Hacia el Padre, siempre

Peregrinación a Dachau de las diócesis bávaras el 20 de enero de 2008

ALEMANIA, Hna. María Margarita Seiser. Para muchos schoenstattianos de las diócesis cercanas a Dachau, es una apreciada costumbre el visitar cada 20 de enero ese lugar de encuentro con el Padre Kentenich. El 20 de enero de 1942 el Padre Kentenich decidió renunciar a los medios humanos que disponía para salir dela injusta prisión y optó libremente por su encarcelamiento en el campo de concentración. Este sacrificio de su libertad exterior como precio de rescate por la libertad de los hijos de Dios que lo siguieran en el camino de la Alianza de Amor, es un eje en la historia de Schoenstatt. Este año llegaron a Dachau schoenstattianos de las diócesis de Augsburgo, Munich, Eichstätt, Regensburg, Bamberg y Würzburg. Viajaron en sus autos particulares y desde Augsburgo se sumó además un ómnibus completo.

A la preparación previa que cada peregrino realizó, se sumó, en el caso del ómnibus de Augsburgo, la proyección del video "Arca y faro", en el que se recorre una síntesis de la vida del Padre Kentenich. Los peregrinos que viajaron en automóvil, lo hicieron escuchando la homilía que el Padre Kentenich pronunció en el vigésimo quinto aniversario de su decisión del 20 de enero, en 1967. De este modo pre-vivían un fuerte ambiente de Dachau durante el camino.

Un llamado a seguir a la cruz

A las 13,30 hs se celebró la Sta. Misa en la Iglesia del Carmelo, ubicada en un predio aledaño a Dachau. El celebrante principal fue El P. Kothmeier, Director del Movimiento de la Diócesis de Augsburgo; concelebraron el P. Obereisenbuchner, y el P. Czysch . No quedaba un solo lugar disponible en la Iglesia. Las carmelitas incluso abrieron las rejas para que se pudiera utilizar también el sector del templo que normalmente ocupan solamente ellas para sus oraciones de coro.

En su homilía, el P. Kothmeier se basó en los textos de la lectura de Isaías, en la que Dios quiere mostrar su gloria a su siervo. Explicó que esta gloria no debe ser necesariamente algo gozoso. Cuando Cristo dice antes de su muerte: Padre, glorifica a tu Hijo, esto indica el camino de la cruz para la salvación del mundo. El predicador comparó varias veces los textos del diario espiritual de la Madre Teresa de Calcuta con la decisión y la acción del Padre Kentenich.

La vocación de la Madre Teresa, de salir del monasterio de Loreto para comenzar algo nuevo y dedicarse a "los más pobres entre los pobres" en Calcuta, fue sin duda alguna, una aceptación gloriosa de la cruz. También lo fue la decisión del Padre Kentenich del 20-1-1942. El P. Kothmeier mostró que el Padre Kentenich, por su decisión, atrajo la atención hacia lo sobrenatural en medio de las injusticias de Dachau. Este es un permanente llamado a toda la Familia de Schoenstatt. El Padre Kentenich en Dachau es un ejemplo de cómo debemos abrazar la cruz y el sufrimiento integrándolos a nuestra vida por cuanto son expresión de la Voluntad de Dios. Tales pensamientos son totalmente ajenos a los del mundo actual, en donde se prioriza lo agradable, lo confortable, lo superficial. El amor a la cruz es el punto central de la existencia cristiana y, porque no lo podemos lograr solos, necesitamos una Aliada. Ella nos ayuda a seguir por este camino.

Finalmente, sobre este trasfondo, el P. Kothmeier propuso rezar y meditar de nuevo (o por primera vez) las oraciones del libro "Hacia el Padre", que el Padre Kentenich escribió en Dachau. ( ¡ Un libro de alabanzas escrito en el infierno ! ).

¿Por qué siempre vamos de nuevo a Dachau?

Después de la Santa Misa los peregrinos permanecieron unidos en oración en el bloque 14, aquel donde el Padre Kentenich fundó la Obra Familiar y la comunidad de los Hermanos de María en julio de 1942; un matrimonio de la diócesis de Munich había preparado el texto. Finalmente visitaron el lugar de los recuerdos, donde ante las imágenes de la Mater y del Padre Kentenich, la Sra. Hiereth agradeció por todas las bendiciones que los años en Dachau significaron para la historia de Schoenstatt.

En un clima primaveral caminaron en pequeños grupos o individualmente, por las calles del campo llegando hasta el bloque 26 (el bloque de los sacerdotes, donde el Padre Kentenich estuvo la mayor parte del tiempo) y posteriormente a la plaza de llamada. Algunos lo hicieron en silencio, otros comentaban lo que iban viendo a su paso, pero todos recorrían Dachau en un fuerte espíritu de oración.

Sin dudas la homilía del P. Kothmeier los invitó a tomar conciencia con mayor fuerza sobre la seriedad y trascendencia del 20 de enero, pero también transmitió la alegría y la gratitud que la familia de Schoenstatt le tributa a su Fundador por su decisión; sobre todo luego de realizar una mirada a lo que sucedió en esta obra de Dios luego de ella.

"Quizás lo podemos formular como lo hizo alguna vez el P. Dresbach: gracias al Padre Kentenich, Dachau se transformó en un cielo para mí", dijo una de las participantes. "Por este motivo aprovecho, como lo hacen otras muchas personas, cada oportunidad para venir a Dachau, para sumergirnos en "el cielo de Dachau" - desde las cuestiones y problemas de hoy - y encontrarnos con el Padre Kentenich.

Dicho sea de paso: el 20 de enero del año pasado se escuchó por primera vez en el bloque 26 el disco "Heavenwards, Always". "Hacia el Padre, siempre", que la música norteamericana Kathy Kanewske compuso sobre textos del Padre Kentenich en Dachau. El álbum describe, en la música y en el texto, "el espíritu filial del Padre Kentenich en Dachau". El disco, entretanto, ha llegado a Dachau, y está en manos de los pastores de las diferentes confesiones, de las Hermanas del Carmelo, y en el centro de documentación.

• El disco se puede encargar por Internet: www.edensgate.net (donde se encuentran también los textos traducidos al castellano) y también escuchar allí algunos fragmentos. Se envían desde Estados Unidos y también desde Schoenstatt, Alemania (mariadelamerced@gmail.com) Se hacen descuentos con la compra de más de diez discos.
• Para escuchar (oración de la mañana)

Traducción: aat, Argentina/Juan Barbosa, Argentina