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Un matrimonio feliz... con la Virgen Peregrina como madrina del casamiento A happy couple on the day of their wedding – with the Pilgrim MTA as maid of honour Ein seliges Brautpaar – mit der Pilgernden Gottesmutter als “Ehepatin” |
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Dos jóvenes misioneros de la Campaña – se enamoraron de la Peregrina y uno del otro Two young missionaries of the Campaign – they fell in love with the Pilgrim MTA and with each other Zwei junge Missionare der Kamnpagne – verliebt in die Pilgernde Gottesmutter und ineinander Fotos: www.maeperegrina.com.br © 2007 |
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BRASIL, Hna. M. Nilza P. da Silva. "Los padrinos del casamiento son personas que acompañaron y apoyaron a la pareja, por eso la Virgen Peregrina tenía que ser nuestra madrina", afirman Rodolfo José y Priscila H. M. P. dos Santos, de Taubaté (San Pablo), quienes se casaron al final del mes de mayo después de seis años de noviazgo.
Rodolfo cuenta como la Mater los unió. Cuando tenía 14 años de edad ayudaba en la parroquia San José Obrero, de Taubate. Hacía de todo, pero especialmente colaboraba en la secretaría. En esa época llegó la Campaña de la Virgen Peregrina a otras parroquias de la ciudad, y el párroco mostró interés en conocerla. Confió al adolescente Rodolfo la responsabilidad de informarse sobre ese nuevo movimiento para introducirlo en su parroquia.
"Comencé entonces a ir al Santuario, a escribir y a llamar por teléfono. Me gustó mucho la espiritualidad y comencé a preparar a algunas personas para que fueran misioneras. Pero era mucho para mí. Recién había cumplido 15 años y necesitaba ayuda. Conversé entonces con Priscila. Ella era catequista y le pregunté si me podía ayudar", dice Rodolfo. Su esposa continúa: "comencé a colaborar en la confección de las listas de los misioneros. También me gustó mucho la espiritualidad y notamos que lo ideal sería que los misioneros se reunieran. Organizamos reuniones y acudieron. ¡Éramos dos adolescentes orientando a adultos!"
El empeño en llevar a la Virgen Peregrina a la parroquia tuvo éxito
En la parroquia hay sesenta misioneras que llevan a la Mater, con las gracias del Santuario, a aproximadamente mil ochocientas familias. La relación de los dos adolescentes también resultó, pero tuvieron que superar muchos desafíos. "La gente no creía que dos jóvenes como nosotros podríamos ser novios tal como lo enseña la Iglesia, y hubo mucha maledicencia", dice Rodolfo. "¿Quién iba a creer que dos adolescentes podrían ser coordinadores parroquiales y trabajar en serio en este apostolado?" se pregunta Priscila. "Nuestro párroco siempre creyó en nosotros, la Hna. Doralice y los coordinadores de la ciudad también nos apoyaron siempre", afirma el esposo. "Nuestro noviazgo se concretó aquí, en el Santuario, en 2004. Todo sucedió junto a la Madre y Reina, por eso Ella no podía faltar en nuestro casamiento", continúa él.
Ella salió del templo como los padrinos
De hecho, Ella estuvo en el altar durante toda la ceremonia como testigo del matrimonio. Y no estaba sólo Ella. Rodolfo se emociona al recordar que todos los 60 misioneros de la Mater estaban también allí. "La Virgen Peregrina nos unió a todos. Ella reconcilió a nuestra familia y acercó a la Iglesia a personas que hacía mucho que no se encontraban", dice él. "Me quedé pensando que los padrinos salen del templo junto con los novios. Entonces no dudé: la Virgen Peregrina tenía que salir también como madrina. Por eso tomé su imagen. Priscila salió con su ramo de novia y yo con la madrina, la Virgen Peregrina", recuerda él.
Este matrimonio tuvo que mudarse a otra parroquia después del casamiento. Actualmente buscan un matrimonio que los sustituya en la coordinación de la que fueron responsables por seis años. Pero no han dejado al Movimiento de Schoenstatt. La Madre y Reina que los unió abre nuevas puertas para ellos y están dispuestos a servirla.
Fuente: www.maeperegrina.com.br
Traducción: aat, Argentina