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De un Movimiento occidental a un Movimiento pluricultural
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 published: 2007-07-03

De un Movimiento occidental a un Movimiento pluricultural

Entrevista con el P. José María García, miembro del Consejo General de los Padres de Schoenstatt en Alemania - De la revista "Vinculo", Chile

 

P. José Maria García

P. José Maria García

Fr. José Maria Garcia

P. José Maria García

 

Schönstatt in Nigeria

Schoenstatt en Nigéria

Schoenstatt in Nigéria

Schönstatt in Nigeria

 
Was man einer Frau schenkt…  

Lo que se regala a una mujer...

What you give to a woman...

Was man einer Frau schenkt…

 
Schönstatt in Indien  

Schoenstatt en India

Schoenstatt in India

Schönstatt in Indien

Fotos: Vínculo/García/schoenstatt.de  © 2007

 

 

 

INTERNACIONAL, "Vinculo". Estamos acostumbrados a que, para celebrar a una mujer, se le regalen flores, y a que cuando un grupo de jóvenes seminaristas quiere homenajear a la Mater, le lleva flores a su Santuario. ¿Pero es así en todas las culturas? Resulta que un curso de seminaristas de los Padres en Nigeria quiso agasajar a la Mater en alguna de sus celebraciones y como en ese país a la mujer no se le dan flores, sino que lo normal es regalarle una tela para que ella misma confeccione su vestido, este fue el regalo que le hicieron a la Mater: con una tela cubrieron y formaron una orla en torno al altar del Santuario. Es que en África y en las culturas no occidentales, donde Schoenstatt ha ido conquistando nuevos espacios, la espiritualidad de sus fieles se manifiesta en forma completamente distinta y el Movimiento se enfrenta a grandes desafíos: dialogar para comprender, y abrirse para crecer en las nuevas playas que va mostrando la Providencia Divina.

De esto hablaremos con el P. José María García, español, quien desde hace dos años vive en Alemania y es miembro del Consejo General de los Padres de Schoenstatt. Está a cargo de la coordinación de los Padres que trabajan en el Movimiento y en los proyectos apostólicos en todo el mundo. Además asiste al Movimiento en Nigeria y es director del Movimiento en Sudáfrica.

Los jóvenes de aquel tiempo, que hoy tienen entre 35 y 45 años, recordarán muy bien la época en la que el P. José María asesoraba a la juventud masculina en Santiago y luego en todo Chile, dejando una imborrable huella en sus vidas. Luego estuvo diez años como maestro de novicios de los Padres de Schoenstatt en Tupãrenda, Paraguay, y hace sólo dos años ha sido trasladado a Alemania para asumir este cargo, que según nos dice: "Es un trabajo distinto al habitual, porque estoy dedicado más al trabajo con los Padres, dirigentes, responsables del Movimiento, y se pierde el contacto con las bases".

Padre, usted, por su nuevo trabajo, tiene contacto con todos los países y culturas donde está presente Schoenstatt. ¿En Europa, dónde es más fuerte Schoenstatt?

En Europa, donde está más fuerte el Movimiento es en el lugar de origen, en el Movimiento alemán y centroeuropeo, y después en las fundaciones que han ido creciendo en la periferia europea: lo que llegó de América, que es España y Portugal y lo que llegó a Italia, que viene de la Argentina y de Brasil. Luego está Europa oriental, por ejemplo Polonia y después hubo un desarrollo muy promisorio en la zona más católica de la antigua Yugoslavia, en Croacia. El otro ámbito es la Europa británica, que partió desde Alemania.

Actualmente se está experimentando un cambio importante en el Movimiento en Alemania, que va desde comunidades mayoritariamente compuestas por los célibes consagrados, a un Movimiento con un aumento creciente de familias jóvenes.

Todos estos desarrollos ocurren en el contexto y en el dinamismo de una Iglesia europea, que es una Iglesia institucionalizada, tradicional, clásica, mayor.

La vitalidad de la Iglesia europea está marcada hoy por los Movimientos y las así llamadas nuevas comunidades. Estos tienen en general dos acentos muy fuertes: la conversión y lo misionero.

A diferencia de esto, está Europa oriental, que está saliendo de todo el conflicto comunista y se está integrando rápidamente a la Unión Europea. Curiosamente, Iglesias como la polaca han salido revitalizadas en este proceso. Basta ver los seminarios en Polonia que están más llenos que nunca, a punto de albergar a 500 o 600 seminaristas. En una Iglesia del centro de Varsovia, un día de semana cualquiera, participa en la Sta. Misa mucha gente y gente joven. A pesar de que a Schoenstatt le ha costado un poco más poder entrar en Polonia, en el fondo el catolicismo forma parte viva de la identidad polaca.

¿Y que sucede en Asia?

Es interesante que las Hermanas tienen vocaciones de Vietnam. Hay un grupo de vietnamitas que se está preparando ahora para el noviciado en Alemania… en general son jóvenes que llegan buscando un lugar donde vivir su vocación religiosa, pero hasta que se identifiquen con Schoenstatt, hasta que encuentren un camino propio dentro de la espiritualidad… hay que contar con la gracia de Dios siempre, pero también hay que contar con la naturaleza. Así son los caminos que va mostrando la Mater.

El lugar de Asia donde Schoenstatt es más fuerte es la India, sobre todo en el ámbito de los Institutos: están las Señoras de Schoenstatt, hay Hermanas de María, están los Padres y los Hermanos de María tienen también algún candidato. Pero en general ahí el Movimiento es muy débil. Hay que conocer el cristianismo en la India… siempre fue un cristianismo de minorías, en un ambiente muy marcado por lo hindú, por religiones y por filosofías de vida que son muy fuertes, que han acuñado la cultura, las formas de vida, entonces no es cosa de convencer con ideas. Por eso es que el gran medio evangelizador que ha tenido la Iglesia católica en la India son sus santos, una Madre Teresa de Calcuta, un santo como San Francisco Javier. Ellos no son de los que venden ideas, sino de los que venden vida de fe.

Por eso es que la gran misión de Schoenstatt es también formar santos que vivan el Evangelio en la fuerza de la Alianza de Amor en los distintos espacios culturales donde la Mater nos envíe, sea en la isla de Manhattan, o en un pobre caserío de alguna mega-ciudad latinoamericana. Los Padres indios han aumentado muchísimo en número en el último tiempo, así que veremos cómo se desarrolla todo esto. Veremos qué pasa también culturalmente, porque hasta ahora Schoenstatt había estado en Europa y en América principalmente. En el fondo están bajo el paraguas de la cultura cristiana occidental, pero ahora que viene un grupo importante de sacerdotes de la India, con una tradición religiosa y una forma de vivir su fe en un estilo distinto, veremos cómo sigue el desarrollo del Movimiento con estos nuevos aportes.

África es un continente que tiene algunos frutos importantes para Schoenstatt, se han ordenado varios Padres y hay una buena comunidad de Hermanas. ¿Cómo vive el africano católico su fe y su ser schoenstattiano?

El africano es natural y sanamente religioso y eso se expresa en sus liturgias, por ejemplo. Las Stas. Misas en Burundi, en Nigeria y en Sudáfrica duran dos horas o dos horas y media y la gente celebra, no está mirando el reloj, van a celebrar. En Occidente eso puede ser una locura, nosotros entramos en las categorías del reloj. En África a veces ir a la Sta. Misa los domingos puede significar caminatas de dos horas, entonces tiene que valer la pena, la gente reclama si la Misa es muy corta, porque tiene que merecer la pena todo el esfuerzo que hay detrás. Y no es porque no tengan otra cosa, sino que son naturalmente religiosos, la religiosidad tiene un papel central en su vida. Y lo interesante es cómo entregamos un Schoenstatt que entre en diálogo con esa cultura, que lo hagan propio, y de parte nuestra también enriquecernos con su aporte.

Como en la mayor parte de los países pobres, en África es la mujer la que sostiene a la sociedad. Las mujeres son el elemento fuerte y estable, independiente de la valoración que se haga de ellas. Son ellas las que mantienen el sentido de familia y son ellas también junto a sus hijos, las primeras víctimas de la violencia y la pobreza. Las Hermanas de María han hecho un trabajo muy sólido con las mujeres en África, de promoción humana. En general, la valoración de la mujer es muy positiva, por eso la inculturación de la Mater no ha sido complicada en esos países. Claramente Schoenstatt en estos puntos tiene un gran desafío con el mensaje de la dignidad de la mujer en María. Eso sí, culturalmente es difícil que haya vocaciones consagradas, porque la maternidad en cierta forma define a la mujer africana, entonces tiene que haber una vocación católica muy enraizada para valorar la vocación religiosa.

Una experiencia particular es la que se vive en Sudáfrica, donde Schoenstatt es un Movimiento reducido, muy testimonial, muy heroico, que nació en el lugar donde estuvo el P. Kentenich y desde ahí vislumbró el crecimiento de Schoenstatt en ese continente. Pero ha pasado mucho tiempo y no ha cuajado, no ha tenido la fecundidad que tiene en otras partes. Es un tiempo de replanteamiento muy serio el que hay en Sudáfrica, donde solamente el 8% de la población es católica, que socialmente corresponden a los que se le llama la gente de color, aquellos que no son ni negros ni blancos, y que son el grupo rechazado por los otros dos.

Muy distintos son los desarrollos en Burundi y en Nigeria. Yo diría que en Burundi está el Movimiento más dinámico, las Hermanas y los Padres están en los Santuarios. Por el tipo de educación que hay allá, los jóvenes tienen que pertenecer a alguna entidad social o eclesial: eso forma parte del programa de educación. Según los planes de educación se les invita a los jóvenes a pertenecer a grupos, ya sea de scout, de ayuda a los necesitados. Por la tradición que tienen, para ellos todo lo que sea la vida en grupos es muy importante. El africano vive muy fuerte la mentalidad del nosotros, más que del yo. Lo que para nosotros es el yo, como concepto, para ellos es el nosotros, el clan. Y eso es un desafío grande también, desde lo común, llegar a lo personal. Nosotros como occidentales llegamos desde lo personal a lo comunitario.

¿Cuáles son los principales desafíos que deberá enfrentar el Movimiento de Schoenstatt al encontrarse con culturas de índole oriental en contraposición a la cultura occidental?

En la fuerza de la Alianza de Amor, entrar en diálogo con otros schoenstattianos que tienen otras culturas, es decir, otras maneras de vivir, por supuesto tan válidas como las nuestras, incluso muchas de ellas mucho más antiguas que las nuestras. Nos desafía a un diálogo muy respetuoso, por ejemplo con la cultura india, que tiene muchos más años que la cultura cristiano occidental. ¿Cómo va a ser el Schoenstatt de la India? Hay que ver cómo es la Iglesia católica de la India, mantener lo esencial y ser abiertos. Nos mantenemos siempre firmes en el objetivo que tuvo el Padre Kentenich cuando dice en el Acta de Fundación "…y quizá más allá" y eso es llevar la Alianza de Amor allí donde la Mater providencialmente nos conduzca. Lo bueno es que uno aprende a valorar las distintas formas en las que Schoenstatt se va desarrollando, va acogiendo las iniciativas de Dios y las va poniendo en los corazones de tanta gente. Con estos crecimientos de Schoenstatt en el mundo, es evidente que en el futuro vamos a pasar de un Movimiento occidental, a un Movimiento pluricultural, con todas las tensiones y los desafíos que eso conlleva. Cuando nosotros decimos que Schoenstatt es internacional, sin duda que lo es, pero además debemos decir que es católico, es decir, universal. Nuestra espiritualidad está muy marcada por lo occidental, entonces cómo se va a traducir a un lenguaje, a una cultura no occidental es todo un desafío. En definitiva lo que sucede es que Schoenstatt ha nacido de lo que la Mater despertó y forjó en el corazón del Padre y esa fundación de Schoenstatt sigue ocurriendo en el corazón de cada schoenstattiano que se decide a vivir su Alianza de Amor.

Fuente: Vinculo, revista del Movimiento de Schoenstatt en Chile.

 

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Last Update: 03.07.2007 Mail: Editor /Webmaster
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