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En torno de la mesa - Mónica, Ximena, Carolina
Nachrichten - News - Noticias
 published: 2008-02-15

Este es el lugar de mi amor

En torno a la mesa: tres peregrinas en Schoenstatt comparten sus experiencias

 
Carolina Rojas, Ximena Martínez, Mónica Aguilar (von links), im Press Office

Carolina Rojas, Ximena Martínez, Mónica Aguilar (de izq.), en la Oficina de Prensa

Carolina Rojas, Ximena Martínez, Mónica Aguilar (from left),in the Press Office

Carolina Rojas, Ximena Martínez, Mónica Aguilar (von links), im Press Office

Foto: POS Fischer © 2008

 

SCHOENSTATT, mkf. "Puede ser el título de una canción romántica, pero es lo que siento: Este es el lugar de mi amor": Una frase que resume una conversación animada "en torno a la mesa" de la Oficina de Prensa en Schoenstatt. Es una mañana fría y nublada en Schoenstatt la del 11 de febrero, el 150° aniversario de la aparición de la Virgen Santísima en Lourdes. Todavía no es época de grandes peregrinaciones internacionales a Schoenstatt; sin embargo, en la Casa Sonnenau se encuentran dos jóvenes chilenas del Santuario Nuevo Belén, en Santiago – Ximena Martínez, de la rama de profesionales, y Carolina Rojas, de la Juventud Femenina - y Mónica Aguilar Suzán, de Ciudad de México, México, que se recupera de una operación delicada de la columna en un hospital especializado en Wiesbaden.

Ximena y Carolina estuvieron en Schoenstatt para la Jornada Mundial de la Juventud, en agosto de 2005; ahora, "por un regalo de Dios", se encuentran de viaje por Europa, y el primer lugar a visitar fue Schoenstatt, "este lugar maravilloso, mágico, lleno de paz, que no deja de sorprendernos", dice Ximena, miembro de la Rama de Profesionales. "ˇVenir a Europa sin venir a Schoenstatt sería una tontería!". El no poder comunicarse ni en inglés ni en alemán no la desanima. "Siento que la compañía del Padre y de María hacen que uno siempre se entienda. Hablamos un idioma común".

Estar en Schoenstatt por segunda vez, cuenta Carolina, es diferente: "Uno está aquí con mucha más tranquilidad, es mucho más para uno. En la Jornada Mundial de la Juventud hubo mucha gente, muchas actividades, y no alcanzábamos a dimensionar lo que había porque no queríamos perder algo del programa tampoco. Ahora hay tiempo para estar en Schoenstatt, con mucho tiempo para ver lo que queremos ver, con tranquilidad; hay tiempo para rezar mucho, explorar todo, encontrar gente conocida y hacer nuevas amistades, estar aquí con tanta gente conocida: Padres, Hermanas que conocemos de su trabajo en la parroquia de Nuevo Belén, nueva gente como Melissa Schmid de Estados Unidos y Mónica Aguilar de México. A mí me parece que todo Schoenstatt ahora es para nosotros".

Llamado a la Alianza de Amor

Mónica Aguilar viene de Ciudad de México y pertenece a un grupo de la rama de profesionales… "Hace poco más de un año que conozco a la Virgen", comparte, "ˇy el Santuario Original es el primer Santuario que conozco! Pasé por muchas cosas difíciles en mi vida. El domingo en la Iglesia de la Adoración, en la Misa, sentí una paz y una tranquilidad que en muchos años no sentí. Creo que la Mater me trajo aquí por una razón". La razón "objetiva" de su estadía en Schoenstatt es una serie de cirugías y tratamientos en la Clínica de Columna de Wiesbaden, Alemania, una de las pocas clínicas donde se realizan las cirugías que ella necesita. Estar en Schoenstatt es para ella como un retiro. "En la Misa en español, por la tarde, sentí el llamado de sellar mi Alianza de Amor. Anoche estuve sola en la capilla de la casa Sonnenau, y sentí una sensación como si la Mater me hablara, ˇcomo si me mirara y me hablara! Fue como que mi corazón se abrió a ella... Ella quiere acercarme más a Dios para conocerlo más porque apenas hace un año hice mi primera comunión y me bauticé. Por algo la Virgen llegó a mí; como Virgen Peregrina que vino a mi casa, la conocí, y después me comuniqué con la Hna. Christin Dietrich, y conocerla a ella fue como si Dios me la hubiera mandado. Fue también la Virgen que me mandó a Alemania. En Ciudad de México/Satelite, donde está la Hna. Christin, alemana, hay un padre alemán, de Colonia, que sirve a la iglesia de habla alemana. Para mí todo lo de la fe está vinculado con Alemania, me bautizaron en esta iglesia, pero enfrente de la Virgen. ˇPor eso hasta quiero aprender alemán! Es todo un regalo de Dios. Pasé por cosas difíciles, y ahora estoy tan contenta, me siento de nuevo viva...".

Vivir la misión personal

El testimonio de Mónica fue un regalo para las dos chilenas. "Aprendimos que no importa el lugar, la edad; cada uno tiene su momento de gracias, su momento de ser llamado por Dios. Ella lamenta no hacer conocido a Dios antes, pero este fue su momento, tal vez más profundo que cuando era chica. A veces uno no agradece las cosas de su vida, pero con un testimonio como el de ella, una vuelve a agradecer, y también sentimos el deseo de ayudarla en todo ahora. Fue un encuentro tan enriquecedor para nosotras".

Fue revivir la propia historia de alianza, dice Carolina. "Conozco Schoenstatt sólo desde hace cuatro años; conocer a Mónica fue para mí tan impresionante. Ayer fuimos al Monte Sión, donde conocemos a un seminarista mexicano, y se la presentamos a él, fue súper lindo: ˇfuimos dos que salimos a esta aventura en Europa y acá en Schoenstatt somos tres!". Las tres ya comparten una experiencia común de ser mimadas por Dios. Mónica todavía no puede caminar mucho; igual se pusieron en camino al Monte Sión "para ver si Dios nos manda un auto. A los pocos minutos llegó la Hermana María Julia con su auto vacío y nos llevó!".

Ximena conoció Schoenstatt a través de los Padres de Schoenstatt que trabajan en su parroquia. La llaman "Josefa Engling", porque "quiero cada vez más asemejarme a María, quiero hacer todo para ella y para todos los demás. ˇLos ideales del Padre sean mis ideales, los ideales de Schoenstatt sean mis ideales! Soy soltera, laica, y estoy muy feliz con lo que hago y cómo soy", afirma, irradiando una felicidad inmensa.

Carolina ya desde chica amaba a María. "ˇSchoenstatt me llegó como anillo al dedo! Me enamoré enseguida y por completo. En el trabajo con una Hermana de María, para mí ha sido súper impactante verla a Maria en ella. Conocer al Padre, y en los Padres que conozco ver su paternidad, y en las Hermanas la maternidad de la Madre, fue mi camino a Schoenstatt".

Todo gira en torno a la Virgen Peregrina

Para Mónica, todo gira en torno de la Virgen Peregrina, desde que a fines de 2006 la recibió en una situación muy grave de su salud. "Una amiga católica, no de Schoenstatt , me la entregó con mucho corazón. En ese momento estuvo antes de una cirugía difícil de la columna, en el que tuve que decidir entre un doctor mexicano o alemán. Al entregarme la Virgen, mi amiga me dijo: ˇEs de Alemania! Comencé a rezar la novena, a rezar el rosario, sin saber qué es el rosario y cómo se reza... Fue muy fuerte para mí la sensación de fe que me invadió al recibir a la Virgen. Cuando tenía a la Peregrina en mi cuarto, me invadió una cercanía a Dios tan profunda que cada día estaba llena de fuerza para seguir adelante; casi no podía levantarme de la cama, no podía hacer muchas cosas; estaba en mi pieza, desamparada humanamente, y sentía la cercanía de Dios, y no quería despedir a la Virgen, entonces me la prestaron un poco más...". Gracias a su testimonio, todo el grupo de mujeres profesionales de Schoenstatt tiene ahora muy presente a la Peregrina. La familia de Schoenstatt en Ciudad de México no es tan grande, no muchos conocen a la Virgen Peregrina, pero "por algo me llegó a mí, y me trajo a Schoenstatt y a Dios. Siempre pensé ir a Queretaro para conocer el Santuario, ˇpero ahora estoy aquí en el Santuario Original! ˇElla me traje a Alemania! Me siento muy agradecida, con Dios, con la Virgen. Me sentí tan cerca de ella, desde el momento que llegó a mi casa. No sabía nada del rosario, qué era una novena, casi nada de la fe, pero gracias a ella llegué a la fe. La fe que tengo en mi corazón es tan, tan fuerte. Pido a la Virgen que ilumine mi camino en todo. Yo creo que la fe mueve montañas. Para mí ha sido como renacer".

Compartir lo que hace Dios en tu vida

El intercambio con Mónica, al igual que el tiempo que Alejandra Mery, de Medellín, de la naciente familia de Schoenstatt de Colombia, pasó con su grupo en Chile, ha llevado a Carolina a una convicción fuerte: "No debemos ser egoístas, quedándonos con Schoenstatt para adentro. No, Schoenstatt hay que compartirlo, que extenderlo. Me enamoré tan rápidamente de Schoenstatt que me cuesta explicar lo que es, porque uno lo vive y tiene que vivirlo para conocerlo. Hay una frase en una canción: ˇEste es el lugar de mi amor! ˇEl lugar de mi amor original! ˇEsto es Schoenstatt! Mantener Schoenstatt cerrado es egoísta. Hay que difundir Schoenstatt, hay que difundir el mensaje del Padre; me caló hondo lo que dijo el P. Ángel Strada en una conferencia en Chile: Nosotros somos su carta de presentación. Nadie va a conocer al Padre si nosotros no lo hacemos presente – no a través de libros, sino con nuestra propia vida".

Mónica admite que no fue fácil estar en la Clínica en Wiesbaden sin hablar alemán, y donde casi nadie hablaba inglés. "Al llegar a Schoenstatt me presentaron a Melissa, de Estados Unidos, y ella me introdujo en Schoenstatt, me mostró los lugares, charlamos... Fue como llegar a casa. Aprendí de la Virgen Peregrina que en nuestra vida necesitamos a los demás, compartir nuestras cosas, darse a los demás, recibir de los demás. Es un ir y venir de conocimiento, de fe, de muchas cosas que son esenciales en esta vida; no importa de dónde eres, el idioma o la nacionalidad que tienes, es importante compartir, compartir lo que hace Dios en tu vida".

Cada uno es único

"En este mundo tan globalizado es muy importante entender a las demás personas, cómo son, y saber que siempre hay algo que compartir", agrega. Como cada persona, también cada pueblo, cada nación tiene su misión única. Es el tema de Carolina: "Cada uno es irrepetible, cada uno es único, la misión de cada uno es única, cada uno es predilecto de Dios: cada persona, cada pueblo", y "en cada uno de nosotros hay algo de él, y te encuentras con eso y te sorprendes tanto con la belleza de Dios en los demás", agrega Ximena. En Schoenstatt tenemos algo que nos da una misión para el mundo globalizado, dice, y fue en el intercambio con Mónica donde lo encontró. América es un continente mariano, donde cada país tiene su advocación mariana, donde la Virgen de Guadalupe como patrona de América es amada en todo el continente. Pero... "Nuestra Señora de Schoenstatt, la Virgen Peregrina, está en todo el mundo. Se la ve en Japón y en África, en la India y en Alemania... En ella tenemos la base de comunicación".

 

 

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Last Update: 15.02.2008