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 published: 2007-04-20

La visión cristiana de la creación y de la vida

Apuntes romanos: El cumpleaños de Benedicto XVI y una peregrinación siguiendo las huellas de San Benito

 

Juventud Femenina en el Santuario de Belmonte

Girls’ Youth at the Shrine in Belmonte

Mädchenjugend am Heiligtum von Belmonte

Foto: Nuño © 2007

 

El Cardenal Ratzinger en Belmonte

Cardinal Ratzinger in Belmonte

Kardinal Ratzinger in Belmonte

Foto: Abram © 2007

 
 

El Cardenal Ratzinger en Subiaco, tras las huellas de San Benito (abril de 2005)

Cardinal Ratzinger in Subiaco, april 2005

Kardinal Ratzinger auf den Spuren des heiligen Benedikt in Subiaco, April 2005

 

Primer encuentro de un curso de un Instituto de Schoenstatt en la Casa de Belmonte

First meeting of a course of an Institute in Schoenstatt, at the House in Belmonte

Erstes Treffen eines Kurses eines Schönstatt-Instituts im neuen Haus in Belmonte

 
 

Jovenes en Belmonte

Youth at Belmonte

Jugendliche in Belmonte

Fotos: Nuño © 2007

 
   

ROMA, Francisco Nuño. Toda la Iglesia ha felicitado al Papa Benedicto XVI con ocasión de su 80° cumpleaños. Con todos los miembros de la Iglesia nosotros también le felicitamos y nos unimos en oración para pedir por él a Dios nuestro Señor: "Dominus conservet eum, et vivificet eum, et beatum faciat eum in terra". Como habitantes de la ciudad de Roma estábamos invitados a celebrar con él su cumpleaños en la Plaza de San Pedro, el domingo 15 de este mes a las 10 de la mañana. Más de cincuenta mil personas se reunieron a esa hora con el Papa ante la Basílica de San Pedro.

Como custodios del Santuario Matri Ecclesiae en Belmonte sentimos no poder aceptar la invitación porque justo a esa hora debíamos abrir el Santuario y quedar al cuidado del mismo. Así que permanecimos en Belmonte y acompañamos espiritualmente en oración a la Iglesia reunida con el Papa en San Pedro. Y como la mañana y la tarde son largas aprovechamos el tiempo para leer y estudiar un texto de nuestro Santo Padre a fin de vivir más intensamente con él sus preocupaciones de pastor de la iglesia universal. Una de sus grandes preocupaciones y también una de las líneas maestras de su pontificado se refiere a la situación de nuestra Europa, que está construyendo su futuro sin tener en cuenta las raíces cristianas de su historia. Siendo aún Cardenal, justo el día 1º de abril de 2005, la víspera del fallecimiento de Juan Pablo II, Joseph Ratzinger recibía en Subiaco el premio San Benito por sus méritos en la promoción de la vida y de la familia en Europa. En esta ocasión pronunció un discurso "Europa en la crisis de las culturas" que vale la pena recordar porque en el mismo se enuncian algunos principios importantes del pontificado de Benedicto XVI.

Para los tiempos de cambio

Justo unos días antes habíamos estado Anneliese y yo en Subiaco (70 Km. de Roma) para visitar el Sacro Speco y el Monasterio de Santa Escolástica. Son lugares de fundación para los benedictinos y nos atrae seguir las huellas de San Benito y de su obra así como seguir los pasos de nuestro actual Papa alemán. Subiaco y Belmonte están también "unidos" de una forma original con el Santo Padre actual: en ambos lugares estuvo él siendo cardenal poco antes de ser elegido Papa. No es sólo esta coincidencia providencial lo que nos llevó a Subiaco, más bien quisimos valorar la misión de nuestro Padre y Fundador, el Padre José Kentenich, para los tiempos de cambio que estamos viviendo a la luz de la vida de San Benito antes de llegar a Montecasino. En el Santo Speco (Subiaco) estuvo Benito tres años viviendo la soledad de las rocas y la montaña en un tiempo de purificación antes de fundar el primer monasterio benedictino, el monasterio de Santa Escolástica, que se encuentra también cerca de esta población italiana. Y en esta visita supimos de la visita del ahora Papa a Subiaco y de su discurso.

El punto de partida de la intervención del entonces Cardenal el día 1º de abril de 2005 en Subiaco fue la visión cristiana de la creación y de la vida, según la cual el hombre, creado a imagen de Dios, es un don a acoger y a proteger. En el último siglo el pensar laicista ha excluido a Dios de la vida pública y ha relegado la moral al ámbito privado. Por otra parte la ciencia ha conquistado una capacidad de manipulación que le permite modelar la vida según la imagen de la sociedad. En estas condiciones han crecido en el mundo la pobreza, la explotación abusiva de los recursos humanos, el hambre y la enfermedad. ¿Se puede entonces continuar dando fe a una visión científico pragmática que elimina a Dios de la escena del mundo y destierra la moralidad de la vida pública?

El desequilibrio entre las posibilidades técnicas y la energía moral

"En este ámbito emerge, sobre todo, la responsabilidad que nosotros, los europeos, debemos asumir en este momento histórico: en el debate en torno a la definición de Europa, en torno a su nueva forma política, no está en juego una nostálgica batalla de ‘retaguardia’ de la historia, sino más bien una gran responsabilidad para la humanidad de hoy." Esta afirmación de Benedicto XVI resume la introducción del discurso y abre un análisis profundo de la situación del mundo en la actualidad. Los grandes males del mundo de hoy, según él, son el fruto de un "dominio" siempre en aumento del hombre sobre la materia, que ha crecido en el último siglo a la par de "su poder de destrucción". Un hombre brillante y agudo, capaz de descifrar los componentes del ser humano hasta tal punto que la criatura hombre no viene más al mundo "como un don del Creador" sino como un "producto" seleccionado por el hombre mismo gracias a la "capacidad de manipulación" conseguida. Pero ante este crecimiento científico técnico, dice el Papa, "la fuerza moral no ha crecido conjuntamente al desarrollo de la ciencia", y justo en este desequilibrio "entre las posibilidades técnicas y la energía moral" se encuentra "el verdadero gran peligro" de nuestro mundo.

Ante la propuesta del iluminismo radical reinante en Europa y que ha encontrado su expresión en la propuesta de Constitución Europea de "agire etsi Deus non daretur" (actuar como si Dios no existiese), el entonces Cardenal Ratzinger propuso en Subiaco, al contrario, como principio de racionalidad y armonía el actuar siempre "veluti Deus daretur" (como sí Dios existiese).

La lucha por una Europa cristiana

En los últimos días, con ocasión de la celebración de los cincuenta años de la firma del tratado de Roma que llevó a la construcción de la Unión Europea, algunos políticos, incluso católicos, teniendo en cuenta la situación actual han propuesto resignarse a la exclusión de Dios en la Constitución Europea y en la vida pública. Por el contrario, el Papa Benedicto XVI, tanto en Subiaco como en otras muchas ocasiones posteriores sigue exhortando a Europa y a los europeos a no imponer una posición laicista y a hacerse promotores de racionalidad y armonía para sí mismos y para el mundo.

Mientras las campanas de San Pedro celebraban el 80º aniversario de Su Santidad hemos pedido a nuestra Madre y Reina en el silencio de nuestro Santuario Matri Ecclesiae, las gracias necesarias para que todos nosotros, los hijos del Padre Kentenich, nos unamos a Benedicto XVI en su lucha a favor de una Europa cristiana. Para el Papa hemos implorado también las gracias y dones del Espíritu Santo.

Peregrinos en Belmonte

El verde del césped de Belmonte está ya brillando en esta primavera romana. También han aumentado los grupos de peregrinos que visitan el Santuario. El día 2 de abril el terreno se llenó de sonrisas y alegrías: un grupo de la juventud femenina alemana estuvo con nosotros durante algunas horas en y a la sombra del Santuario. La Casa dell’Alleanza, aún sin terminar, se ha visto también "ocupada" por algunos grupos de Schoenstatt que han celebrado allí sus reuniones y jornadas (para dormir tenían habitaciones reservadas en otra casa). Con sillas y mesas de jardín nuestro Curso (grupo del Instituto de familias) ocupó durante algunos días una parte de la Casa e improvisó una sala de reuniones y un comedor para poder disfrutar en Roma de una reunión de curso (¡la primera reunión de un curso del Instituto en la nueva casa!). El Arzobispo de Oristano (Cerdeña) y Rector del Santuario Matri Ecclesiae, S. E. Mons. Ignazio Sanna, nos visitó, compartió con nosotros la alegría de estar en Belmonte y nos bendijo.

 

 

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Last Update: 20.04.2007 Mail: Editor /Webmaster
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