En Los Pinos brota nueva vida

Celebración del primer aniversario del Santuario de Los Pinos, Reñaca, Chile

Un simbolo de gratitud durante la Misa A sign of gratitude during Mass Ein Dankeszeichen bei der Messe
Santa Misa con Mons. Gonzalo Duarte Holy Mass con Bishof Gonzalo Duarte Heilige Messe mit Bischof Gonzalo Duarte
Oración final Final prayers Schlussgebete
Juegos en la pausa Games In der Pause gab es Spiele
A la hora de la bendición: procesión desde la ermita al Santuario At the hour of the blessing: Procession from the wayside shrine to the Shrine In der Stunde der Einweihung: Prozession vom Bildstock zum Heiligtum
Con flores a María... With flowers to Mary… Mit Blumen zu Maria Fotos: Francisco Yáñez © 2007

CHILE, Rodrigo Carvalho. Durante semanas se estuvo preparando el ambiente, el lugar, motivando para que todos y en Familia celebraran este primer año desde que la Mater se estableció en el Santuario de Los Pinos. Se hizo un fichero para que cada uno escribiera a María Santísima su pensamiento, su saludo, su agradecimiento. El sábado 3 se preparó todo, ya que el domingo vendría el Obispo diocesano, Mons. Gonzalo Duarte y presidiría la Eucaristía del aniversario. Y llegó el tan anhelado 4 de noviembre de 2007, se esperaban unas quinientas personas… mal cálculo: había más de mil. Todo estaba colmado de gente que deseaba ser participes de esta fiesta.

La Sta. Misa comenzó con la entrada de los celebrantes a la explanada del Santuario: Monseñor Gonzalo Duarte, el P. Mariano Irrureta, Superior regional de los Padres de Schoenstatt, el P. Mario Romero, el P. Alfonso Boes, el P. Patricio y el P Andrés Larraín. Éste último fue el pequeño instrumento que mientras hacía su práctica como seminarista, invitó a unos Pioneros y Cruzados a saltar la reja y a colocar su Ermita entre las dunas y pinos al lado del colegio. Quien diría que esa motivación significó hoy tener un Santuario en este lugar.

Una familia unida y alegre

Laurita y Felipe Murillo, los coordinadores, hicieron los saludos correspondientes y fueron presentando a todos los integrantes de esta Familia, que portaban flores en sus manos que iban depositando a los pies del altar. Así avanzaron Señoras y Peregrinos, Pioneros y Aliadas, Madrugadores y Matrimonios, la Juventud Universitaria Masculina y Femenina, representantes del Santuario Cenáculo de Fundación, Cruzados y Apóstoles de María. Toda una Familia unida y alegre.

La Sta. Misa continuó en forma normal, en la prédica el Obispo invitó a ser como Zaqueo, personas que a pesar de sus pecados y faltas están dispuestas a reparar sus errores e invitar a Jesús a su hogar. Para el momento de las ofrendas, la familia Maíz llevó hasta el altar el pan y el vino. Al momento de la comunión realmente se pudo apreciar la cantidad de personas que había llegado: hubo que recurrir a más ministros extraordinarios que los ya convocados para hacer más ágil este especial momento en que se recibe a Cristo.

La Familia de Los Pinos preparó una revista llena de testimonios para mostrar quien es quien: cada Rama se presenta, muchos cuentan lo que les ha significado este tiempo de Santuario, y lo que significó para otros entregarse por entero para que en este lugar brote nueva vida.

Quítate el calzado, porque la tierra que pisas es santa

Terminada la Sta. Misa la concurrencia compartió un entretenido almuerzo entre los pinos que embellecen el lugar, algunos con su picnic y otros disfrutaron de la exquisita comida preparada para la ocasión. Luego hubo tiempo para compartir, entretenerse, jugar, hasta las 17.00 hs. Era la hora exacta en que la MTA hace un año había tomado posesión del Santuario de Los Pinos. La Familia celebró ese momento en el que se cumplió el gran anhelo de la Familia, que Ella fuera la Madre, Reina y Educadora para muchos desde este lugar.

La celebración comenzó en la ermita, que durante muchos años los cobijó y lo sigue haciendo especialmente en las Stas. Misas dominicales.

Desde ese lugar se hizo el mismo recorrido que el cuadro de la Mater realizó después de visitar muchos hogares y familias para llegar hasta el Santuario.

Felipe Murillo invitó a quienes quisieran hacerlo, a quitarse los zapatos y expresar así su adhesión a las palabras bíblicas que citó el Padre Kentenich en Bellavista: "Quítate el calzado, porque la tierra que pisas es santa". Muchas historias se han vivido y algunos han ofrecido hasta su vida para que este lugar sea una tierra santa.

Cada uno tomó una flor y la llevó en este peregrinar hasta el Santuario, acompañados de dos hermosos coros: Cenáculo de Fundación y Los Pinos, que invitaban a vivir profundamente este hermoso momento. De dos en dos o como familias, se iban dejando las flores en el Santuario, ofreciéndoselas a la Mater. Con ellas iban las oraciones y emociones. Después de casi una hora, cuando todos habían depositado sus flores, se cantó el Himno de la Familia.

Lógicamente que no podía faltar el canto "Cumpleaños feliz" acompañado de una rica torta y café. Pasada las 18.00 hrs. comenzó el regreso a los hogares, mientras algunos se quedaron para ordenar y limpiar.

Madre, nada sin ti

El corazón estaba colmado por haber celebrado un año desde la bendición del Santuario y por haber revivido lo que fue esa inmensa fiesta el 4 de noviembre de 2006.

Ahora continúa la tarea que el Señor y la Mater piden a sus hijos: traer abundantes aportes al Capital de Gracias y ser instrumentos acogedores para que nuevas familias, jóvenes, señoras, madrugadores y peregrinos, lleguen hasta este lugar de gracias.

Madre, nada sin ti, nada sin nosotros. En Los Pinos brota nueva vida.