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| Encuentro de la Juventud Femenina en Atibaia, Brasil Meeting of the Girls’ Youth in Atibaia, Brazil Treffen der Mädchenjugend in Atibaia, Brasilien |
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La Raina de la JUFEM The Queen of the JUFEM (Girls’ Youth) Die Königin der JUFEM (Mädchenjugend) |
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El cetro The scepter Das Zepter |
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Sala de conferencia Conference hall Saalgestaltung Fotos: Ir. M. Dina © 2007 |
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BRASIL, Hna. M. Dina Batista de Souza y Hna. M. Cícera Bezerra. Del 7 al 9 de septiembre se reunieron cerca de 149 jóvenes (nuevas y con Alianza) junto al Santuario de la Permanente Presencia del Padre. Eran chicas de 14 a 25 años, procedentes de doce diócesis. Alguna viajaron hasta quince horas para llegar a Atibaia. Pero eso no les quitó la alegría y la disposición para pasar tres días llenos de diversas actividades: conferencias, debates en pequeños grupos, reflexión, retiro, momentos de adoración, Santa Misa y muchos cantos acompañados con gestos, danzas y la alegría propia de la juventud.
El viernes 7 de septiembre de 2997, aniversario de la proclamación de la independencia del Brasil, comenzó el encuentro con el pedido de la bendición y de la presencia de la Mater. Entonaron el himno nacional de Brasil delante de la bandera y luego bajaron en alegre peregrinación hasta la sala de reuniones, llevando el cuadro de la Reina de la juventud brasileña.
El hermoso tema desarrollado en este encuentro anual surgió de la corriente de vida de la juventud, desde las jornadas y aniversarios celebrados en los últimos años, cuando se despertó el anhelo de consolidar una nueva generación que asuma más conscientemente la misión, que marque la historia de la Juventud femenina de Schoenstatt en el Brasil y garantice el ideal nacional – "Azucena del Padre, Tabor para el mundo" – para las futuras generaciones. Este anhelo encontró eco en el tema: "Generación Ver Sacrum, asume tu misión". Fue la esencia de los tres días del encuentro.
Incentivadas por la fructífera visita del Papa al Brasil
Los puntos destacados del encuentro fueron:
En el aspecto formativo, la profundización de temas fuertes y polémicos en relación con la vida y la dignidad humana – en especial la dignidad de la mujer – como por ejemplo los métodos naturales de planeamiento familiar, cuestiones sobre el noviazgo, Internet, testimonio en la vida pública, en el ámbito universitario, profesional, familiar y en la Iglesia. En estas reflexiones se encontraron respuestas para las angustias de la época que enfrenta la juventud y los peligros que hieren la dignidad femenina como ser el relativismo, el naturalismo, el consumismo, los falsos conceptos del amor. En la vivencia de estos puntos se va concretando el ideal Azucena del Padre, Tabor para el mundo.
En el aspecto misionero: incentivadas por la fructífera reciente visita del Papa al Brasil, se presento la propuesta del proyecto "Misión joven Tabor", como una forma de concretar y ser una respuesta a los desafíos de la patria, principalmente para realizar el mensaje del Papa: ser evangelizadores de los jóvenes.
En el aspecto espiritual, ofreciendo momentos de oración, confesión, retiros, etc.
En la vinculación al Padre y Fundador: al llegar, las jóvenes recibían una "carta" del Padre Kentenich. Las saludaba y se alegraba con su presencia. Después eran invitadas a pasar al "Santuario del hogar del Padre". Allí escribieron su propia carta al Padre Kentenich. Estas cartas serán enviadas a Schoenstatt para ser colocadas en la alfombra que cubre el lugar donde falleció el Padre.
El punto culminante fue la renovación de la entrega del cetro de azucenas a la Reina de la Juventud femenina.
La Reina tiene en sus manos el cetro de sus vidas
Todo el encuentro fue traspasado por el espíritu de la nueva presencia del Padre, pues se realizó en el marco del sexagésimo aniversario de su primera visita al Brasil. Justamente el día 7 se cumplían 60 años de la colocación de la piedra fundamental del Santuario de Santa María, y el 8, también 60 años de la primera consagración de un grupo de la Juventud femenina. Por eso los temas tuvieron el fuerte acento de las palabras del Padre: "Hágase la pequeña María, pura, sencilla, y fuerte en el sacrificio".
Después de tres años de realizar las grandes jornadas de la Juventud femenina, se puede agradecer a la Santísima Trinidad que les regaló un encuentro profundo y que correspondió a los anhelos de la juventud. Al término de estos días partieron alegres y llenas de confianza, sabiendo que el sí, asumido de formas tan diversas, será comprobado en la vida diaria con sus muchos desafíos. Pero se fueron confiadas, sabiendo que la Reina tiene en sus manos el cetro de sus vidas y las acompañará con la fuerza de la Alianza de Amor.
Traducción: aat, Argentina