb of Fr. Kentenich Am Grab von Pater Kentenich |
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La Hna Adriana ayudando en la cafetería de la Casa de Peregrinos Sister Adriana helping in the cafeteria of the Pilgrims’ House Schw. Adriana hilft in der Cafeteria des Pilgerheims – wegen der Verständigung |
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Un regalo para llevar Schoenstatt a casa: los santuaritos con tierra del Santuario Original A gift to carry Schoenstatt home: the little shrines with soil from the Original Shrine Volltreffer: die neuen kleinen Heiligtümer mit Erde vom Urheiligtum Fotos: Hna. María Julia © 2008 |
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SCHOENSTATT, Hna. María Julia Agüero. "¡Aquí está el sol naciente!" Así dijo una de las cuarenta personas de Brasil que llegaron el 17 de abril a visitar a la Mater en el Santuario original y la Padre Kentenich en el Monte Schoenstatt.
La Mater los recibió con un sol radiante, y esto fue para ellos una gran alegría. Sin embargo, lo que más los conmovió fue el "Sol" que les regaló en el Santuario original. Llegaron en procesión, entonando el canto de la Virgen Peregrina. Entrar en el Santuario fue una vivencia muy profunda, que manifestaron con un silencio lleno de respeto y emoción. Luego presentaron a la Mater y a Jesús sacramentado todas sus intenciones, alegrías y pedidos.
Una peregrina, al salir, exclamó: ¡aquí está el Sol naciente!
Schoenstatt para llevar a casa
Subieron al Monte Schoenstatt en ómnibus. Allí visitaron la Casa Padre Kentenich y se sacaron muchas fotos con la estatua de él que está frente a la Casa. Luego visitaron la Iglesia de la Santísima Trinidad, y la tumba del Padre Kentenich. Allí vivieron otro de los momentos centrales de su visita. Rezaron y cantaron junto al Padre.
Ya era la hora del almuerzo. Llenos de alegría y emoción bajaron a la Casa de Peregrinos, donde para gran alegría suya descubrieron algo precioso: "Schoenstatt para llevar a casa" (santuaritos de cerámica con tierra del Santuario Original). Ahora pueden en cada momento tocar la tierra santa de Schoenstatt, del Santuario Original, de donde hace tanto tiempo salió la Mater como Peregrina para estar con ellos.
De tarde, el Padre Silvio, que los acompañaba, celebró la Sta Misa. Aprovecharon cada momento libre para visitar nuevamente a la Madre en el Santuario. Cuando llegó el momento de la despedida se les hizo difícil partir. ¡Me quedo aquí! Repetían, pero en su plan tenían todavía otros lugares de peregrinación: una visita a Asís y la tumba del Padre Pío. La Mater los acompañará allí también.