Un hombre de un gran corazón, un hombre según el corazón de Dios

Una despedida que no fue tal: entierro de Mons. Iván Šešo, director del Movimiento de Schoenstatt en Croacia. Consternación por el fallecimiento de Rada Munčan

Santa Misa en Slavonski Brod, 21 de enero Holy Mass in Slavonski Brod, January 21 Heilige Messe in Slavonski Brod, 21. Januar
Mons. Đuro Hranić  durante la bendición Bishop  Đuro Hranić during the blessing Bischof Đuro Hranić nimmt die Aussegnung vor
Misa de difuntos en Osijek, 22 de enero: Mons. Marin Srakić, Obispo diocesano, Mons. Đuro Gašparović y Mons. Đuro Hranić Funeral Mass in Osijek, January 22: Bishop Marin Srakić, Auxiliary Bishops Đuro Gašparović and Đuro Hranić Totenamt in Osijek am 22. 1., Bischof Marin Srakić, Weihbischčfe Đuro Gašparović und Đuro Hranić
P. Christoph Horn en su alocución Fr. Christoph Horn giving thanks P. Christoph Horn: Dankesworte
Bendición Blessing Segnung
En el cementerio At the cemetery Auf dem Friedhof Fotos:  Brankica Lukačević © 2008 Álbum de fotos – photo album – Fotoalbum

CROACIA, Hedwig M. Weinzierl. "¿De que otra cosa que no fuera del corazón podía morir Monseñor Šešo?" Así se preguntaba Mons. Đuro Hranić, obispo auxiliar de la diócesis de Đakovo, en la Santa Misa de despedida celebrada el 21 de enero en la totalmente colmada iglesia del Espíritu Santo en Slavonski Brod. La familia de Schoenstatt en Croacia se hizo presente en forma tal que debieron abrirse las puertas de la iglesia para que miles de fieles pudieran participar en la Celebración Eucaristica.

El obispo continuó: "Era sencillamente un hombre con un gran corazón, de enorme amabilidad, comprensivo hasta la insensatez y bondadoso como pocas personas han tenido el don de Dios de serlo.... Este hombre no solamente ha regalado mucho sino que, sobre todo, se ha regalado a sí mismo, y con ello, todo lo que tenía. Y así fue siempre a lo largo de toda su vida". Un colega opinó: se puede decir de Mons.Šešo lo mismo que los discípulos le decían a Jesús: "todos te buscan". En la ceremonia, durante la cual en distintos momentos se mencionó a Schoenstatt pues todos sabían de su pertenencia al Movimiento, junto a Mons. Đuro Hranić concelebraron los decanos católico romano y católico griego, y cerca de cincuenta sacerdotes.

Un pescador de hombres

La Misa de difuntos fue el 22 de enero en la iglesia de San Miguel, en Osijek, aquella donde fue bautizado y también donde celebró su primera Misa. Volvió a repetirse lo vivido el día anterior: a pesar de ser una iglesia de importantes dimensiones, en su interior fue absolutamente imposible encontrar un pequeño lugar y afuera, muchos schoenstattianos se esforzaron por seguir atentamente la Santa Misa. La misma fue presidida por Mons. Dr. Marin Srakić con sus dos obispos auxiliares y unos ciento cincuenta sacerdotes. Participaron muchos seminaristas, religiosos y como decíamos más arriba, miles de fieles que querían acercarle un emotivo "Hasta el cielo". Mons. Srakić destacó en su predica, la manera en que Mons. Šešo vivió su sacerdocio: con humildad y sencillez; su buen humor y su optimismo fueron una verdadera impronta a lo largo de su fructífera vida al servicio de Dios. Fue realmente un pescador de hombres, no solamente en la diócesis de Đakovo, sino mucho más allá. Con su vida mostró que la Iglesia no nace de una buena organización, sino de un buen corazón y de ideales espirituales altos y nobles.

Una piedra fundamental viva para el futuro Santuario

El P. Christoph Horn lo despidió en nombre de la Familia de Schoenstatt croata, de la que era director. Viajó expresamente desde Suiza para agradecer a Dios por Mons. Šešo, pero también para agradecerle, porque el Movimiento de Schoenstatt tenía en él un Padre espiritual, un buen pastor, un confesor, un amigo y un hermano. "Gracias, querido Iván, porque como director espiritual del seminario comprendiste y aceptaste la espiritualidad de Schoenstatt, porque te empeñaste extraordinariamente para el desarrollo del Movimiento. Según el ejemplo del Padre Kentenich has acompañado de manera muy cercana a incontables miembros de nuestra Familia. Nos has vinculado y nos has unido. Mi última conversación contigo fue hace nueve días, sobre la colocación de la piedra fundamental del primer Santuario de Schoenstatt en Croacia. Después de tu muerte he comprendido que eres una piedra fundamental viva del Santuario de la Madre tres veces Admirable, a quien tanto amaste. Tu entierro en un día 22, el día de nuestra Reina y Vencedora, es un símbolo y un signo especial".

A continuación fue el entierro, en un cementerio muy cercano a esa iglesia que lo vió nacer como hijo de Dios y también como neo-sacerdote. Miles y miles de dolidos fieles formaron una verdadera marea humana que obligó a suspender el tránsito por un largo período de tiempo en torno al cementerio. Los schoenstattianos llevaban cada uno una rosa roja, que como signo de gratitud arrojaron a su morada definitiva: "Querido Mons. Iván, le agradecemos por todo su empeño, pero también por la alegría que irradiaba siempre. Estamos orgullosos que Ud. haya pertenecido a Schoenstatt y pedimos su intercesión en el camino hacia nuestras grandes metas: la construcción de nuestro primer Santuario y el desarrollo de nuestra Familia para la querida MTA " (rezaba la familia croata en su emotivo último adiós a su pastor).

Estoy sumamente orgulloso de ser schoenstattiano

Muchos integrantes de la Familia de Schoenstatt de la diócesis se dirigieron inmediatamente a Đakovo. Bajo una lluvia verdaderamente torrencial asistieron al entierro de Rada Munčan,de 47 años, jefa de la rama de madres del lugar. Rada, entre distintas actividades al servicio de la Familia, llevaba puntillosamente y con mucho amor, el libro de Alianzas de la Familia de Schoenstatt croata. La tarde del día que falleció Mons. Šešo, ella fue atropellada por un auto junto a la catedral. A pesar de haber sido operada de urgencia, no pudo salvarse su vida. Dios Padre decidió llevar esta rosa para su jardín. En el entierro estuvo presente el párroco y decano de Đakovo, P. Tomislav Ćorluka, sacerdote de Schoenstatt. El P. Christoph Horn agradeció a Rada en nombre de la Familia de Schoenstatt, tantos años de inmensa labor y servicio desinteresado. La Hna. Mariana, asesora de la rama de madres en Croacia, envió una necrología que se leyó después del responso en un claro signo de la presencia de las Hermanas de María en ese momento teñido de dolor y también de cristiana esperanza.

La Familia de Schoenstatt croata asistió consternada el mismo día a los entierros de dos dirigentes. Pero a la vez agradece por ambos sacrificios en esta época fundacional, en la seguridad que ellos serán intercesores en el cielo porque conocen de cerca sus problemas. En medio de tanta tristeza, un hombre dijo después de los entierros: ¡ Una vez más me siento orgulloso de ser schoenstattiano !.

Traducción: aat, Argentina/Juan Barbosa, Argentina