Peregrinación por la conquista de nuestro Santuario

Peregrinación juvenil de Santiago a Los Pinos

Cinco dias de marcha Five days of walking Fünf Tage unterwegs
Una aventura... An adventure... Ein Abenteuer...
... con Dios ...with God ... mit Gott Fotos: Enrique Leigh © 2008
En la tarde: Santa Misa In the evening: Holy Mass Am Abend: heilige Messe
En la tarde: Santa Misa In the evening: Holy Mass Am Abend: heilige Messe Fotos: Joaquin Rivera © 2008

CHILE, Benjamín Murillo y Juaco Rivera. La Rama de Universitarios del Santuario de Los Pinos, Chile, quiso vivir una experiencia que marcará profundamente su vida con María y que le hiciera sentir realmente como suyo el Santuario de los Pinos. Por eso, el día 2 de enero de 2008 partieron en ómnibus a Santiago 15 universitarios acompañados por su asesor, el Padre Patricio Rodríguez. Se dirigieron al Santuario de Nuevo Belén, en la zona oeste de Santiago, donde la rama de universitarios los acogió con mucho cariño. El objetivo era unir ese Santuario con el de Los Pinos a través de una peregrinación juvenil.

A las 5 de la madrugada del día siguiente iniciamos esta caminata a través de valles y cerros, para llegar al primer refugio alrededor del mediodía.

Fueron así cinco días de caminata, cinco días de conversación con Dios en el silencio de la noche - la primera hora de caminata era en silencio – cinco días de largas conversaciones entre nosotros por los caminos y cinco días de contemplar la belleza de la creación en las estrellas y ese amanecer en la cordillera de los Andes cuando íbamos subiendo la cuesta La Dormida.

Maria, fiel compañera de cada uno de sus hijos

La peregrinación realmente nos marcó como rama. Soportar largas horas de calor caminando bajo el sol sin perder la contagiosa alegría de algunos que nos ayudó a seguir adelante, o cada Misa antes del atardecer en los lugares de descanso, sin duda llenaron el corazón de cada uno de nosotros. Cada Misa; cada caminata tuvo algo distinto, un nuevo color que cerraba el día y que impulsaba a seguir al día siguiente con una fuerza que sólo podía venir de nuestra Madre, fiel compañera de cada uno de sus hijos.

Así, llegó al fin el día tan anhelado por todos: la llegada a nuestro Santuario de los Pinos. Y llegamos con nuestro himno y con todas las intenciones que la gente nos encomendó y que con mucha alegría llevamos durante toda la caminata hasta depositarlas como aportes al Capital de Gracias en la Misa final en nuestra llegada.

Estamos muy agradecidos a la Mater que nos ayudó a realizar esta caminata que marcó un hito en la historia de nuestras vidas con el Santuario. Sabemos que la vida es un continuo caminar, pero hoy lo sentimos mucho más real y podemos experimentar en el sendero de la vida tramos difíciles o más fáciles pero sabemos que no hay que temer, porque caminamos con el Señor que nunca nos dejará solos.