published: 2007-09-26 | |
"¡Quiero construirte una casa Señor!"La Familia de Schoenstatt en Monterrey unida para aumentar el capital de gracias (y del otro), logró tener una casa propia |
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MÉXICO, Aleida Montalvo. Hace casi un año se le pidió a la Familia de Schoenstatt de Monterrey que desocupara la casa que rentó durante mucho tiempo. Esto incitó a todos los schoenstattianos a buscar una casa propia para que esta situación no se volviera a presentar. ¡Y el pasado 18 de septiembre fue bendecida la nueva casa! Los Padres Stéfano Daneri y Marcel – Padres de Schoenstatt chilenos que son asesores en México – asumieron la tarea de encontrar un nuevo hogar para la Familia de Schoenstatt, donde la Familia tuviera su propio espacio para seguir creciendo. En noviembre de 2006 se encontró una casa que vendía otro Movimiento mariano. Sus miembros buscaban que la propiedad continuara utilizándose con el mismo objetivo espiritual. Así que ¡la casa había sido encontrada! Ya tenía capilla y los cuartos separados de manera que pudiera ser útil para la Familia de Schoenstatt. Pero había un problema ¿de dónde sacar tanto dinero? La Familia inmediatamente dio su sí a la Mater y se comprometió a reunir la cantidad. Por un tiempo hubo que compartir la casa con las Hermanas del Instituto Motolinia – un colegio católico de Monterrey –: ellas usaban las instalaciones por la mañana y Schoenstatt por la tarde. Eso fue sólo el comienzoPara diciembre de 2006 había que tener la mitad del dinero, así que se invitó a la Familia a conocer la casa y a elaborar un plan para obtenerlo. La reacción fue impresionante: de inmediato todas las ramas organizaron rifas, fiestas, venta de azulejos con la imagen de la Mater, loterías, bazares, entre otras actividades. ¡Gracias a la cooperación de mucha gente muy generosa se logró llegar a la primera meta! Pero esto fue sólo medio camino ya que aún faltaba la otra mitad. Las actividades siguieron: desde la rama de las pequeñas apóstoles, las aliadas, la juventud, las profesionales, las madres y los matrimonios; todos se dieron a la tarea de llegar a entregarle esa casa a la Mater. En cada actividad de Familia se cantaba: "Quiero construirte una casa Señor" para recordar la razón de todo este esfuerzo. ¡Después de varios meses, en julio la meta había sido alcanzada y la casa ya sería únicamente del Movimiento de Schoenstatt! No sólo se había reunido el dinero, también el millón de jaculatorias, "Madre y Reina confiamos en ti, glorifícate y vence" que entre todos se había ofrecido al capital de gracias. El 19 de julio se firmó la escritura de la casa, y el 23 de julio los asesores – en nombre de toda la Familia de Schoenstatt – recibieron las llaves. La casa ya era toda suya y poco a poco se la empezó a equipar. Vinculación con el SantuarioPara entronizar la imagen de la Mater en la capilla se había hecho previamente una vinculación con el Santuario durante el mes de mayo. La Familia hizo una peregrinación en auto desde la casa hasta la cima de la montaña – aproximadamente una hora y media en caravana – donde está el Santuario "María, Camino al Cielo". El Santuario de Monterrey está ubicado en la cima de un monte; desde la casa son unos 35 minutos en auto para llegar a la montaña, y unos 20 minutos más subiendo en auto. A pie, un "ratito" más, dependiendo de la condición atlética del viandante... En el camino se notó que había más gente que estaba haciendo lo mismo que ellos: encontraros a los niños pioneros de la juventud masculina, ¡habían hecho desde la madrugada el mismo camino, pero a pie! ¡Esto les tomó cinco horas! La imagen de la Mater fue llevada en alto en todo momento. La casa propiaEste 18 de septiembre, día de Alianza, fue la inauguración oficial de la Casa del Movimiento de Schoenstatt en Monterrey. La celebración comenzó con una Sta. Misa en el Santuario y de allí todos los schoenstattianos pasaron a su nueva casa: un camino de aproximadamente una hora. La Casa nunca había estado tan llena, estaban presentes miembros de todas las ramas para darle la bienvenida a la Mater mientras la colocaban en su trono en la capilla. En la entrada de la Casa se habían dispuesto elementos para escribir algo personal a la MTA. Fue un gran momento para toda la Familia, que ahora tiene casa propia, lo que da un mayor sentido de pertenencia. Todo el esfuerzo valió la pena: ahora pueden experimentar que son una gran Familia guiada por el amor a María. |
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Last Update: 26.09.2007
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