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 published: 2007-05-16

Instrumento y apóstol de María

Funeral de Vitalis Ify Onyenedum

 

Tumba a la sombra del Santuario de Ibadan, Nigeria

Tomb in the shadow of the Shrine in Ibadan, Nigeria

Grab im Schatten des Heiligtums von Ibadan, Nigeria

 

Vitalis Ifeanyi Onyenedum

Vitalis Ifeanyi Onyenedum

Vitalis Ifeanyi Onyenedum

 

Semilla para Schoenstatt en Nigeria

Seed for Schoenstatt in Nigeria

Saatkorn für Schönstatt in Nigeria

 

Al lado derecho, una foto de Vitalis – y la Virgen Peregrina

At the right side, a photo of Vitalis – and the Pilgrim MTA

Rechts ein Foto von  Vitalis – und die Pilgernde Gottesmutter

 

Vitalis durante la adoración

Vitalis during adoration

Vitalis bei der Anbetung

Fotos: P. Alfred Kistler © 2007

 
   

NIGERIA, P. Alfred Kistler/mkf. Fue un día especial para el Schoenstatt de Nigeria. El 4 de mayo, Vitalis Ifeanyi Onyenedum recibió sepultura cerca del Santuario. Fue él quien lideró la expansión de la Campaña de la Virgen Peregrina en Nigeria, a su vez que le consagró mucho tiempo a la fundación de la Juventud Masculina en diversas parroquias. Ofreció su enfermedad por la fecundidad del Santuario de Ijokodo. El 31 de mayo de 2000 selló su Alianza de Amor con la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt, que vivió de manera genuina mostrando una profunda devoción por la Mater y su misión desde Schoenstatt.

"El fallecimiento del Hno. Vitalis fue tan repentino, tan inesperado, una sorpresa tan grande no sólo para los de lejos sino también para quienes tuvieron oportunidad de acompañarlo en su última semana de vida", dijo el Padre Alfred Kistler en su homilía durante la misa de exequias. "Con enorme respeto y admiración fuimos testigo de la fe profunda de sus familiares cercanos al recibir la triste noticia de su fallecimiento, que tras un breve momento de reflexión exclamaron: ¡Alabado sea Dios!

Aún así, queda latente la pregunta: ¿Por qué tan pronto? ¿Por qué? ¿Por qué?

El Libro de la Sabiduría que conoce el pesar del corazón responde así: "La gente ve esto y no lo comprende; ni siquiera se les pasa por la mente que los elegidos del Señor encuentran gracia y misericordia, y que él interviene en favor de sus santos". La segunda lectura pone en claro cuán grande es el gozo y la esperanza a las que nos conducen la misericordia y la gracia de Dios: ‘Así permaneceremos con el Señor para siempre. Consuélense mutuamente con estos pensamientos’. Si descubrimos verdaderamente que es la misericordia de Dios la que nos hace tales promesas de un futuro así, comenzamos a entender entonces que detrás de todos los acontecimientos no se esconde un destino incierto ni tan sólo el poder omnipotente de Dios sino el amor inconmensurable de Dios que es un Padre amoroso. Este amor inconmensurable de Dios Padre es el que llamó a Vitalis de este mundo".

El joven nigeriano, que aún no había cumplido los treinta años, perteneció a la comunidad de los Padres hasta que por motivos de salud debió abandonar su camino al sacerdocio.

Arraigado en la Divina Providencia

En un cuadro de la Mater que siempre lo acompañaba pegó un papel escrito de puño y letra: ¿Se olvida una madre de su criatura, no se compadece del hijo de sus entrañas? ¡Pero aunque ella se olvide, yo no te olvidaré! (Is. 49,15). Hace poco más de un año Vitalis escribió en una reflexión que tituló "Paciencia con Providencia": ‘Quiero, en base a otras cosas, compartir con ustedes una conclusión a la que llegué tras muchas experiencias en mi vida: La Providencia ha determinado ciertos acontecimientos de mi vida asegurándose de que se lleven a cabo de esa manera. Así interpreto yo el cambio operado en mi mamá pocos días después de nuestro primer informe de comunidad, como parte de la Providencia Divina: Que yo llegase a ver la comunidad como mi nuevo hogar. Eso me fue confirmado por el cariño recibido por parte de mis co-hermanos".

Dice más adelante el texto: "Este esquema de vida, de abandonar todos los derechos y la libertad en manos de la Voluntad Divina, ha influido en mi visión del futuro o más bien la ha redelineado. En otras palabras, no se trata de una fe ociosa o relajada que cree que Dios va a ocuparse de todo aún sin mi colaboración. Es tener el coraje de decidirse a colaborar con la Voluntad Divina. Y esto, debo decir, es también la base de los desafíos en el futuro. Es un salto grande en el vacío sin embargo, pero en todos ellos la fe en la Divina Providencia es lo único que permanece inalterable y es fuente segura de fortaleza".

Esto no fue escrito como parte de un tratado filosófico sino como una reflexión personal y como norma de vida de cara al futuro. A esta luz fue capaz de aceptar toda incertidumbre sobre su vocación al enfermarse cuando cursaba su primer año de filosofía. Un serio problema hepático lo atacó por primera vez llevándolo al borde de la muerte. Aún sin saber si algún día llegaría a ser sacerdote, estaba firmemente convencido de que su vida estaba en manos de Dios y que sería valiosa ya sea como sacerdote o como laico.

En febrero de este año escribió en una carta al P. Kistler: ‘Desde hace mucho he descubierto y experimentado que gozo de un alto grado de protección; protección en diferentes aspectos. A partir de esta toma de conciencia siento una fuerza muy grande para proseguir con aquello que quiero llegar a hacer. A menudo concluyo mis reflexiones con una acción de gracias por no sentirme abandonado a pesar de todos los contratiempos; no estoy solo ante esto. Y he descubierto también que a veces se me retira la libertad personal de acción sólo para evitar que pueda arrepentirme de algo el día de mañana. Aunque fui yo quien pidió esto, me asombró la respuesta que obtuve".

Más allá de experimentar una protección especial, sigue viva la acuciante pregunta: ¿Cuál es mi misión? Dice en esa misma carta:

‘Debo confesar que soy un tanto especial pero de qué manera, es algo que realmente no logro explicar. He intentado llegar al fondo de la cuestión pero cuanto más lo intento, más se escapa de mis manos. No alcanzo a entender. Asimismo, experimento muchísima dificultad para comprender qué quieren Dios y la Mater de mí. Es muy difícil. Me siento verdaderamente especial pero no sé aún por qué me han hecho especial".

Sonriendo

¡En medio de estos interrogantes seguía sonriendo siempre! Muchos de sus co-hermanos se han sentido tocados y admirados por su sonrisa. En diversas circunstancias, con la gente, al enfrentar problemas y obstáculos, sonreía. Incluso el día antes de su muerte se lo vio sentado en su cama con una sonrisa. No estaba preocupado ante la posibilidad de morir o ante el futuro: se sonreía. Estaba firmemente anclado y seguro en manos de Dios, en su Providencia amorosa. Al mismo tiempo era como si estuviera guardando un secreto en su corazón, viviendo un secreto, íntimamente unido a su Dios pero buscando una respuesta de Él también: ¿Qué quieres de mí, cuál es mi misión, adónde apuntas con esto?

"Me atrevo a intuir que el tipo de fe en la Divina Providencia que vivió él y la protección que experimentó a partir de ella fue un don especial del Espíritu Santo. No fue una fe natural, ni mucho menos una fe común, fue una fe sobrenatural que crece en el corazón asistida de manera especial por el Espíritu Santo", transmitió el P. Kistler en su homilía. "Y creo que este don fue fruto también de su Alianza de Amor con María. La experiencia de la Iglesia sabe bien que el Espíritu Santo quiere hacerse presente allí donde está María. Y en el corazón de Vitalis encontró a María.

En su escrito "Paciencia con Providencia" encontramos este pasaje: ‘El paso siguiente en la cadena de experiencias fue la Alianza de Amor, que es para mí como un comienzo fructífero para esta travesía".

¿Un nuevo José Engling para Nigeria?

El Padre Kistler compartió en la prédica del entierro: "Me acuerdo una vez que le pregunté si la idea de llegar a ser santo estaba latente en él ya desde antes de ingresar a la comunidad o si había le surgido durante el primer año de estadía en nuestra casa al leer las biografías de santos schoenstattianos como José Engling, Joao Pozzobon, etc. Me respondió con total espontaneidad: ‘¿Por qué cree que opté por esta comunidad? Sé que María ha jugado un rol decisivo en la vida de todos los santos’.

El primer síntoma grave de enfermedad (2000) lo atacó justo cuando los Padres de Schoenstatt compramos el terreno en Ijokodo con la esperanza de construir allí un Santuario de la Madre tres veces Admirable. Con su sonrisa silenciosa estuvo dispuesto a ofrecerle a María su enfermedad, sus sufrimientos e incertidumbres, pero también su lucha y sus esfuerzos apostólicos. Todo debía transformarse en un regalo de amor para ella junto con el pedido de que hiciera surgir una fuente de gracias desde su Santuario.

Cuando Vitalis se encontraba fuera de la comunidad, normalmente enviaba un email o un mensaje de texto cada 18 demostrando su vinculación con el Santuario en la alianza.

Fue un gran promotor en la iniciativa de llevar a la Mater desde el Santuario a las familias a través de la "peregrina". Al igual que cuando visitó a su prima Isabel, ella derramaría bendiciones, ayuda y consuelo a las familias. Cuando el grupo de novicios viajó a la ciudad de Benin para un test psicológico, un hermano comentó que todos estaban nerviosos ante el test, sólo Vitalis permanecía sereno. Su única preocupación era cómo llegar a una familia a la que quería llevarle la "peregrina".

Su ardor apostólico se equiparaba con su sonrisa, su ejemplo y decisión forjaron el camino para el nacimiento del primer grupo de Juventud Masculina en la parroquia de Oke Ado, donde también preparaba a la gente para sellar su Alianza de Amor.

Vitalis fue verdaderamente un hijo de María, moldeado por María, un instrumento de María y un apóstol de María.

Lo más excelso o nada

Al final de sus emails uno descubría una breve frase en latín como su ideal :‘Aut optimum – aut nihil’, lo más excelso o nada. Incluso en el campo académico se destacaba siempre. Un hermano dijo: Trató de ser "todo para todos". También recordaba cuántas veces le oyó decir a Vitalis "El tiempo es corto" mientras se dirigía de nuevo a estudiar o a otra actividad.

Dios atrajo su corazón con el anhelo de ser sacerdote, atrajo su corazón, su amor por María. Ella lo condujo a una devoción profunda por Jesús en la Sagrada Eucaristía – pasó tantas horas de su vida en adoración frente al Santísimo – ella abrió su corazón a la acción del Espíritu Santo y lo arraigó en Dios Padre por medio de una fe práctica en la Divina Providencia.

Dios y su Madre lo formaron como un joven que un día llegaría a ser modelo y guía para muchos jóvenes de Nigeria.

Como José Engling, no llegó a ser sacerdote – y al igual que José Engling llegó a ser cofundador de Schoenstatt en Nigeria. No fue un cofundador en sentido jurídico o estructural, sino uno que dio "todo para todos" por María y su misión desde el Santuario de Ijokodo y los planes de Dios. Podemos contemplarlo como semilla, ofrecimiento vivo para el Santuario de la Madre tres veces Admirable de Schoenstatt. A modo de respuesta a su constante pregunta: ¿Qué lo hizo tan especial en su vida? Su fidelidad y entrega a la "obra" y su Creador en la que no alcanzó a divisar totalmente el rol que habría de jugar.

"Damos gracias a la Madre tres veces Admirable por haber hecho realidad la Alianza de Amor con Vitalis, que lo condujo a una profunda relación personal con el Dios Trino y lo ayudó a encarnar su ideal y su misión", fueron las palabras finales del Padre Kistler en su homilía. "Queremos agradecerle a Vitalis su fidelidad a la Alianza de Amor y todo lo que estuvo dispuesto a ofrecer al capital de gracias de la Mater. Que continúe trabajando por el reino de María – ahora muy cerca de ella y en unión con ella – por su misión y – si está en el plan de Dios – se transforme en modelo, inspiración e intercesor para nuestra juventud y para el Movimiento de Schoenstatt en Nigeria".

Traducción: mca, Argentina

 

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Last Update: 16.05.2007 Mail: Editor /Webmaster
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