Pequeños milagros junto al pesebre

"Diez minutos junto al pesebre", villancicos y mucho más en los centros de Schoenstatt de Canisiushof, Mannheim, Dietershausen

Estrellitas Little stars Kleine Sterne Fotos: Sr. M. Elinor Grimm © 2008
Bendición de niños em Dietershausen Blessing of children in Dietershausen Kindersegnung in Dietershausen
Un coro participando en los „10 minutos junto al pesebre“ A choir participating in the “Ten minutes by the crib” Ein Chor wirkt mit bei den “Zehn Minuten an der Krippe” Fotos: Mierswa © 2008
Unas 40 personas llenaron el Santuario de Mannheim... Some 40 people filled the Shrine in Mannheim... Gut vierzig Personen kamen ins Heiligtum in Mannheim…
... para cantar villancicos. ...for Christmas carlos. ... zum Weihnachtsliedersingen. Fotos: Heberling © 2008

ALEMANIA, mkf. No solamente en Schoenstatt, también en muchos centros de Schoenstatt en Alemania en el tiempo de Navidad se abren las puertas de los Santuarios, iglesias y capillas para mucha gente que busca, ante el pesebre, un encuentro con el Niño y su Madre, y con personas vivas que están tan conmovidas con el Niño en el pesebre, que pueden contagiar a otros con su fe y su amor.

Casi trescientas personas participaron en las tres ocasiones en las que se realizaron los "Diez minutos..." en la Iglesia – granero del "Campo de Schoenstatt" cerca del Canisiushof. Algunas participan desde hace años, otras lo hacen por primera vez. "Vale que después se puede conversar con algunos en la Casa de formación y eventualmente invitarlos para otras actividades", contó la Hna. M. Elinor Grimm. "Me alegré cuando me enteré que una familia aceptó la invitación para la jornada para familias sobre la primera comunión". Una mujer de Moscú tomó del estante de publicaciones la invitación – recién impresa – para del Día de la mujer. Le interesaba mucho. Dijo: ¡los villancicos cantados por los niños son tan hermosos!

Un padre agradeció porque pudo estar nuevamente allí con su hijo seriamente impedido. Estuvo de nuevo y llevó consigo a la antigua chica "au pair" húngara. Y agrega que entretanto ella es enfermera pediátrica en Munich y siempre visita con mucho gusto a la familia. Ella se alegró porque pudo hablar con dos estudiantes húngaras que justamente estaban allí, trabajando con mucho entusiasmo con la Hna. M. Anne en la organización de una rifa a beneficio de la Juventud Femenina de Schoenstatt en Rumania y en Hungría.

Todos quieren ganar

Hay que ver la alegría con que se compra la rifa, el suspenso para saber si se ha ganado... Durante las jornadas de reflexión de Adviento llegó el pedido de poder comprar la rifa en la mesa para alegrarse juntos al descubrir los ganadores. Después del éxito de la rifa del año pasado, esta vez el stand del sorteo se instaló en una de las salas de la casa hasta los "Diez minutos junto al pesebre". Los animalitos de plush eran los premios más apreciados. ¡Un niño tuvo suerte! El 24 de diciembre a la tarde llegó una familia que vivía a unos 30 Km. de allí para ver cuándo se hacían los "Diez minutos ante el pesebre". Participaron entonces el domingo. El niño de siete años ganó un gran muñeco. "Es para mi hermanita" dijo, radiante de alegría. ¡Su tamaño era el doble del de la pequeña que estaba en el cochecito! También se alegró mucho por las pequeñas estrellas que todos los niños podían llevar a casa. La familia contó que la pequeña estrella se colocó en el pesebre de la casa. Entonces pudieron ver cuan frecuentemente habían estado allí. La madre de una Hermana de María hizo cientos de estas estrellas para los "Diez minutos ante el pesebre"

El hijo mayor de una familia le regaló una rifa a su hermana, de 11 años, que no tenía dinero. El premio lo recibió entonces la hermana más pequeña, la feliz "benjamina".

Desde la bendición de madres y padres hasta el bautismo

"Hoy una joven madre me mostró orgullosa a su hijita con la que estuvo hace 9 meses en el Santuario, donde recibió la bendición para las madres", contó la Hna. Elinor. "Escuché de otra madre – que también participó de esta ceremonia de bendición – que quiso que su hijo fuera bautizado por el mismo sacerdote que la bendijo en junio, y también que cantara el coro de niños que ella escuchó después, en la Misa de Adviento celebrada en la casa provincial. En el mes de febrero será posible que se realice aquí este bautismo. En noviembre fue bautizado en el Santuario, por el párroco de su pueblo, el pequeño Jonás, largamente anhelado por sus padres".

Desde que se hacen aquí los "Diez minutos ante el pesebre" viene un padre de familia con su acordeón. Al principio la hija lo acompañaba con la flauta o el clarinete. Entretanto ella estudió el profesorado de enseñanza media. Ahora el señor trae a niños de sus clases de flauta, Este año, aparte de su esposa, participó una vez su hijo mayor, que es soldado profesional, junto con su novia.

Al final de este encuentro navideño todos están invitados a visitar el pesebre del Santuario y el de la casa provincial.

Antes de la Navidad: un dormitorio debajo de un lugar santo

En el tiempo de Navidad todo bulle ante el pesebre. El último fin de semana anterior a la Navidad todo bullía debajo de la capilla de la casa, donde el salón de actos se había transformado en un gran dormitorio, o mejor aún en un depósito de colchones, porque no alcanzó el lugar en la Casa Max Brunner. Las niñas dormían tan bien que no las despertó el órgano de la Misa dominical. Ese fin de semana para chicas de 10 a 12 años fue sencillamente lo preferido. Ya se habían terminado las tareas escolares y comenzaban las vacaciones. Para la mayoría era un honor poder dormir en la casa provincial de las Hermanas de María y más aún, casi en un lugar santo. Algunas ya lo habían experimentado el año pasado. Las chicas tocaron en el piano que está allí, y se organizó un muy animado concierto con piano, flautas y el canto: "¿Qué hace el buey en el pesebre?", una canción bávara muy graciosa.

Algo sencillo pero en un clima muy cordial: villancicos en el Santuario de Mannheim

El 27 de diciembre de 2007, a las 15 hs., se invitó a jóvenes y adultos a cantar villancicos en el Santuario de Mannheim. Llegaron unas 40 personas de toda índole. "Fue algo distinto a los acontecimientos de los grandes centros de Schoenstatt, era un grupo pequeño, pero fue verdaderamente acogedor estar en el Santuario con la Mater, ante el pesebre y el árbol de Navidad" dijo Willibald Heberling. Y continuó: "Realmente tampoco cabían muchos más en el Santuario". La alegría de los corazones se manifestó en los cantos acompañados por los variados sonidos del teclado. Se intercalaron cuentos y poesías. Luego se realizó el concierto deseado: cada uno podía pedir un canto. Y parecía no tener fin. Después todos fueron invitados a reunirse en la casa. En la sala José Kentenich encontraron mesas adornadas y servidas con ricas masitas y té caliente. Al despedirse muchos dijeron que volverían el próximo año.

En Dietershausen: bendición de niños al terminar los "Diez minutos ante el pesebre".

Muchos coros y grupos musicales de los alrededores de Dietershausen colaboraron este año con los "Diez minutos ante el pesebre", algo que nuevamente fue muy bien recibido. Hasta la fiesta de los Reyes, se llevo a cabo diariamente a las 16 hs. el canto de los villancicos pedidos; después hubo bendición de niños y familias.

Con el aporte de las Hnas. Elinor Grimm y Renate Mierswa y del Sr. Willibald Heberling.

Traducción: aat, Argentina