published: 2007-10-05 | |
Un granz abrazo al SantuarioLa familia de Schoenstatt de Alto Paraná celebró los siete años del Santuario de la MTA en el Terruño de Ciudad del Este, Paraguay |
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PARAGUAY, Cristina y Javier Cabral. Los séptimos aniversarios son muy importantes en el Paraguay. Tradicionalmente los matrimonios los festejan en forma especial. Esta vez se trata del festejo por los siete años de bendición del Santuario de la MTA en el Terruño de Ciudad del Este. Al llegar al Terruño vimos en el Rincón del Padre una magnífica y muy concurrida exposición de fotos de Santuarios hogares. Las mismas estaban pegadas en planchas finas de tergopol, sostenidas con hilos. Una manera muy simple e ingeniosa. Se escuchaba decir a la gente: "Este Santuario Hogar no conozco", "Ahhh, mirá, éste es el de los Molas", "Este parece que es el de los Ramírez ", "Aquí está el mío"... El SantuarioEl Santuario lucía radiante. Una guirnalda de flores bordeando el arco de entrada y la puerta adornada con los colores papales (amarillo y blanco) y los patrios (rojo, blanco y azul) daban la bienvenida a todos los hijos que acudían a saludar a su Madre. Adentro, hermosos arreglos florales en el altar daban un marco digno del gran acontecimiento que se celebraba. Nuestro corazón... nuestra mano en tu manoA las 19 horas la Hermana Katia dio una charla basada en la oración con la que pedimos la bendición al Padre Kentenich, para ir graficando nuestra relación con el Fundador y su carisma. Fue una excelente exposición, matizada por cuentos, anécdotas y sonrisas. Se acerca el momentoUnos 10 minutos antes de las 20:00 se podía ver una escena típica de todo evento. Algunos sentados disfrutando. "Que tranquilidad, qué lindo está todo" y otros con chalecos color turquesa, yendo de un lado a otro, cuidando los detalles. "El incienso adelante, después las banderas...", se escuchaba en la organización de la procesión de entrada. Otros terminaban de prender las velas del caminero, que alguno había tumbado al caminar distraído. El monitor de impecable traje oscuro observaba desde la explanada del Santuario, aguardando la señal del coordinador de la procesión. La gente se apuraba para ocupar las últimas sillas disponibles. Se retiró la pantalla, donde se había proyectado una serie de fotografías históricas de la época de construcción. La procesión encabezada por la Cruz inició su desplazamiento hacia el Santuario. Tres seminaristas diocesanos, Juan Viñas, seminarista de los Padres de Schoenstatt que vino especialmente desde Asunción para traer la bandera de la JM, y jóvenes de nuestra Juventud Masculina eran los acólitos encargados de transportar incienso, velas y el Leccionario. Les seguían las banderas papal, paraguaya, de las distintas ramas del Movimiento y el estandarte con el símbolo del Santuario del Terruño. A continuación la Mater Auxiliar lucía esplendorosa. Los cuatro sacerdotes concelebrantes: los Padres Fermín y Rubén de la Congregación de los Pobres Siervos de la Divina Providencia, el Padre Velilla, Jesuita, y el Padre Modesto, precedían al celebrante principal de la Eucaristía, Monseñor Claudio Giménez, Obispo de Caacupé y Padre de Schoenstatt. Los coordinadores del evento repasaban los detalles finales, y con la vista supervisaban si estaban todos en sus puestos: los servidores que entrarían con los carteles para la comunión, los que acomodaban a la gente, los que llevarían las ofrendas... "¿Y los que van a llevar la canasta con alimentos como ofrenda... dónde están?". Alguien contestó: "Están lavando los platos para el brindis... hay que buscar a otros...". Monseñor Claudio Giménez había presidido la bendición del Santuario siete años atrás. En su prédica, y a partir de la lectura del Evangelio (la Visitación de la Virgen a su prima Isabel), nos habló del desafío de hacer vida lo que los obispos latinoamericanos habían reflexionado en Aparecida, Brasil, en mayo de este año y que nos dejaron como tarea: Iniciar una visitación casa por casa, en todo el continente, para llevar a Jesús, para llevar la Palabra. En medio del sermón del Obispo, escuchamos un susurro. "Acá traemos la bandera de nuestra Rama (no mencionamos cuál rama) para la procesión de entrada"... "Ya terminó la procesión hace rato..." fue la respuesta. Renovación de la Alianza de Amor y un gran abrazo al SantuarioUno de los momentos emotivos fue la renovación de la Alianza de Amor por parte de todos los presentes. A una lectura de parte del Acta de Fundación, le siguieron las preguntas de Monseñor Claudio a las que toda la concurrencia respondimos manifestando nuestra y fe y compromiso de vida cristiana. El broche de oro, al finalizar la Eucaristía y antes de la bendición final, fue el abrazo al Santuario. Acompañando la lectura de un texto por parte del monitor, los presentes nos tomamos de las manos y lentamente formamos una gran cadena que abrazó el Santuario, simbolizando la unión familiar en torno a nuestro lugar de gracias. A los sones de "Protéjanos tu manto, Reina…" y con la mirada hacia el cielo, renovamos nuestro compromiso con el Padre Kentenich, repitiendo tres veces "Padre aquí estoy, tu misión, mi misión". Brindis finalEn el tinglado, la Familia compartió un brindis hasta bien entrada la noche. La gente aprovechó para saludar a Monseñor Giménez, compartir y presenciar un duelo de canciones entre la JM y JF. Todos los que estuvieron en los distintos trabajos del festejo lucían un poco cansados, pero se les notaba la satisfacción, pues todo salió muy lindo, sin apuros, sin inconvenientes. Siete años... poco y mucho a la vez...El séptimo aniversario de la bendición del Santuario del Terruño de Ciudad del Este toma a nuestra Familia en una época de gran dinamismo juvenil. La JM y JF están viviendo momentos de gran crecimiento. La JF celebró el domingo 30 de septiembre los 15 años de su Ideal de rama: "Mujer vestida de sol, corazón de la Nación de Dios". El día anterior, numerosas chicas sellaron su Alianza de Amor. Los muchachos de la JM este año realizaron su tercer retiro Testimonios, que ha encendido a muchos y los ha llevado a formar una rueda de alianza, que sellarán en el mes de noviembre como clausura de sus actividades del año. El sábado 29 de septiembre se realizó el lanzamiento de la campaña 2007 "Un millón de niños rezando el rosario", que se realizará por tercer año consecutivo. Las integrantes de la Rama de madres participaron hace poco de un retiro en Tupãrenda, donde un nuevo grupo selló su Alianza de Amor. La Rama Familiar vio nacer este año al grupo 27, un grupo joven, lleno de ímpetu, que promete mucha entrega y dinamismo. La Rama de Profesionales, numerosa por cierto, es una de las más activas actualmente. Han preparado hermosas ambientaciones de eventos de la Familia. Se las ve en todas las actividades con gran entusiasmo. La Campaña del Rosario se ha expandido a diversas ciudades, algunas bastante lejanas. Es el fruto de un trabajo silencioso y sistemático. ¿Qué nos espera?El 2008, como indicó Monseñor Claudio, será el año de salir a misionar. El desafío que tiene la Familia local es encontrar su forma original de hacerlo, de acuerdo a la realidad de nuestra ciudad. El tiempo dirá si estuvimos a la altura de los desafíos... |
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Last Update: 05.10.2007