Ni el frío ni la lluvia impedirán que andemos por las calles

Primeras misiones familiares del Santuario Fuente de Vida Nueva de Poços de Caldas, Brasil

Ella es la gran Misionera... She is the great Missionary Sie ist der große Misisonar
Actividad con niños Activity with children Angebot für die Kinder
Me quiere a mi… como al Niño en sus brazos She loves me... like the Child on her arms So gern hat sie mich … wie das Kind auf ihrem Arm
Con la peregrina en alto... With the Pilgrim MTA held high... Mit der Pilgernden Gottesmutter auf Missionswege gehen
Misionerito A little Missionary Ein ganz kleiner Missionar Fotos: Clavijo © 2007 Álbum de fotos – photo album – Fotoalbum

BRASIL, Paulo e Odette; José Domingos e Maria Olinda. ¡Comenzaron las Misiones Familiares del Santuario Fuente de Vida de Poços de Caldas, Brasil! La primera semana misionera fue realizada en La Parroquia Nuestra Señora de La Esperanza, en el barrio de Parque Esperanza de Poços de Caldas, entre el 22 y 29 de julio de 2007

"Sólo una cosa es necesaria": Este fue el lema que nos motivó en nuestras misiones, y la alegría fue el ingrediente principal.

En el año 2006 nos comprometimos a comenzar en este año de 2007 las Misiones Familiares. Contamos con la experiencia de los novicios de los Padres de Schoenstatt, que habían participado de las misiones en sus países, la Argentina y Paraguay, y que estaban en Poços de Caldas realizando su práctica laboral. Además de los novicios Tito (Brasil), Matías (Argentina) y Manuel (Paraguay), participaron dos Hermanas de María: la Hna. Lucia María y la Hna. Gercília; miembros de la J.F, J.M, de la rama de madres, de la Campaña de la Mater peregrina, gente de la Parroquia, y el Párroco, P. Zezinho, que no sólo los recibió con mucha alegría, sino que estuvo siempre presente, incentivando y enriqueciendo el trabajo de todos.

Ser una Iglesia en acción

Durante toda la semana hubo actividades diarias con niños, Sta. Misa, y visitas a las familias, de dos en dos, con la Virgen Peregrina en manos, guiando el camino de los misioneros. Salían con el imperativo: "¡Ella es la gran Misionera! ¡Ella obrará milagros!". Al final, volviendo a la parroquia, cerraban el día con una pequeña vivencia, y compartían las experiencias vividas en las visitas. También cultivaban el espíritu con juegos, adoración, y aportes al Capital de Gracias. Hubo un encuentro con los jóvenes, una sesión de cine con toda la parroquia, y concluyeron el domingo 29 con una Sta. Misa y merienda compartida con los misioneros y los parroquianos.

Fue una semana con fuertes lluvias y mucho frío, pero el amor por la misión, teniendo a la MTA al frente, les dio fuerzas y mucho ánimo para superarlos. Así decía el canto de las misiones: "ni el frío ni la lluvia impedirán que andemos por las calles", ¡y la Mater tomó en serio este canto!

Las misiones enriquecieron mucho a los misioneros, fortaleciendo los vínculos entre las personas y entre ellos mismos, porque el objetivo de todos era el mismo: ir al encuentro del otro, ser una Iglesia en acción, que lleva sobre todo la alegría de Cristo Resucitado.

Traducción: Matías Clavijo, Argentina